Diego Caldentey
El empresario que lidera la primera multinacional española y segunda del mundo en servicios de cambio de moneda fue el protagonista de una nueva edición del ciclo VISION CEO de UNIR.
El camino que debe recorrer una empresa familiar para convertirse en multinacional depende de muchos factores. Pero cuando se concreta, los desafíos y retos por delante son acordes con el tamaño que va adquiriendo la organización. Eso es lo que ha vivido Global Exchange, la primera multinacional española y segunda a nivel mundial en servicios de cambio de moneda.
Isidoro J. Alanís, presidente de la compañía, aseguró al respecto que “una vez que comienzas un desarrollo empresarial (por muy pequeño que sea) si se tienen ganas, pasión e ilusión y se ponen los medios, poco a poco se va creciendo. Eso es lo que nosotros hicimos y lo que nos ha ocurrido en estos años”.
El empresario participó de una mesa redonda con estudiantes del MBA online de UNIR.
La compañía nació en España en 1996 con un puñado de empleados, en una oficina diminuta de un centro comercial situado en un municipio salmantino lindante con Portugal. Hoy tiene casi 400 oficinas en 24 países de distintos continentes y más de 12 millones de clientes anuales. Esta multinacional española presta sus servicios de cambio de moneda en aeropuertos internacionales y puertos, y en numerosas ciudades, lugares turísticos y hoteles, además de gestionar la devolución del IVA o Tax Free, entre otras operaciones financieras que lleva a cabo a diario.
Alanís fue el protagonista este jueves de una nueva sesión de VISIÓN CEO, el ciclo que realiza la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) para sus estudiantes del MBA online y para todo el público interesado en conocer la opinión de reconocidos referentes empresariales del país.
Alanís lidera equipos empresariales desde que tiene 23 años, según confesó.
Al hablar de la actividad que ejerce, el invitado confesó que se siente empresario “desde siempre, de manera vocacional. Y eso no tiene méritos en mi caso: mis antepasados –tanto paternos como maternos– eran ya empresarios en el siglo XIX. Creo que hay un cúmulo genético para explicar esto. En realidad, soy lo que he querido ser desde siempre”, manifestó en el encuentro, nuevamente conducido por Iñaki Ortega, economista y profesor de la Facultad de Empresa y Comunicación (FEC) de esta institución. La mesa redonda contó además con la participación de Esther Benito; y de Borja Peigneux, product marketing manager. Ambos cursaron el MBA online de UNIR.
Emprendedores de raza
Ortega comentó que es una creencia generalizada que las importantes empresas e ideas deben estar arraigadas en grandes núcleos y urbes como Londres, Hong Kong o Nueva York. Pero no fue así en el caso de la firma dirigida por Alanís, que tuvo su origen en Fuentes de Oñoro, pueblo salmantino de un millar de habitantes.
“Nosotros somos la segunda multinacional del mundo en el sector de cambio de moneda en aeropuertos internacionales. Pero comenzamos hace 27 años en mi pueblo, fronterizo con Portugal, ofreciendo el servicio de cambio de moneda a los turistas. Por mi municipio pasan unos 11 millones de turistas al año -desde Portugal hacia el resto de Europa, o viceversa-. Antes de la entrada del euro, pensamos en responder a las necesidades de cambio de moneda que ellos tenían. El objetivo fue ofrecer un servicio profesional: cuando cerraban los bancos o eran días festivos, la gente no tenía cómo cambiar moneda”, explicó al recordar los orígenes de la compañía.
Seis años después del comienzo de esta historia llegó el momento de la expansión internacional de la firma. El motivo fue “la entrada en vigor del euro, que supuso la desaparición de un gran número de monedas europeas. A comienzos de 2002 tuvimos que cerrar todas las oficinas que teníamos en España y buscar nuevas alternativas. Por ello decidimos optar por la internacionalización para poder seguir creciendo”, subrayó el empresario. Argentina fue la primera ‘estación’ de un increíble trayecto. A finales de 2001, Global Exchange abrió 11 oficinas de cambio de moneda en los seis principales aeropuertos del país sudamericano.
Borja Peigneux fue uno de los estudiantes del MBA de esta universidad que participó en el encuentro.
