Recuperar la tradición gastronómica de nuestras abuelas, vestir con preciosas ilustraciones los libros que leen los más pequeños, diseñar sitios webs de infarto… Éstas son sólo algunas de las cosas que vosotros, los alumnos de UNIR, hacéis a diario, y de las que dejáis buena cuenta a través de la Cafeta de UNIR en Facebook.
La Cafeta de UNIR se ha convertido en algo más que un mero punto de encuentro. Tal es la actividad de cada uno de sus miembros, que hoy por hoy se ha convertido en un sitio de paso imprescindible para tomarle el pulso a una de las comunidades educativas más proactivas que existen: la de los alumnos de la Universidad Internacional de La Rioja.
Lo más destacado, sin duda, son las iniciativas empresariales de los alumnos. Estas son sólo algunas, habrá espacio más adelante para descubrir todas y cada una de ellas.
Una afición que se cocinó en las aulas virtuales
Inma tenía un sueño. Veía en su imaginación fundidas en una su pasión por la cocina y su necesidad de escribir sobre ello. Ese sueño empieza a ser realidad, especialmente desde que esta estudiante del grado de Educación Infantil de UNIR conoce a Sandra y Esther.
Esta es la historia de tres perfectas desconocidas que, sorprendidas por la cercanía que les dio la red, aproximaron inquietudes y se lanzaron a un desafío de lo más suculento: “Entre tres fogones”.
Ni su situación familiar, ni su tres hijos, han sido obstáculo para que Inma se empleara a fondo junto con Sandra y Esther. Y así nos lo cuenta: “Nos conocimos el primer año de carrera, hace ahora cuatro años. Coincidimos en el mismo grupo, así que participábamos en los mismos foros, clases a las mismas horas, y la misma inquietud de formarnos y aprender a enseñar. Y ahí estamos, cursando el Grado de Educación Infantil, pues los niños son nuestra luz”.
Puestas las caras, parecía inevitable poner en común ese sueño: “Les conté que tenía un sueño, escribir un libro de cocina, con esas recetas de comida sencilla y casera, y resulta que a ellas les encantaba la cocina también. Esther es la exquisitez en todo lo que toca, y Sandra es la innovación y la creatividad en sus postres”.
Y añade: “A veces compartía fotos de mis comidas en La Cafeta, pero sin duda la de la tarta a los tres chocolates no pasó desapercibida. Así que me pidieron una sesión alternativa, de cocina, y acepté. Todos me animaron a crear un blog, así que hablé con Esther y Sandra, y con la ayuda de Rafa, creador del diseño de nuestro blog, nos hemos puesto en marcha. Nuestra cocina es sencilla, y con un interés especial en los niños, para que se nutran correctamente y participen de la elaboración de muchas recetas, pues como mejor aprenden y disfrutan es “haciendo”.
Plasmar en ilustraciones los sueños de la infancia
Ella misma se define como una mujer “dispersa”: “yo digo que tengo la mente en mil lugares y siempre estoy buscando nuevos caminos para llegar a esos lugares. Siempre busco cosas nuevas para hacer, encuentro usos para todo lo que veo y mil formas de representar aquello que pienso o siento. Siempre me estoy haciendo preguntas y suelo perderme en las mil posibles respuestas. A todo esto… cuando terminé la selectividad me plantee que era exactamente lo que quería hacer, pero como siempre, obtuve más de una respuesta”.
Lo cierto es que Georgina González tiene muy clara su meta: “opté por desarrollar mi parte creativa y acabé estudiando Artes plásticas e ilustración. Hace un par añitos decidí desarrollar mi otra vocación: el trato con los niños. Me gustaría poder aprender de ellos y enseñarles cosas nuevas cada día. Hace muchos años que soy monitora de todo tipo de actividades y talleres y ahora me gustaría ir más allá y ser una buena maestra creativa”.
Uno de sus más inmediatos objetivos es iIustrar cuentos educativos. A punto está de ver la luz un cuento infantil en catalán: “Els pescadors i el dimoni”, escrito por Anna Ariño, maestra de l’Escola Llibertat de Badalona; y que ilustra la propia Georgina.
