Arteria, río, museo, escaparate, casa... La Gran Vía es casi todo. Y antes que nada, una muestra de estilos arquitectónicos. El pasado 3 de diciembre los alumnos de la Escuela de Humanidades de UNIR tuvimos la oportunidad de disfrutarlos de la mano del arquitecto Germán de Castro Gosnell.
Ya desde el mismo momento de la cita, pudimos apreciar el fino interiorismo de la coctelería Chicote (Gran Vía 12), la más célebre de España, donde el chotis Madrid prometía un “agasajo postinero con la crema de la intelectualidad”.
Inaugurado en 1931, el Chicote es un cocktail-bar de la época que se conserva prácticamente intacto. Al traspasar la puerta giratoria nos encontramos con la misma decoración de entonces, con sus muebles de madera, sillas de metal cromado, sillones de cuero, percheros metálicos en las paredes y juego de espejos. El mobiliario de Gutiérrez Soto, pensamos que todavía es original en su manufactura.
[m4p_image image_src=”custom” image=”549201443812″ responsive_dr=”yes” sizes=”full”]Nos arrancamos con un copita de Baileys muy adecuada para disfrutar la noche… y salimos a la calle. Somos un grupo de quince personas, estudiantes, profesionales, curiosos de Madrid…
Iniciamos el paseo por el tramo inferior de Gran Vía, de estilo ecléctico internacional, muy apropiado para los comercios de gran lujo (Grassy, Loewe…) y los clubes privados (Gran Peña, Casino militar…) que jalonan las dos aceras.
¿Por qué la Gran Vía es curva?
Resolvimos el porqué del trazado en arco de circunferencia de la Gran Vía: la necesaria supervivencia del Oratorio del Caballero de Gracia, de Juan de Villanueva, justificó modificar el trazado original y dibujar una curva que tocará tangencialmente el ábside, el cual fue cerrado inicialmente por Carlos de Luque entre 1911 y 1916. Posteriormente fue Javier Feduchi Benlliure quien entre 1989 y 1991 rehízo la fachada, creando un arco triunfal sobre el ábside que permite apreciar el exterior de la cúpula.
Desde la vecina Red de San Luis admiramos el airoso edificio de Telefónica, que si en principio fue un proyecto de la ITT para Chicago, por distintas circunstancias terminó recayendo en Madrid. El edificio fue diseñado en su época por Ignacio de Cárdenas como: “un edificio que halagase al posible comprador de acciones”. Es muy evidente la intervención decorativa neobarroca de la portada intentando españolizar su aspecto.
[m4p_image image_src=”custom” image=”549201443811″ responsive_dr=”yes” sizes=”full”]
El segundo tramo lo constituye el pintoresco entramado de cines (Palacio de la Música, Palacio de la Prensa…) y grandes almacenes que hoy son flagship stores de grandes marcas internacionales.
Desde la Plaza del Callao tuvimos oportunidad de admirar el flamante Edificio Carrión, obra de Martínez Feduchi y Vicente Eced. Al modo del edificio Flatiron neoyorquino, este faro o proa de embarcación se eleva majestuoso al comienzo del tercer tramo de la Gran Vía.
Despedimos esta original actividad cultural con una de las más hermosas estampas navideñas de Madrid: la cafetería del Corte Inglés de Callao (Planta 9) es el mejor mirador posible para regalarnos la pupila con el espectáculo de luces y movimiento que es la Gran Vía madrileña.