Sara Puerto
Su proyecto de combinar la atención a la tercera edad y a los jóvenes inmigrantes sin hogar adquirió forma en el Grado Trabajo Social de UNIR.
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Jon Bilbao Zuaznabar era trabajador social en el Servicio de Acción Social, de la Diputación Foral de Bizkaia, cuando concibió el proyecto de combinar la atención a dos grupos sociales: la tercera edad y la juventud inmigrante, de forma que ambos se beneficiaran de lo que unos podían aportar a los otros. “Por una parte detectamos las necesidades de acompañamiento social y ayuda en las actividades diarias de los ancianos y, por otra, la necesidad de techo y un sustento vital para que los inmigrantes entre 18 y 23 años pudieran continuar con sus estudios”, afirma Bilbao.
Para poder ocuparse del desarrollo del proyecto era preciso que contara con los conocimientos y la acreditación que otorgan unos estudios superiores. Atraído por la posibilidad de combinar formación y trabajo que ofrece la educación en línea, eligió a UNIR para cursar el Grado de Trabajo Social que le ha permitido, hoy, implantar este proyecto con el apoyo del Gobierno Vasco.
Lo presentó como Trabajo Fin de Grado (TFG): un plan para unir a esas personas mayores que viven solas, necesitadas de compañía y de asistencia con las bolsas de la compra, con el desplazamiento al médico o con los trámites burocráticos a través de Internet… con los jóvenes inmigrantes que, al cumplir 18 años, quedan sin hogar y en riesgo de exclusión social.
Ayuda en doble sentido
“Con este programa sacas a los chavales de la calle y pueden continuar con sus estudios. Ayudan a los mayores con lo que necesitan y a cambio obtienen un techo y una dotación económica de 200€ al mes para que puedan tener sus necesidades básicas de alimentación y vestimenta cubiertas”, explica Bilbao. Hay dos posibilidades, pueden mudarse a casa de los mayores que lo soliciten o vivir en pisos compartidos. Ellos se comprometen a estudiar y a respetar unas normas de comportamiento y convivencia. “Nosotros supervisamos”, indica este trabajador social. En la actualidad, son 39 los jóvenes que participan en el programa, procedentes en su mayoría del continente africano, “están muy contentos y son muy conscientes de la oportunidad que les ofrece esta iniciativa”, comenta.
El Grado de Trabajo Social de UNIR prepara para la atención a colectivos específicos, como el de personas mayores, infantil y adolescente, personas sin hogar, situaciones de exclusión social, familias… Forma a profesionales en la intervención y evaluación de necesidades sociales con objeto de promover el cambio. “Me ayudó a progresar, a ser capaz de asumir proyectos y responsabilidades más allá de las funciones diversas que desempeñaba como integrador”, afirma este Alumni de UNIR, que dejó la ingeniería para dedicarse a ayudar a los demás. Recuerda a sus tutores Mar, Moisés y Manuel, constantemente pendientes de que fuera avanzando en sus estudios.
Ya con el título en mano, la implantación de su TFG está prevista para septiembre, cuando saldrá a concurso público.