José María Fillol Cuadrado
Isabel Torremocha aplica innovadores conceptos adquiridos como estudiante en UNIR, para la actividad teatral que desarrolla en su instituto actualmente. El trabajo en equipo de su TFM inspiró los objetivos específicos del proyecto educativo que ahora lidera.
Se reconoce en la generación boomer, pero se siente muy cerca de los jóvenes como profesora de secundaria. “No obstante, no es tanto la edad como la actitud”, afirma. Precisamente actitud tiene de sobra Isabel Torremocha Cagigal, la misma que la llevó a formar parte de la primera promoción 2021-2022 del Máster en Innovación Educativa Online de UNIR, un paso esencial en su profesión y en su mentalidad de estar permanentemente en formación continua.
“La experiencia fue intensa, al mismo tiempo muy enriquecedora. Conseguí una base para mi trabajo en el aula y para la mejora de mi labor docente”. Ese conocimiento adquirido lo aplica ahora en las aulas de un instituto de Salamanca, con una visión consciente de los cambios educativos que se viven en la actualidad y como parte activa de esa transformación.
Acaso el Máster le ha abierto horizontes en áreas que ella misma no podía imaginar antes de iniciarlo. “Conocí los ámbitos de la realidad virtual y aumentada, y ahora mismo estoy pisando el terreno del metaverso”, confiesa.
Aunque había trabajado en pequeños proyectos, buscaba fundamentos que le guiaran en la innovación educativa. No solo los encontró en el Máster, “sino que me ha preparado para desenvolverme en el mundo del cambio líquido, para afrontar retos del futuro, con herramientas como el análisis DAFO y que hago constantemente cada vez que quiero poner en práctica un plan de trabajo”.
TFM en equipo
En la base de todo ello, está el Trabajo de Fin de Máster (TFM) que Isabel tuvo que elaborar codo con codo con tres compañeros más, para lo cual la coordinación fue esencial. Por eso valora la flexibilidad de la metodología UNIR en un entorno virtual -en la que incluye el acompañamiento de profesores y tutor en todo momento- que permitió unificar distintos criterios y alcanzar el mismo objetivo de cambiar las estrategias de liderazgo de un centro real.
Isabel Torremocha Cagigal, UNIRalumni.
“Al ser online podíamos adaptar nuestros ritmos de estudio y clases, ajustar los trabajos individuales exigidos durante el Máster y concentrar nuestros esfuerzos en las reuniones acordadas. Esto permitió darles forma a los objetivos específicos de integrar a toda la comunidad educativa del centro en una comunicación fluida y promover la formación en TIC del profesorado”, explica Isabel.
A las dinámicas de colaboración y organización fundamentales en el reto de equipo, la UNIRalumni recuerda la contribución de las actividades y de las asignaturas, “perfectamente enfocadas e interrelacionadas en una situación de aprendizaje y de mundo en constante cambio para ser trasladado a tu realidad de aula”, comenta.
No podría prescindir ni de las asignaturas ni de las soft skills. Ambas son semillas que germinan como un currículo oculto y sigue creciendo tras el Máster. Isabel Torremocha, estudiante del Máster en Innovación Educativa de UNIR.
Así, enfatiza las aportaciones de carácter práctico de la asignatura ‘Design thinking’, para analizar las necesidades y posibilidades de un centro, o las de ‘Inteligencia, Neurociencia y Aprendizaje’, basada en los conocimientos reales sobre el funcionamiento del cerebro, en busca de una educación más justa e inclusiva. “No podría prescindir de ninguna de las materias, como tampoco de las soft skills adheridas. Ambas son semillas de ese enriquecimiento personal que germina como una especie de currículo oculto y sigue creciendo después del Máster”, señala.
Isabel alude a la ‘Experiencia UNIR’, al aprendizaje de las llamadas habilidades blandas en comunicación, gestión del cambio y trabajo en equipo para alcanzar el éxito en las aulas. “La principal característica que un docente innovador debe tener es la voluntad de mejora” subraya.
También destaca otras cualidades potenciadas desde el Máster, como el afán de investigación, la visión crítica para analizar la realidad, la responsabilidad con el objetivo planteado, la creatividad y la construcción de la empatía… Y hacer virtud de la dificultad, “convertirla en una oportunidad y un signo de resiliencia”.
Proyecto educativo a escena
Ese espíritu lo ha trasladado Isabel Torremocha a su proyecto actual. En el IES Lucía de Medrano de Salamanca, donde trabaja, recibió el encargo de su director de abordar la actividad de teatro. Fue la oportunidad de poner en práctica lo aprendido en el Máster en Innovación Educativa Online de UNIR.
La ‘Experiencia UNIR’ potencia las ‘soft skills’, cada vez más demandas en el mercado laboral.
La iniciativa trata de plantear la actividad dramática no simplemente por el mero hecho de montar una obra con un grupo escolar, sino con la finalidad de trabajar aspectos transversales que afectan al individuo desde una óptica personal, control de voz, quinesia, respiración… “Desde el punto de vista interno, atendemos al control de emociones. Y desde el aspecto social, buscamos la resolución de conflictos en áreas que atañen a la corresponsabilidad y a la pertenencia de grupo, de un equipo”, explica la docente.
Un proyecto con pocos recursos económicos pero ambicioso en conocimiento, que contribuye a innovar en el centro de enseñanza y a diseñar el futuro educativo de los alumnos de Isabel, quien a través del entusiasmo transmite su lema: “Sin emoción no hay aprendizaje”.
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