David Delgado, egresado del Máster en Dirección e Intervención Sociosanitaria, cuenta a VIVE UNIR cómo ha vivido este año de pandemia y lo importante que ha sido contar con una sólida formación para afrontar y resolver con creatividad los problemas.
David Delgado llegó a UNIR con la ilusión de formarse en el Máster de Dirección e Intervención Sociosanitaria y poner coto al ‘burnout’ en la enfermería, su sector. Un año y medio después de hablar con él sobre su brillante TFM, y tras vivir en primera línea la pandemia, Delgado habla de nuevo con Vive UNIR para contar en primer persona cuál ha sido su experiencia como responsable de un centro sociosanitario, lo que supuso contar con una formación de calidad para superar algunos de los momentos más duros y como la “unidad” ha sido el gran descubrimiento que le ha traído la COVID-19.
- Lo primero, ¿Cómo te encuentras?
Ahora mejor. Tras un año complicado y largo, yo diría que me encuentro en esa zona de reflexión de todo lo pasado, de todo lo vivido. Y esto, sin duda, es la etapa donde uno analiza cómo llegó todo y cómo fuimos buscando soluciones a cada situación concreta para minimizar, en la medida de lo posible, el impacto humano y profesional que conllevaba. Tanto en usuarios y residentes como en todo el equipo que diriges.
- ¿Han cambiado tus funciones como responsable asistencial de un centro sociosanitario durante la pandemia? ¿De qué forma?
La llegada del SARS-CoV-2 me cogió como director adjunto de un centro sociosanitario de Madrid. Justo en el ojo del huracán. Y, aunque en un principio, las previsiones eran de tormenta pasajera, según las informaciones que nos trasladaban desde las instituciones gubernamentales e internacionales, mi condición de sanitario me decía que nos enfrentábamos a una pandemia sin precedentes, a un huracán de categoría 5 en la escala de Saffir-Simpson.
Desde esa tarde del 8 de marzo de 2020, las definiciones de funciones de cada puesto se diluyeron. Cada trabajador y trabajadora de los distintos equipos y disciplinas se convirtió en un profesional de respuesta inmediata ante la emergencia que estaba sucediendo. Hicieron falta manos con independencia del puesto, y eso es precisamente lo que hicimos.
Todos y cada uno nosotros dábamos soporte a otros departamentos. Y el sanitario fue uno de los más afectados por la intensa carga asistencial, sobre la que repercutió de forma directa la situación de excepcionalidad. Cada día, a las horas de dar la comida, merienda o cenas en boca para aquellos usuarios y residentes con alto grado de dependencia, subía a las plantas para colaborar con su alimentación. Era básico y fundamental mantener en óptimas condiciones de nutrición e hidratación a los residentes. De igual modo, colaboré en la reorganización del trabajo del equipo médico y de enfermería, proporcionándoles la adecuación de controles de cada zona, medicalizando el centro con el material sanitario que nos hizo llegar la Comunidad de Madrid.
A mi trabajo diario se fueron añadiendo funciones que se priorizaban sobre las ya previstas. Dando un carácter inmediato a la salud de los residentes y posponiendo las tareas administrativas propias e inherentes a mi cargo como director adjunto.
Hoy por hoy, como responsable asistencial de un centro sociosanitario, continuamos asistiendo en muchas tareas al resto de los equipos. La supervisión es más directa y exhaustiva.
La propia vivencia de la pandemia ha resultado un cambio de paradigma en la dirección de los equipos sanitarios y asistenciales, tanto de hospitales como de centros sociosanitarios. Y esto, sin duda, debe fijar las bases para una mejor instauración de las medidas.
- ¿Hay algún momento que te marcase especialmente o que quieras destacar?
Todo en general fue y sigue siendo una situación difícil para todos. Fueron especialmente duros los fallecimientos, y como se producían en soledad. Al inicio de la pandemia, y dado el estado de alarma en el que se encontraba todo el país, no disponíamos de autorización para permitir el acceso de familiares a los centros . La propia contención y protección de la población civil frente al virus ocasionaba precisamente la imposibilidad de estar cerca de tu familiar cuando éste se encontraba en situación terminal por covid-19. Si bien es cierto que el personal se volcó con todos y cada uno de los usuarios y usuarias del centro, nunca podría este acompañamiento suplir al de tu propia familia. Esto, sin duda, fue lo más duro.
