Doce estudiantes de la asignatura de Medios Impresos, del Grado de Comunicación de la Universidad Internacional de La Rioja, han demostrado con su trabajo que hacer buen periodismo es posible.
Sometidos a las normas de una redacción, cumpliendo los plazos y los criterios de calidad, doce estudiantes de la asignatura de Medios Impresos del Grado de Comunicación de la Universidad Internacional de La Rioja han demostrado con su trabajo “Repensar el periodismo” que hacer buen periodismo es posible. VIVE UNIR habla con alguno de sus creadores y con la profesora de la asignatura Dory Merino para descubrir este ilusionante proyecto colaborativo.
Planteada como una actividad más de la asignatura de Medios Impresos, este trabajo se ha convertido en palabras de los propios estudiantes y protagonistas en una “experiencia 10” que repetirían sin pensarlo. Y es que tras varias semanas organizados como una auténtica redacción, los alumnos han cumplido con éxito los dos objetivos que planteaba la actividad: “Poner en práctica las habilidades blandas, conocidas como habilidades de autonomía, autoliderazgo, autorregulación, coherencia, capacidad de escucha o interés, entre otras. Y en segundo lugar, profundizar en la alfabetización mediática, junto con el conocimiento del trabajo profesional en una redacción”, tal y como explica la profesora Dory Merino.
El resultado final de la actividad es sobresaliente y se podría publicar en cualquier medio de referencia“, asegura la profesora de la asignatura Dory Merino.
La puesta en marcha de la redacción
Para organizar un trabajo de estas dimensiones con éxito, y tras abrir un foro de la asignatura y un grupo de WhatsApp, se hizo el reparto de roles: Laura Riera fue nombrada coordinadora jefe del equipo de redacción formado por Maria Cecilia Latouche Betancourt, Cristina Martínez, Iván Marín, Javier Sanz, María José Miguélez, Mariano Pinós, Pablo Nieves, Pedro Javier Castilero, Renata de las Heras y Virginia Sanz (Redacción), además de trabajar mano a mano con Xisco Adrover (Edición Gráfica).
A continuación, se plantearon temas y se comenzó a en ellos con ilusión y muchas ganas. Se propusieron y descartaron entrevistas, se aportaban fuentes y se buscaba el enfoque más adecuado. Una actividad que para Laura Riera, editora jefe de la revista, le sirvió para ponerse a prueba y comprobar que le entusiasma el periodismo y el trabajo en equipo. Porque, aunque tenía experiencia como redactora de crítica de cine, series y ensayos de una revista digital, su papel le ha exigido estar 100% implicada en la coordinación del trabajo de sus compañeros de redacción, así como en la corrección de textos conjuntamente con Xisco (responsable de la maquetación).
La importancia de las fuentes
Tras llegar a un consenso de temas, los redactores comenzaron a trabajar en la redacción de las noticias, reportajes, artículos o críticas cinematográficas. La mayoría de los trabajos reflejaban la realidad que vive el sector en este momento como, por ejemplo, “Periodismo tradicional vr. Mojo” . Un reportaje centrado en la situación laboral en España en la profesión de periodista y que ofrece “la visión de cuatro profesionales de RTVE, su experiencia en el sector y su forma de entender cómo la evolución tecnológica ha afectado a la forma de hacer periodismo. Los pros y las contras en una profesión en continua evolución”, indica su autora Renata de las Heras.
Un trabajo de equipo
Sin embargo, y tal como ocurre en todas las redacciones, durante la realización de “Repensar el periodismo” también surgieron contratiempos y discrepancias, la mayoría de ellos propios de una redacción en ciernes. “Para mí la mayor dificultad ha sido la cantidad de tiempo que me ha supuesto la maquetación de toda la revista”, indica Xisco Adrover, editor gráfico, al tiempo que reconoce que si tuviera que realizar una segunda revista, ya no necesitaría tanto tiempo. “He ganado una gran soltura en el manejo del software de maquetación, imprescindible para realizar este trabajo”, concluye.
Laura, Renata y Xisco son solo tres ejemplos de estudiantes que con su tesón, ganas y vocación quieren cambiar el mundo de la forma que mejor saben hacerlo: con el poder de la palabra.