David Farell y Macu Delage, de UNIR, y Pilar Iguácel y Asun Antoñanzas, de Labrys, analizaron en una conferencia cómo los yacimientos de La Clínica y la calle Sastres están contribuyendo a ampliar el conocimiento de la historia antigua de Calahorra.
Los arqueólogos directores del Campo Experimental de Arqueología Calagurris-UNIR, David Farell y
Macu Delage (UNIR), Pilar Iguácel y Asun Antoñanzas (Labrys), impartieron una conferencia sobre las intervenciones llevadas a cabo en los yacimientos de La Clínica y la calle Sastres en 2022 y 2023.
Los ponentes hablaron sobre “La Clínica y calle Sastres. Resultados preliminares del campo de trabajo UNIR 2022 y 2023” y a lo largo de la charla pusieron de manifiesto que las intervenciones desarrolladas en estos años han contribuido notablemente a ampliar el conocimiento de la historia antigua de Calahorra.
Para David Farell, “uno de los premios del trabajo arqueológico es la valorización del patrimonio histórico por parte de la ciudadanía”. Asimismo, el director del proyecto incidió en que “la importancia de Calahorra en la antigüedad y el interés del municipio por seguir descubriendo su pasado fueron dos de las claves que convencieron a UNIR para iniciar su proyecto de los Campos Experimentales de Arqueología”.
Gracias a esta iniciativa “más de 40 participantes han podido conocer de primera mano la metodología arqueológica y los materiales procedentes de las excavaciones. Dos campañas que nos permiten valorar muy positivamente el trabajo realizado, contando en todo momento con la colaboración del ayuntamiento de Calahorra y los Amigos de la Historia de Calahorra”, aseguró Farell.
Conferencia “La Clínica y calle Sastres. Resultados preliminares del campo de trabajo UNIR 2022 y 2023”.
En cuanto a las intervenciones arqueológicas llevadas a cabo, Iguacel y Antoñanzas detallaron que se han descubierto varias tumbas de la necrópolis de La Clínica, además de diferentes estructuras de cronología romana. Paralelamente a la excavación, se han realizado análisis de C14, así como un estudio paleoantropológico de algunos de los restos exhumados, que han permitido conocer con mayor precisión tanto la cronología de los enterramientos como determinadas características sociales y antropométricas de varias de las personas allí inhumadas.
Por su parte, las intervenciones arqueológicas en la calle Sastres permitieron ahondar en el conocimiento de la evolución histórica de esta parte de Calahorra. El lienzo de muralla que quedó al descubierto tras el derribo de una vivienda pudo identificarse como un torreón, muy probablemente de construcción musulmana. Además, en el solar, se documentó la cimentación de parte de un edificio anterior a dicho torreón, así como restos cerámicos de cronología celtibérica y de la prehistoria reciente.
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