La exministra de Vivienda y primera ejecutiva de la multinacional española del sector eléctrico, participó en una nueva sesión de Visión CEO, organizada por la Facultad de Empresa y Comunicación de UNIR. “No hay rentabilidad económica sin rentabilidad social", afirmó.
Beatriz Corredor, exministra de Vivienda y presidenta de la multinacional española del sector eléctrico Redeia, protagonizó el jueves 10 de noviembre pasado una nueva sesión del ciclo Visión CEO. Esta iniciativa de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) consiste en realizar una serie de encuentros entre reconocidos líderes empresariales de nuestro país y estudiantes del MBA online de la universidad, en una experiencia de enriquecimiento personal y profesional.
La CEO de Redeia contó en UNIR cómo gestionar una empresa en plena revolución sostenible: “La sostenibilidad medioambiental y la económica de las empresas son compatibles y necesarias. Pueden y deben ir de la mano. No hay rentabilidad económica sin rentabilidad social, según el lema que mantenemos en Redeia”, manifestó Corredor durante el encuentro moderado por Iñaki Ortega, profesor de la Facultad de Empresa y Comunicación de esta universidad.
También participaron en el evento los estudiantes del MBA online de UNIR Ángel Martin, ingeniero que trabaja en el área de Ingeniería de turbinas de la compañía Siemens Gamesa, y Natalia Moreno, psicóloga y parte del equipo del área de Ordenación Académica de esta institución educativa.
Bajo el título ‘La gestión sostenible’, el espacio comenzó con una reflexión de Corredor -licenciada en Derecho- sobre las vocaciones y lo que pensaba ejercer profesionalmente cuando era joven, algo muy distinto a lo que finalmente ocurrió, que es dirigir una multinacional: “A los 16 años quería ser neurocirujana. Pero en un momento determinado me di cuenta de que no quería vivir rodeada de dolor y decidí orientarme hacia algo más práctico como el derecho. Esa es mi vocación jurídica. Me hacía ilusión también ejercer como jurista. Y con los años terminé siendo diputada. Pero desde hace 30 años soy registradora de la propiedad. Creía que la vida me iba a llevar por los caminos del derecho hipotecario, pero por diversas circunstancias terminé trabajando en Redeia”.
Las habilidades claves de un directivo
Ortega le preguntó después sobre cuáles son las habilidades claves que debe tener un directivo en el momento actual. “La formación jurídica me ayudó mucho, porque conoces cómo funcionan las instituciones y los organismos públicos y privados, las empresas y las corporaciones. Pero en mi caso, eso no era suficiente. También pasé por una escuela de negocios. En realidad, toda mi trayectoria está regida por una vocación de servicio público. Ser directivo implica ser exigente consigo mismo, saber cuáles son las capacidades propias y estar a la altura de esas capacidades. Además, es necesario ser coherente con las decisiones que uno toma”, destacó.
Otro de los puntos abordados en esta sesión fue el cambio que se vislumbra en los líderes a la hora de dirigir equipos. “La crisis económica de 2008 y la pandemia reciente han cambiado la visión de cómo tienen que ser los liderazgos. Cada vez son menos verticales y más horizontales, menos compartimentados y más transversales. Hoy no se puede liderar sin tener un equipo, y hay que comprender que el equipo está formado por personas. Los integrantes de ese equipo no harán lo que tú les digas solo decirlo… deben estar motivados, convencidos, deben sentirse interpelados, y que su capacidad sea valorada. Los equipos tienen que ser transversales y flexibles, con habilidades blandas”, señaló.
De izquierda a derecha: Natalia Moreno, Iñaki Ortega, Beatriz Corredor y Ángel Martín.
En esa línea, la exministra consideró que “a las personas hay que generarles confianza para que se sientan libres de expresar lo que deseen. El buen clima de trabajo resulta fundamental. Y el mejor test para saber si existe ese clima es observar si las personas se ríen y son naturales en las reuniones de trabajo. Precisamente, aquellas personas de mi entorno que más me ayudan son las que me dicen aquello que es incómodo oír. Eso requiere de un marco de mucha confianza”.
Promover las habilidades blandas
Posteriormente, la primera ejecutiva de Redeia profundizó sobre la necesidad de incorporar las habilidades blandas en las compañías: “Todas las habilidades que ahora desarrollo en mi puesto ejecutivo las aprendí trabajando en el Ministerio de Vivienda. Por ejemplo, la capacidad de interlocución. Yo tengo un consejo de administración muy diverso, con personas con capacidades duras y blandas. Al final somos personas… En nuestro grupo hay ingenieros de todo tipo, pero también filósofos, juristas, biólogos, periodistas, expertos en marketing… En definitiva, Redeia es una empresa con una enorme diversidad”.