Ella es una de tantos alumnos que participan en la Cafeta de UNIR, y que cada día sorprenden al resto con sus trabajos, algo muy importante para ellos, porque les devuelve un mensaje de ánimo que les estimula a seguir, tal y como afirma Georgina: “poder compartir mi trabajo con mis compañeros de universidad, aparte de hacerme ilusión, creo que es una oportunidad para hacer llegar mi trabajo a mucha gente, creativa como yo y con intereses educativos similares a los míos. La opinión de toda esta gente merece mi más sincero respeto y espero aportarles a todos tanto como me aportan a mi sus opiniones y aportaciones en la Cafeta”.
Blogs y redes sociales son grandes aliados también de gente como Georgina, que aprovechan el canal de difusión para hacer público su talento.
La chispa infantil puntada a puntada
Laia Ortiz también se inspiró en dibujos infantiles, en este caso los de su propia hija, para lanzarse a un proyecto que ya tiene nombre propio: “Bububú”. Probando distintos tejidos y telas acertó con la esencia de su actual actividad que, reconoce, sigue en constante crecimiento: “Tenemos la suerte de ser uno de los 4 finalistas para representar a UNIR en el concurso Internacional Startup Programme, de la mano de Erea Martínez del departamento de UNIREmprende como nuestra tutora del proyecto. Creemos que a la gente le gustan los objetos personalizados, únicos, estamos trabajando para conseguir nuevos productos, todos ellos partiendo de los dibujos de los niños. La imaginación de los niños es extraordinariamente maravillosa y desde Bububú queremos convertirla en realidad”.
El recurso a internet es moneda común de todos estos proyectos. Para el de Laia, la mano amiga de un diseñador gráfico, ha sido fundamental.
Historias en breves impactos
Rafa Fernández lleva tres años trabajando por su cuenta: “ofrezco soluciones de diseño gráfico, (una de mis dos pasiones). Desde cartelería, diseño editorial, imagen corporativa, páginas web, etc. Tras varios años en una agencia de publicidad me decidí a probar por mi cuenta, lo que supone un enorme esfuerzo y vencer muchos obstáculos. Como cualquier proyecto, lo más costoso es empezar, buscar tus propios clientes, resolver tú solo las cuestiones administrativas, y en general te encuentras bastante solo; hasta que empieza a rodar”.
Su otra pasión es la educación: “como una de las ventajas de ser autónomo es que dispones de plena libertad para establecer tus horarios laborales, podía compatibilizarlo perfectamente con estudiar Magisterio de Primaria en la UNIR, donde empecé el curso pasado. En La Cafeta estoy encontrando no solo un apoyo enorme en lo referente a la carrera, ya que el ambiente es de auténtica amistad, sino también motivación profesional”.
Rafa está muy involucrado en la red social, y es esa mano amiga que ayudó a Laia con su página web: “personalmente me encargo de la cartelería de La Cafeta, que organiza sesiones alternativas y gran variedad de actividades, y gracias a eso he podido disfrutar de mucho apoyo por parte de sus miembros, incluso algunos se han convertido en buenos clientes. El tablón de anuncios es un sitio estupendo para hablar de esos proyectos que emprendemos tanto alumnos, como profesores, tutores y todo el personal de UNIR, apoyarnos unos a otros, no solo ofreciendo un apoyo virtual, sino generando actividad profesional entre nosotros, haciendo encargos, ofreciendo puestos de trabajo, etc”.
Un homenaje de bigotes
A Reme Alcaide le sobran las palabras de agradecimiento para sus compañeros de la Cafeta. En la última calcotada organizada por el grupo tuvo la ocasión de mostrar en vivo aquello por lo que se está haciendo tan conocida: sus pulseras y demás accesorios de bisutería, que ahora tienen como leitmotiv unos curiosos bigotes que ha elegido especialmente como homenaje a sus amigos de la red social.
Asegura que tiempo, también, le sobra. Mientras busca trabajo como educadora infantil continúa con sus estudios de segundo curso de Grado en Educación Infantil y aprovecha cualquier momento para buscar nuevos diseños que incorporar a su catálogo.
De momento no espera dedicarse profesionalmente a la producción de bisutería. Lleva dos años trabajando con cristales de Swarovsky y ha sido su tenacidad y buen gusto la que hizo que su círculo más cercano la animara a crear este blog.
No son todos los que están
El tablón de anuncios de la Cafeta se ha llenado en los últimos tiempos de muchas más iniciativas, como la de Diana Estela Fayos y sus joyas; Daniel Rozados y su blog sobre literatura; o Elisenda Terrado, y su proyecto de bolsos playeros. Todos sueños realizados e ilusiones compartidas que tienen como denominador común la Cafeta de UNIR.