Con motivo del Día Internacional del Niño con Cáncer, que se conmemora el 15 de febrero, la egresada del Máster en Cuidados Paliativos María del Carmen García nos cuenta su experiencia en el hospital madrileño
“El camino del cáncer infantil es un camino de esperanza”, aseguró el Dr. Luis Madero, catedrático, director académico del Máster Universitario en Avances en Oncología y Hematología Pediátrica de UNIR, y jefe del Servicio de Oncología Infantil en varios Hospitales de Madrid, hace apenas unos días en este vídeo, que recuperamos con motivo del Día Internacional del Niño con Cáncer.
Para el reconocido oncólogo, aunque las cifras de supervivencia han experimentado un espectacular incremento en torno al 80%, es necesario seguir trabajando y humanizar la asistencia hospitalaria para crear entornos que favorezcan una sensación de bienestar. Una línea en la que también se mueve la egresada del Máster en Cuidados Paliativos pediátricos, María del Carmen García, quien realizó sus prácticas en el Hospital Infantil Niño Jesús, en el que Madero es Jefe de Servicio de Oncohematología.
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Una época que recuerda con gran cariño por el acogimiento que le profesaron sus compañeros, de los que subraya la “calidad humana, generosidad y paciencia a la hora de enseñarme. Destacaría, además, la alegría con la que comienzan cada día”.
“He aprendido a darle el valor justo y necesario al duelo de unos padres por la pérdida de su hijo. Que la muerte pertenece a la vida igual que el nacimiento y que para caminar no solo levantamos el pie, sino que también lo bajamos”, asegura García sobre la mayor enseñanza que se lleva de su paso por el centro madrileño, en el que le recibieron con los brazos abiertos.
A pesar de los datos esperanzadores, la realidad es que 25.000 niños en el ámbito estatal requieren Cuidados Paliativos, según datos de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos Pediátricos (PedPal), y que cerca de un 70% de los supervivientes de cáncer infantil tendrá al menos una secuela de larga duración que puede afectar a su crecimiento, desarrollo y maduración.
“Al segundo día de mis prácticas sentía que ya no era la misma persona porque tenía que quitarme las ‘capas de cebolla’ de mi ser para poder realizar ese trabajo. Además, me di cuenta de lo que verdaderamente importa: la salud de los que amas (que maravilla que tu hijo suspenda, eso quiere decir que puede ir al colegio)”, reflexiona la egresada de UNIR.
La alumna María José García en sus prácticas en el Hospital Niño Jesús
Formación: herramienta para cumplir sueños
Sanitaria por vocación. María del Carmen tiene amplia experiencia en el sector hospitalario, ya que lleva más de 12 años trabajando en diferentes puestos del área de pediatría en los que ha ido progresando gracias a su tesón y sus ganas de seguir formándose. Una inquietud que le llevó a matricularse en el máster de UNIR, y posteriormente a pedir las prácticas en el hospital madrileño.
De su etapa formativa en el Máster en Cuidados Paliativos Pediátricos de UNIR, la exalumna destaca “los trabajos realizados porque me enriquecieron demostrándome a mí misma que era capaz de hacerlos. También destacaría la calidad humana y cercanía de muchos profesores, lo cual me ha hecho sentir a gusto y tranquila”.
Sobre sus experiencias en el hospital, que gestionó el Área de Gestión de prácticas de UNIR, la egresada la califica como gratificante y muy recomendable para todos los alumnos del Máster de UNIR.
De hecho, es tal el buen recuerdo que guarda García sobre su paso por la unidad de cuidados paliativos que “amenaza” con volver a repetir.“Me he quedado con ganas de más y que volveré, así se lo hice saber a todo el equipo… son GENIALES”, concluye.
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