Ortega recordó después que en el sector financiero siempre hay situaciones (algunas que pueden llegar a ser negativas) que provocan cambios y obligan a los líderes de las organizaciones a afrontar esas circunstancias con capacidad y destreza en la gestión. “Teniendo en cuenta tu larga carrera profesional, ¿te queda alguna crisis por vivir?”, le preguntó. “Las empresas son como las personas, siempre están expuestas a momentos positivos y de crecimiento, o negativos, que son las crisis. Lo importante de las crisis es saber valorarlas y poner el remedio cuanto antes para intentar superarlas”, aseguró, antes de describir que Global Exchange ha vivido tres grandes crisis hasta el momento: “La entrada del euro fue una, pero nos obligó a estar en 23 países con nuestros propios equipos. Esa crisis fue positiva para nosotros”.
“La segunda crisis -continuó- fue cuando nos echaron de Argentina, en 2011. Este era un país sumamente importante para nosotros, ya que representaba el 40% de nuestros ingresos. Eso supuso abrir mucho más el espectro geográfico y no tener miedo para entrar en países del mundo que no eran hispanohablantes. Finalmente, la pandemia fue la tercera gran crisis que debimos afrontar. Nos obligó a cerrar todo nuestro negocio a nivel mundial en 2020. En ese momento teníamos una plantilla de 2.500 personas y pasamos a contar con 160. Tuvimos que tomar decisiones de manera inmediata y reducir drásticamente el número de trabajadores en solo seis semanas. Eso implicó una reducción del 93% de nuestros recursos. Pero si no lo hubiéramos hecho, hoy no tendríamos 2.700 trabajadores en nuestra empresa”.
Las crisis representan oportunidades si los líderes empresariales saben gestionarlas, como destaca Alanís: “Hoy en día somos cuatro veces más rentables que en 2019 y tenemos más presencia en aeropuertos del mundo. Las tres crisis que tuvimos que superar nos han servido para dar un salto más”, señaló.
El valor añadido de las empresas familiares
Posteriormente, la estudiante del MBA online de UNIR Esther Benito preguntó al entrevistado si consideraba que las empresas familiares como la suya tenían un valor añadido frente a otras que no lo son: “El núcleo familiar es lo que distingue a una empresa, en materia de decisiones, en agilidad, en ética… Detrás de las empresas hay personas. Principalmente, las empresas familiares tienen pasión, porque nuestro prestigio está en juego”, respondió. Asimismo, dijo que las empresas familiares tienen mucha más flexibilidad. En España el 90 por ciento de las empresas son familiares. Incluso, Inditex es familiar, y hasta el Santander tiene un componente familiar.
Ortega también se refirió al sector del turismo, directamente vinculado a la actividad que desarrolla Global Exchange. “¿Por qué para España parece resultar una condena ser un país turístico? ¿Por qué nos fustigamos con el turismo y es una fuente de riqueza que aporta ingresos claves a nuestra economía?”, preguntó el profesor de UNIR. “Eso realmente es inentendible. Hasta 2020 el turismo era el único sector que tenía crecimientos paulatinos en todo el mundo. Es esencial para países como España, porque aquí nos aporta el 12% del PIB y es un motor principal de nuestra economía”, respondió Alanís.
VISIÓN CEO es una iniciativa de UNIR que promueve un punto de encuentro entre empresarios y estudiantes.
Este empresario consideró que “hay que ofrecer nuevas alternativas, con un nivel y posicionamiento más alto, para que el ingreso del turismo suba más cada año. No podemos pretender ser un país tan industrializado como China. Aunque no podemos competir en precio con muchos países, sí podemos exponer que tenemos un país único en el mundo, no solo por el turismo de sol y playa, sino también por nuestra cultura, la gastronomía, los espectáculos deportivos… Eso nos obliga a avanzar y tener mejores infraestructuras y hoteles. El turismo lo mueve todo”.
Los participantes del foro abordaron después los diversos tipos de clientes que tiene un gigante como Global Exchange en el mundo. El eje de la conversación se centró en cómo la firma se adapta a la idiosincrasia de cada cliente y sociedad. “Los clientes americanos y europeos son distintos. Buscan motivos vacacionales distintos… Lo que cambia es el propio destino y las intenciones de los turistas. El turismo de sol y playa del Caribe no tiene nada que ver con el de Europa… De todas formas, el cliente busca siempre nuevas experiencias y disfrutar de culturas diferentes. Cuanto más se viaja fuera uno se da cuenta de lo fascinante que es este mundo”.
¿Desaparecerá el efectivo para dar paso a la moneda virtual?
