Acaba de recibir el Premio Fundación Musical de Málaga (FMMA) por el mejor expediente académico de 2014 en el Conservatorio Superior de Málaga.
A sus 19 años, Bohdan Syroyid, ucraniano afincado en España desde hace 13, ha compaginado en los últimos años el Bachillerato con la carrera de Composición Musical y el Máster Universitario de Investigación Musical que cursa con UNIR. Todo un niño prodigio que tocaba el piano con 6 años y componía con 8 a pesar de que no lo tuvo nada fácil. “Llegué a España en el año 2002, cuando era un crío de 7 años. Recuerdo que económicamente en mi familia no eran “tiempos de poesía”, pero añoraba mi antiguo piano. Aquella Navidad pedí a los Reyes Magos un único regalo: un piano. Mi madre, con creatividad, diseñó un piano especial, un piano que solo sonaba en mi cabeza. Así, una amistad familiar me bautizó como el niño que tocaba en un piano de cartón”, explica el joven ucraniano.
Bohdan Syroyid recibirá una beca de 30.000 euros para completar su formación en los próximos dos años donde decida. “Me gustaría ir a Reino Unido, Austria o Alemania. El problema radica en mi nacionalidad ucraniana, que no me posibilita poder viajar a estos países. Podría ir a Ucrania y solicitar un visado, pero no haría más que incrementar el problema dada la situación de conflicto bélico. Prefiero seguir sentado junto a mi piano que correr el riesgo de acabar en un carro de combate”.
Su amplio rodaje académico, no le impide estar al día con la lista de los 40 principales y conoce lo último de Ed Sheeran o One Republic. “No tengo muchos ratos libres pero sí escucho música y mucha. Me gusta escuchar música tanto académica (Francisco Guerrero, Alberto Posadas, Sofía Gubaidúlina, Murail, Grisey, Ligeti, Messiaen…) como comercial (Coldplay, OneRepublic, Owl City, Ed Sheeran, The Fray…)”, apunta.
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A pesar de que los medios de comunicación han hecho hincapié en su nacionalidad, el joven compositor se siente español. “Me duele no poder representar a España, porque al salir de Ucrania era tan pequeño, que lo único que aprendí fue a caminar. En la actualidad, se está tramitando la posibilidad de conseguir la nacionalidad española por tener circunstancias excepcionales. Este proceso se denomina nacionalidad por Carta de Naturaleza, pero no depende de mi constancia y esfuerzo, sino de lo que consideren las autoridades españolas”.
En UNIR encuentro bastantes asignaturas enfocadas a la composición, lo cual me fascina
Respecto a su carrera formativa, considera que “en un breve espacio de tiempo he evolucionado muy deprisa”. A los 8 años comenzó en el CEM Picasso (Málaga). En cuarto de grado elemental se trasladó al CPM Tenllado (Málaga) donde con ampliación de matrícula en el primer curso pudo recuperar el año de atraso que tenía. Al año siguiente entró en el Conservatorio Superior de Música de Málaga en la especialidad de Composición. Tenía 14 años cuando la edad habitual son 18-19 años por tratarse de estudios superiores. Precisamente, a los 18 es cuando se licenció en Composición Musical compaginando estos estudios con la ESO y el Bachillerato. A su meteórica carrera no le faltan reconocimientos: primer Premio de Composición para Banda Sinfónica “Maestro Artola” por la obra “Mar sin agua” (2013) o el primer Premio de Composición para Orquesta Sinfónica “Emilio Lehmberg” por la obra “Los bosques de cemento” (2014). “Es como si la ilusión infantil de ser compositor se estuviera materializando casi sin darme cuenta”, apunta.
En relación a sus estudios en UNIR, destaca la ventaja de su modalidad online porque “me facilita poder continuar mis estudios en un programa de doctorado. Además, encuentro bastantes asignaturas enfocadas a la composición lo cual me fascina”. Y añade: “no considero que esté haciendo un esfuerzo. Prefiero decir que simplemente hago lo que me gusta. De esta manera, el esfuerzo lo convierto en una herramienta a favor”.
