Tras concluir sus estudios universitarios Pilar trabajó durante dos décadas en una consultoría y tuvo tres hijos. Su curriculum personal y laboral parecía más que completo hasta que un buen día decidió dar un paso más y se matriculó en UNIR.
Aprovechando una etapa sin trabajo se propuso obtener el grado en Educación Primaria.
Solo la Universidad Internacional de La Rioja podía ofrecerle lo que necesitaba. Por eso no se lo pensó dos veces y hoy, con el grado en sus manos, ejerce como profesora de primer curso de Educación Primaria. Su vida ha cambiado radicalmente.