Acto seguido, Natalia Moreno le preguntó a la invitada si alguna vez sintió que su carrera profesional se frenó por el hecho de ser mujer, a lo que ella respondió: “Yo empecé a trabajar como funcionaria del Estado en pueblos pequeños, donde los roles estaban muy marcados en un ámbito rural, y a muchos les costaba reconocer mi autoridad por el hecho de ser una mujer muy joven. Pero posteriormente, en mi profesión no he sentido discriminación, aunque es verdad que a las mujeres les cuesta más trabajo asumir puestos representativos, por las dificultades de conciliación de la vida laboral y familiar”, dijo.
Pero recordó que mucho después, cuando asumió su cargo como ministra, en política sí padeció críticas por su condición femenina: “Formé parte del primer gobierno paritario que hubo en España, y hubo algunos medios de comunicación que, por ser mujer, me llamaban ‘ministra de cuota’”.
Los equipos y la digitalización: el impacto de la inteligencia artificial
Ángel Martín abordó la cuestión de las nuevas tecnología como pieza clave en el engranaje actual de las empresas, al preguntar si la inteligencia artificial pasará a liderar los equipos, o estos seguirán siendo guiados por la intuición de las personas. “La revolución tecnológica está aquí para quedarse, pero deberá adaptarse a los seres humanos, y no al revés. La IA tiene que avanzar. No obstante, lo más importante es actualizar la formación continua de las personas”, afirmó la ejecutiva.
Corredor destacó que “el futuro pasa por las habilidades de adaptación, y por una formación continua y permanente. Hay que actualizarse toda la vida. Y la tecnología debe adaptarse a todos los sectores, incluso a los tradicionales, a la artesanía, a la ganadería… Esta tendencia también está generando un fuerte impacto en el funcionamiento de la justicia. Mi única preocupación es que la formación sea asequible para todo el mundo, y también me importa mucho la ética. Hay que determinar cuáles son los límites de la tecnología. Desde mi punto de vista, deben ser el respeto a la individualidad, a los derechos humanos y a la seguridad de los estados y las corporaciones”.
La emoción y la razón para gestionar personas
En relación a las emociones que debe saber administrar un directivo, expresó que “los sentimientos pueden perjudicar al gestor de equipos. Se requiere un equilibrio entre la emoción y la razón. He tenido que seleccionar personas durante los últimos 25 años. Yo valoro la lealtad, que debe ser siempre bidireccional. Y también la capacidad de ser honestos y genuinos. Como directivo, dar las instrucciones de manera clara es también esencial. Los CEO debemos saber que nuestro paso por determinados puestos no es eterno. Hay que dejar las cosas siempre mejor de lo que nos las encontrarnos y nunca despegar los pies de la realidad”.
Los estudiantes del MBA online de UNIR, Ángel Martín y Natalia Moreno.
En otro orden de cosas, Ortega preguntó a Corredor si tiene una empresa de referencia y un directivo o directiva en el que busque reflejarse. Y Corredor no lo dudó: “Si pienso en una compañía, yo me inspiro en Redeia. Es pionera en todo. Ha adoptado las exigencias en materia de política empresarial basada en la sostenibilidad medioambiental social y la gobernanza desde mucho antes de que fuera obligatorio. Lo hemos hecho de arriba abajo. Y sin que nadie lo exigiera, también hemos sido pioneros en cuestiones de diversidad de género. A la hora de inspirarme en directivas, mi referente es Cristina Garmendia. Ha destacado en grandes empresas y en diversos emprendimientos. Es un ejemplo de liderazgo adaptado a los tiempos. Le tengo mucha admiración”.
La necesidad de mentorías y redes de solidaridad
Para finalizar, Beatriz Corredor brindó algunos consejos a los estudiantes del MBA y futuros directivos: “No puedes aspirar a dirigir nada si no tienes la formación adecuada. Debemos protegernos con formación. Ésta no tiene por qué ser muy especializada, sino que debe darte las habilidades que no tienes. El paso por un posgrado es imprescindible. Después hay que ser uno mismo siempre. Y es el tiempo de la ética y de la honestidad. De una formación humanista, que permita adaptarnos a los tiempos que vienen. En definitiva, un directivo requiere de formación, ética, honestidad y ser uno mismo. Y también es muy importante tejer redes de solidaridad y buscar referentes o mentores. La mentoría y las redes de solidaridad ayudan muchísimo al desempeño personal, para que nadie se sienta solo”, concluyó.
Con estas palabras, la también vicepresidenta del Patronato del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, miembro del Consejo Asesor de Woman in a Legal World (WLW) y del Consejo Asesor de Women Action Sustainability (WAS) se despidió cordialmente de la audiencia, que pudo disfrutar de una nueva edición del ciclo impulsado por UNIR. Por Visión CEO ya han pasado este año destacadas personalidades como Luisa García, CEO de Llorente y Cuenca; Pilar López Álvarez, vicepresidenta de Microsoft en Europa Occidental; y Alejandro Oñoro, consejero delegado de Grupo Ilunion, entre otros.
Si quieres ver el vídeo completo de la entrevista a Beatriz Corredor, pincha aquí.
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