Este alumno gallego ha conseguido unas de las mejores notas en la reciente OPE convocada para maestros en Galicia y ya dispone de un puesto de trabajo gracias al título obtenido en UNIR
Un Grado, un título de inglés, más costoso aún cuando el idioma está “un poco oxidado”, y una oposición pública de empleo donde ha alcanzado una de las mejores notas. Y todo en poco menos de dos años. Semejante logro es el que ha realizado el gallego Baltasar Figueiras Martínez, alumno de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), satisfecho tras conseguir una de las 175 plazas que el Gobierno gallego ofertaba en junio para maestro de Educación Infantil y a las que optaban nada menos que 2.700 aspirantes.
A sus 38 años Figueiras, natural de Teo, un municipio cercano a Santiago de Compostela, contaba en su haber con una licenciatura en Pedagogía y un Máster en Gerontología. Sin embargo, durante trece años se desempeñó laboralmente en una consultoría. Hasta que en el verano de 2014 tomó la decisión de retomar sus estudios y, fiel a su gusto por la educación, optó por el Grado en Maestro en Educación Infantil. “Estuve buscando y, como seguía trabajando, me decanté por UNIR porque podía hacerlo online, de otra forma era imposible”, confirma.
Su planificación inicial de dos años se aceleró con el anuncio de las oposiciones y su consecuente decisión de dejar el trabajo. “En año y medio concluí el Grado y en octubre hablé con mi tutor para ver si podía adelantar el Trabajo Fin de Grado (TFG), presentarlo en el primer cuatrimestre de este año y así tener el título acreditativo a tiempo”, explica Figueiras. Dicho y hecho. Su particular excepción fue rápidamente aprobada. “Una semana antes de las oposiciones fui a Logroño, lo presenté y al día siguiente me enviaron el certificado”.
Gracias a esas facilidades y a tal celeridad pudo presentarse a la OPE con todos los papeles en regla. “En otras universidades no saben entender tus circunstancias y flexibilizar el proceso para adecuarlo a tus necesidades”, constata Figueiras, quien lo tiene claro, “en UNIR estoy encantado con la experiencia, su sistema de tutores y su formación online son claves, además del trato personal que recibes”, confiesa con la alegría reflejada en la voz. Tanto es así que tiene pensado continuar con sus estudios “y habilitarme en alguna otra materia educativa más, porque la educación siempre me ha gustado y, aunque hasta ahora lo tenía un poco apartado, quise cambiar de vida y retomar los orígenes”. Y así fue, arriesgó para cumplir sus sueños y ganó.
“En las oposiciones había gente a mi alrededor que llevaba preparándose tres y cuatro años, así que yo lo veía un poco negro”, pero su perseverancia le valió casi un ocho de nota media y una plaza profesional muy cercana al hogar. “Mi familia y amistades están muy contentos, hasta mi pareja se está pensando el hacer el mismo proceso y, por supuesto, estudiando en UNIR”, concluye.
