Pau Forner es Experto en Inteligencia Emocional por UNIR. Se interesó por esta especialidad tras haber superado la timidez que le empañaba desde pequeño. “Admiraba a las personas que no tenían problemas en ser el centro de atención”, comenta.
Pau Forner es Experto en Inteligencia Emocional. Se interesó por esta especialidad tras haber superado la timidez que le empañaba desde pequeño. “Admiraba a las personas que no tenían problemas en ser el centro de atención”, comenta. Entre psicólogos, sociólogos y cursos completó una carpeta de recursos que ahora ha volcado en su propia biblioteca online, un proyecto sobre las habilidades sociales que profundizó mientras estudiaba en UNIR.
¿Por qué y cuándo te interesas por las habilidades sociales?
Desde pequeño fui un chico tímido que admiraba las personas que no tenían problemas en ser el centro de atención o que constantemente estaban rodeadas de amigos. Imagino que todo empezó a fraguarse ahí.
Mi padre es psicólogo especializado en educación infantil, así que crecí rodeado de libros sobre la ciencia del comportamiento. Pero con el tiempo me fui dando cuenta de que apenas había formación en el campo de las habilidades sociales que no fuera excesivamente científica o demasiado sencilla.
Después de licenciarme este interés siguió creciendo y empecé seguir psicólogos y sociólogos americanos (y españoles, que también los hay muy buenos), a asistir a cursos y a formarme en psicología social. Iba guardando cada nueva referencia o estudio en una carpeta para poder crear un archivo práctico y consultarlo en el futuro.
¿Cómo definirías este campo de las emociones?
Lo definiría como esencial y a la vez el gran olvidado. Hay mucha formación en gestión emocional pero muy poca en gestión social, cuando existen estudios como uno realizado durante más de 75 años en cientos de participantes que demuestra que nuestras relaciones no es solo que sean importantes, sino que son la principal causa de satisfacción o insatisfacción vital.
La reflexión es que nos pasamos casi un tercio de nuestra vida comunicándonos con los demás y nadie nos ha preparado para ello. Copiamos el modelo de nuestros padres o amigos sin la certeza de que eso sea lo más correcto, y luego atribuimos nuestros fracasos sociales al hecho de que “yo soy así”.
En la escuela tampoco nos enseñaron a comunicarnos. Aprendemos a combinar el sujeto con el verbo, sujeto y predicado, pero de ahí no pasamos. Pero por fortuna esto está empezando a cambiar con la educación emocional.
¿En qué momento decides estudiar el Experto Universitario en Inteligencia Emocional de UNIR?
En el momento en que quise profundizar en las competencias emocionales, un apartado fundamental de las habilidades sociales para expresarnos con asertividad o ser capaces de empatizar. Estaba convencido de que me daría una visión adicional muy útil en mi desarrollo como investigador en habilidades sociales.
Buscaba una formación universitaria, con profesores reconocidos en su campo y que pudiera realizarse a distancia. Soy bastante cauto y antes de decidirme a invertir mi tiempo y dinero en un programa formativo investigué todas las opciones disponibles, y sin duda la de la UNIR fue la que mejor se ajustaba a mis necesidades.
¿Cómo te ha ayudado esta titulación en tu investigación?
Las habilidades sociales pueden considerarse simplemente como nuestra forma de relacionarnos con los demás, pero no son solo eso. También tienen que ver con nuestra relación con nosotros mismos, y para ello saber gestionar nuestras emociones es imprescindible.
El Experto Universitario en Inteligencia Emocional de UNIR me ha permitido complementar esta visión “hacia afuera” de las habilidades sociales con un enfoque más interno. La idea es que para saber relacionarse con los demás primero tenemos que aprender a relacionarnos con nosotros mismos.
Tienes un blog, Habilidad Social ¿Cuándo decides abrirlo?
El blog empezó como un lugar donde recopilar todo lo que iba aprendiendo, por eso al principio era prácticamente una biblioteca de estudios.
