Vanessa Ruiz de Gauna ha llevado las riendas del Deportivo Alavés hasta el año 2011, desempeñando el cargo de Consejera Delegada en la entidad albiazul.
Hoy nos recibe con una sonrisa en su despacho en la agencia de viajes que dirige. En su mesa, un montón de carpetas de colores nos hacen pensar que es una persona organizada y metódica.
Vamos a repasar con ella su andadura por el Club y averigüemos también cómo es su presente.
¿Qué le llevó a tomar las riendas del equipo de fútbol estandarte de su provincia?
El Deportivo Alavés atravesaba una situación muy delicada, y requería de actuaciones rápidas y de implicación absoluta. Por aquel entonces se me ofreció la posibilidad de comenzar a trabajar sobre un proyecto inmerso en una situación crítica pero a la vez apasionante, y sucumbí al reto.
¿Acaso tenía usted conocimientos sobre el mundo del fútbol?
La verdad es que nada más allá de la pura afición. Sin embargo, tocaba arrimar el hombro y pensé que lo conveniente para llevar a buen puerto el trabajo que estaba desempeñando, era conocer desde dentro ese mundo. Así que decidí formarme al respecto, de manera que todos los lunes viajaba a Madrid, para titularme como directora deportiva. Ello me sirvió también para coincidir en varias ocasiones entre otros, con el gran Vicente del Bosque.
Con Vicente del Bosque y seguro que con muchos más hombres que mujeres…
Sí, de hecho de unas treinta personas que asistíamos al curso, solamente otra intrépida y yo formábamos el elenco de féminas, cosa que en modo alguno nos amilanó. (Entre risas…)
¿Ha sentido diferencia de trato por el hecho de ser mujer?
No, para mí no ha supuesto ningún hándicap, de hecho ni siquiera lo tenía en mente. Supongo que haberlo transmitido de esa forma ha supuesto que el trato de los demás hacia mí haya sido totalmente natural. Al fin y al cabo se trataba de sumar entre todos.
Parece que tiene carácter, ¿lo ha hecho notar en su condición de jefa?
Sí, pero sobre todo lo he hecho notar en beneficio del proyecto común que teníamos entre manos, y no tanto para reprender sino más bien para hacer que el equipo en toda su estructura, no sólo jugadores sino también cuerpo técnico y trabajadores del Club, funcionara como el engranaje de un reloj.
Ha pasado año y medio desde que dejara su cargo al frente del equipo, ¿cómo lo ve desde la distancia?
Pues me da gusto ver que después de todos los esfuerzos e ilusiones invertidos, siga adelante y a día de hoy el equipo se encuentre el primero en la tabla clasificatoria, fundamentalmente porque la afición ya se lo iba mereciendo y además porque es muy satisfactorio ver cómo todo lo que planté en su momento empieza a dar frutos ahora.
Y ahora, ¿a qué dedica su tiempo?
Después de haber vivido intensas vicisitudes, no me quedaba más que emprender una nueva andadura aparte de mi trabajo. Quizá podría decir que se trata de una empresa menos arriesgada que la anterior, pero no por ello menos apasionante. Desde hace un par de años soy alumna convencida y devota, (se ríe…), del grado de derecho de la UNIR, y tengo que decir que me está resultando enormemente gratificante.
Entonces ya lo único que le queda es…
¡Todo!. Siento que la vida hay que vivirla minuto a minuto y que hay que trabajar para conseguir los objetivos que te marques. Mis objetivos son tan amplios que siento que tengo muchísimo por hacer y que el día tiene demasiadas pocas horas.
Muchas gracias por su sinceridad y suerte con los exámenes.
Muchas gracias a ti.