Y de la importancia del turismo a las nuevas tecnologías que lo están cambiando todo. Borja Peigneux se refirió, por su parte, a cómo la digitalización y las nuevas monedas digitales pueden llegar a impactar en el modelo de negocio de una empresa como la de Isidoro J. Alanís. “¿Será reemplazado el efectivo por moneda virtual?”, le preguntó.
El presidente de Global Exchange afirmó que “el efectivo va a estar con nosotros durante bastante tiempo todavía. Si desaparece el efectivo, ¿estamos realmente dispuestos a que los Estados o los bancos con los que trabajamos controlen el 100% del gasto que hacemos y que nos tengan totalmente vigilados? Yo, por supuesto, no lo estoy. El efectivo aporta libertad. Además, el efectivo como medio de pago es el único que no tiene coste y es gratuito. Usar tarjetas implica un coste, ya seamos usuarios o establecimientos. La usabilidad es otra ventaja: puedes usar el efectivo a todas horas y en cualquier parte del mundo”, dijo. Obviamente, aceptó que el efectivo convivirá con otros medios de pago, pero subrayó que de ninguna manera desaparecerá.
Esther Benito, estudiante de esta universidad, durante el encuentro.
Otro interesante tema que abordó el invitado en el ciclo de UNIR fue cómo debe adecuarse su organización a la legislación de los diferentes países para poder operar. “Además de ganar los concursos correspondientes para funcionar en los aeropuertos de 24 filiales, debemos tener aprobaciones y obtener licencias. Nuestra actividad está regulada por los bancos centrales. En muchos países este es un proceso largo. En Brasil, durante el Gobierno de Dilma Rousseff, tardamos tres años en obtener la autorización”.
El conductor del espacio después se adentró en la importante cuestión de la constitución y gestión de los equipos, al preguntarle al presidente de la firma especializada en cambio de moneda “cuál es la fórmula adecuada para gestionar el trabajo de las personas” en una empresa como la suya.
“Empecé a gestionar equipos con apenas 23 años. A medida que te vas haciendo mayor, te vas dando cuenta de que los equipos directivos son fundamentales, pero el resto de los equipos en la estructura de una organización también lo son. La información debe fluir en el seno de las organizaciones. Yo lo que hago es rodearme del mejor equipo siempre y en todas las circunstancias. Las empresas no son lo mismo cinco años antes o después. Las necesidades cambian. Este es un proyecto que requiere de gente trabajadora, con pasión e ilusión. Quienes no la tengan no pueden trabajar con nosotros. A partir de ahí debemos convencerles de que se vengan a trabajar a Salamanca, donde está nuestro núcleo duro”, desveló.
También agregó que “cuando uno consigue que el equipo directivo esté unido a la ambición de la empresa y a su visión de futuro, eso es imbatible”. También destacó que “el objetivo de la compañía es llegar a las 400 oficinas en el mundo este año, con la apertura de nuevas sucursales en dos aeropuertos brasileños”.
Al promediar el evento, Borja Peigneux preguntó al invitado qué consejos daría a un futuro directivo, que principalmente quiera desempeñarse en el sector turístico como el de su empresa. “Nosotros estamos en uno de los sectores más divertidos donde uno puede trabajar. Por eso, aconsejo siempre buscar empresas donde uno crea que puede estar feliz trabajando. Dedicamos mucho tiempo a trabajar como para no estar conformes e ilusionados con lo que hacemos”.
También habló de saber compaginar la familia con las actividades laborales: “Simplemente se trata de priorizar en la vida. El trabajo para mí es como un hobby. Es una pasión, yo tengo esa fortuna. El resto del tiempo queda para la familia y los amigos”.
Referentes de su carrera y de su vida
En el tramo final de la sesión, Isidoro J. Alanís mencionó a las personas que marcaron su carrera: “Mi padre fue uno de mis grandes referentes, ya que fue un empresario vocacional. Hacíamos un buen tándem, porque yo me animaba a asumir más riesgos que él. Lamentablemente falleció muy joven, a los 68 años. Pero estaría muy feliz al ver nuestro crecimiento. Y también me marcó mucho Leopoldo Fernández Pujals, fundador de Telepizza. Una vez le escuché en una conferencia en Palma de Mallorca. Me pareció un genio, con una claridad absoluta al describir la visión que tenía en los negocios”, concluyó el empresario.
Así terminó una nueva edición de VISION CEO, el ciclo que promete traer a nuevas personalidades referentes del mundo empresarial. Rosa Carabel, consejera delegada del grupo Eroski, será la siguiente invitada en un nuevo programa que se emitirá próximamente.
Más información:
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