Pero poco a poco me fui dando cuenta que los artículos más prácticos, como este sobre la comunicación asertiva explicada paso a paso, generaban mucho interés en los lectores, así que a mediados del año 2014 decidí convertirlo en un portal práctico sin perder la esencia científica con la que había nacido.
Y a partir de 2015, cuando empecé también a crear contenidos relacionados con la gestión emocional, como este otro artículo, que se popularizó mucho, la afluencia de lectores se multiplicó.
El blog Habilidad Social cuenta con más de 6.000 visitas al día ¿Cuál crees que es el motivo de este éxito?
Estoy convencido que los buenos contenidos juegan un papel muy importante tanto para los buscadores de Internet como para retener usuarios. Cada artículo mío es un pequeño trabajo de investigación, me paso horas recopilando estudios y evidencia científica disponible sobre un tema concreto. Y luego me encargo de traducir todo eso en un lenguaje práctico que los lectores puedan empezar a usarlo de inmediato.
¿Cuáles son las bases para desarrollar buenas habilidades sociales o comunicativas?
La base es creer que se pueden cambiar. Está demostrado que no nacemos con mejores o peores habilidades sociales, sino que las desarrollamos durante la infancia. Sin embargo mucha gente cree que no puede hacer nada para cambiarlo, y se crea una resistencia interna al propio aprendizaje.
Luego también es muy importancia la inteligencia emocional de cada uno. La capacidad de no perder la calma cuando las cosas no salen como se quiere y la fortaleza para salir de la zona de confort y hacer aquellas cosas que antes nos daban miedo. Todo se puede entrenar.
Tras especializarte en Inteligencia emocional en UNIR ¿Qué destacarías de tu paso por esta titulación? ¿Te ha ayudado en tu carrera profesional?
Curiosamente me ha ayudado a dos niveles: el primero a nivel de mis propias competencias. He aprendido a gestionar mis emociones con más eficiencia y a ser más consciente de ellas, porque antes solía estar algo desconectado emocionalmente.
El segundo es a nivel profesional. Mayores conocimientos significa ampliar tu empleabilidad, y en este caso me ha ayudado a ser capaz de orientar a las personas para que creen una relación más sincera y satisfactoria con sus emociones.
Lo que destacaría de esta titulación es sin duda la calidad de su profesorado. Son expertos en su materia, autores de libros de referencia y sobretodo muy buenos comunicadores.
¿Qué ventajas has experimentado al tratarse de una titulación online a la hora de compaginarlo con tu investigación?
¡Todas! Me ha permitido organizar mi tiempo dentro de unos márgenes que establece el propio programa de estudios. De lo contrario probablemente no me hubiera resultado posible realizar la titulación. Para la gente que trabajamos y tenemos una disponibilidad limitada los cursos online han sido una bendición para seguir formándonos.
Las clases grabadas también son todo un acierto y te hacen sentir dentro de un aula. He hecho otros cursos online donde la mayoría del temario son archivos pdf y la motivación para continuar no es la misma.
¿Por qué son tan importantes las habilidades sociales?
Porque tu relación con las personas es lo que mayor impacto va a tener en tu vida. Determina la clase de amigos que tendrás, el apoyo que recibirás en los momentos difíciles y las oportunidades profesionales a las que podrás acceder, entre otras cosas.
Somos seres sociales y estamos programados para relacionarnos. No hacerlo o hacerlo de forma tóxica afecta muchísimo nuestra calidad de vida. El bienestar emocional está muy relacionado con sentirnos valorados y apreciados, y en la sociedad actual es muy difícil que exista uno sin el otro.
¿Cómo era Pau Forner y cómo es ahora?
Esencialmente igual pero mucho menos tímido y acomplejado a la hora de decir lo que pienso. He comprobado que cuando te abres y muestras tus sentimientos no recibes rechazo, recibes comprensión.
