Sara Puerto
La novela, titulada 'La selva bajo mi piel', narra el asesinato de Ignacio Ellacuría y otros cinco jesuitas en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas de El Salvador, donde fue profesora.
La selva bajo mi piel es el título de la novela de Fátima Frutos, alumna del Máster en Estudios Avanzados en Literatura Española y Latinoamericana de UNIR, que ha obtenido el Premio de Novela Albert Jovell 2021. Este galardón lo otorga la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC) y publica la editorial Almuzara.
La novela, que sale a la venta el 8 de marzo, narra un episodio cuyas consecuencias vivió de primera mano la escritora: el asesinato de Ignacio Ellacuría y otros cinco jesuitas, en el contexto de la Guerra Civil que se vivió en El Salvador a finales de los 80.
Frutos fue profesora en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), en la que los religiosos fueron acribillados por los militares salvadoreños.
“Estuve viviendo en torno al año 2000 en El Salvador, ejerciendo como profesora en la UCA. Todavía se podía considerar período de posguerra y quedé muy impactada por las vivencias que me contaban aquellas gentes. Tengamos en cuenta que en aquella universidad entró el ejército durante la guerra y asesinó a seis jesuitas inocentes y desarmados. Todos ellos eran profesores universitarios de gran valía. Los crímenes han quedado impunes, como tantos otros sucesos violentos de aquella guerra cruenta y olvidada. Después de vivir allí me sentí muy conmocionada por esa realidad tan doliente y decidí que mi primera novela trataría de aquello”, cuenta la autora y alumna de UNIR.
“Considero que todo creador/escritor debe tener una base formativa bien fundada -explica Frutos, sobre su experiencia en el Máster en Estudios Avanzados en Literatura Española y Latinoamericana de UNIR-. Evidentemente, la libertad creadora en Literatura y el talento es algo muy particular de cada persona, sin embargo, tener una excelente base académica y teórica es fundamental. El saber y el conocimiento que me proporcionan en sus clases Yannelys Aparicio, Juana María González, Patricia Barrera… no lo cambio por nada del mundo”.
Su novela relata aquellos hechos a través de la cobertura informativa que realizan una joven reportera, Libertad Arregui, enviada a El Salvador a finales de los ochenta, y su compañero, el cámara Íñigo Santolaya, un hombre marcado por la guerra de Vietnam. Se reflejan el asesinato de Ellacuría y los jesuitas, pero también la masacre del río Sumpul, los campos de refugiados de Colomoncagua o las primeras exhumaciones.
“Cuando llegué al país, el asesinato de los jesuitas ya se había producido y un grupo de profesores de Euskadi acudimos allí a dar clase en tiempo de posguerra, porque había mucho miedo todavía a la hora de impartir clases y tener una actividad docente comprometida con la justicia social. Puedo afirmar con rotundidad que el haber sido profesora en la misma universidad que Ellacuría es una de las cosas más importantes que me han ocurrido en la vida, junto con el hecho de ser madre. Mi experiencia en El Salvador se refleja en la novela sin duda alguna”.
En esta séptima edición del Premio, concurrieron 146 manuscritos. El Jurado estuvo formado por el periodista Óscar López Hernández; la escritora Espido Freire; el editor de Almuzara, Javier Ortega; Alberto Infante Campos, presidente de la Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas (ASEMEYA); y José María Rodríguez Vicente, secretario general de la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC).