- Siempre se puede sacar algo bueno de lo que nos ocurre, ¿con qué te quedarías?
Con la UNIDAD. Por primera vez en mucho tiempo, todo un país, todo el planeta se une contra un mismo enemigo. Al margen de otras cuestiones, toda una sociedad civil dejó a un lado sus credos e ideologías para colaborar juntos. Una colaboración a pie de calle, entre vecinos, familias, conocidos y amigos.
Me quedo con la solidaridad, el compromiso y la humanidad. Desde la llegada del virus, muchas personas en todo el mundo se replantearon sus prioridades en sus vidas. Para otras muchas supuso un inicio del cambio de sus formas de pensar, incluso de ser.
En concreto, la enfermería y profesiones sanitarias nacieron con la voluntad de cuidar. Y este virus ha hecho retomar esos orígenes de la enfermería, donde cada persona de cada ciudad, de cada pueblo, de cada barrio, se convirtió en enfermera. De una forma u otra, todos cuidaron de sus familias, amigos o vecinos. Y esto fue especialmente motivador para todos los que estábamos en primera línea.
El aplauso es mutuo.
Este virus ha hecho retomar esos orígenes de la enfermería, donde cada persona de cada ciudad, de cada pueblo, de cada barrio, se convirtió en enfermera
- ¿Te ha ayudado en estos meses la formación que recibiste en UNIR? ¿De qué forma?
Totalmente. El máster oficial que cursé con UNIR considero que ha sido fundamental. No solo por los contenidos de la materia, sino por la gran capacidad analítica que te hace desarrollar.
No siempre lo importante de un posgrado son las asignaturas ni el número de créditos, sino lo capaz de la metodología de la formación para generar ideas que te ayuden en afrontar problemas y situaciones para las que la literatura no aborda.
Son situaciones concretas e imprevisibles que requieren de soluciones adaptadas al momento, al contexto y a la situación. No todo el saber está revelado ni enseñado. Por ello, la importancia de realizar una formación que desarrolle tus propias capacidades de gestión, análisis y respuesta a multitud de escenarios, muchos de estos, como el covid en el sector social y sanitario.
- ¿Alguna de las asignaturas del máster o el consejo de algún docente te ayudó especialmente en tu labor?
Tuve la suerte de tener un elenco de profesores de máster, todos ellos doctores en sus materias y mayoritariamente en ejercicio en sus disciplinas, que supieron transmitirme esa capacidad de análisis que te comentaba anteriormente. El desarrollo del máster oficial no se limitaba al estudio de las materias y su posterior examen. Iba mucho más allá. El método incorpora la realización de trabajos, individuales y en equipo, que necesariamente tenías que plantear soluciones a casos, revisión sistemática de estudios, estadísticas, resultados para su posterior análisis y desarrollo de propuestas con las conclusiones obtenidas. Y esto era cada semana, siendo por tanto, un método vivo, alejado de una formación estática, encorsetada e inmóvil.
Daba alas a la creatividad, al razonamiento crítico, a la excelencia en la calidad. Así que, todas las asignaturas, de una forma u otra, fueron perfectamente elegidas en una simbiosis disciplinaria con resultado complementario que aumenta las probabilidades de éxito de cualquier profesional que lidere equipos.
Desde la dirección del máster y profesora de la asignatura titular, la Dra. Carmen Arenas, ofreciéndote las herramientas para adaptar el estilo de dirección más adecuado a cada situación, pasando por el Dr. Karim Ahmed, en materia legislativa, con unas clases dinámicas y abiertas a la construcción de ideas por parte de los alumnos. En definitiva, todo el profesorado era excepcional.
Si algo ha demostrado situaciones como estas, es que la formación universitaria y de calidad también es online.
- Un deseo para los próximos meses a nivel profesional
Aprender de lo vivido para seguir generando respuestas a situaciones no planteadas ni previsibles. Al igual que el objetivo de la excelencia en la calidad de una organización es un camino constante, que no cesa en la búsqueda de la mejora continua, la formación que desarrolle el razonamiento crítico y la creatividad de los líderes del futuro es, sin duda, la de mayor calidad, lógica y el mayor de los sentidos: el común.