La Sala Arapiles 16 acogió cuatro grandes obras de la mano de tres importantes compañías aficionadas y el homenaje a dos personalidades: José María García-Luján y César Gil.
Un apuesto médico que contrae un matrimonio concertado, un proceso judicial en la Grecia clásica, un ultramarinos parisino y una confrontación entre un actor y un marqués. Tan atractivas premisas son los argumentos que centran la nueva cita de la Universidad Internacional de La Rioja con el teatro. Porque del 9 al 30 de abril regresa a la madrileña Sala Arapiles 16 el 2º Festival de Teatro UNIR. Las entradas para asistir a cada una de las funciones cuestan 8 euros y pueden adquirirse aquí. Para los alumnos, profesores y personal de UNIR, el precio es de 3 euros y será necesario comprar los pases en la taquilla del recinto.
Toda una oportunidad para disfrutar de un atractivo programa compuesto por el buen hacer de tres compañías aficionadas que representarán cuatro relevantes obras. La primera en saltar a las tablas será El veneno del teatro, de Rodolf Sirera, que repite por segundo año consecutivo. Aquellos que en la anterior edición no pudieran disfrutarla o que deseen rememorarla podrán hacerlo el próximo domingo 9 de abril a las 19 horas. La compañía El Barracón, surgida en 2005 en homenaje a la mítica La Barraca que fundara y dirigiera García Lorca, representará esta historia ambientada en la capital gala. Allí un aristócrata conocido por sus aficiones extravagantes invita al famoso actor Gabriel de Beaumont a su palacio para encargarle que interprete una obra teatral sobre la muerte de Sócrates que ha escrito el propio marqués. Pero la propuesta oculta una cruel intención.
Una lúcida reflexión sobre la esencia del teatro y un reconocimiento del arte dramático y de todos los que intervienen en un espectáculo teatral. Tras la representación, se homenajeará al director de la compañía, César Gil, por su labor en pro del teatro. Licenciado en Arte Dramático y Comunicación Audiovisual, el actor, director y autor ha montado más de veinte obras y obtenido incontables premios, entre ellos dos Antenas de Oro.
Un fin de semana después será el turno de El señor Ibrahim y las flores del Corán. La misma compañía es la responsable de dar vida a esta pieza, una comedia dramática de Éric Emmanuel Schmitt. Las funciones, que tendrán lugar el sábado 15 de abril a las 20 horas y el domingo 16 a las 19 horas, muestra el París de principios de los 60 del siglo pasado. En concreto se fija en el comercio de ultramarinos del señor Ibrahim, un mahometano sufí, viudo y sin hijos. Un adolescente judío que vive en un piso cercano acude como cliente y entre ambos se establece una relación que se va transformando a lo largo de sus encuentros y conversaciones. Un canto a la amistad, a la convivencia, la comprensión y la paz.
La corrupción, los intereses, la instrumentalización de la justicia y, en definitiva, la estupidez humana y su capacidad para autodestruirse subyacen en la estupenda farsa que es Proceso por la sombra de un burro, de Friedrich Dürrenmatt, y que podrá disfrutarse el sábado 22 de abril a las 20 horas y el domingo 23 de abril a las 19 horas. Esta caricatura de la condición humana que representa Honda Teatro y dirige Concha Calderón está ambientada en la Grecia Clásica, si bien plantea un conflicto ocurrido hace 2.500 años, 500 o quizá el año pasado. El origen surge en un desierto de Tracia. Bajo un sol de justicia, un dentista que ha alquilado los servicios de un burro para viajar a una ciudad cercana discute con el asnero sobre si la sombra del asno está incluida en el precio del alquiler o merece un tratamiento aparte.
Incapaces de solucionar tan ridículo asunto doméstico, acuden a un juez y se crea un descabellado pleito donde los abogados recurren a estrategias corruptas para sus propios intereses. Por si fuera poco, las fuerzas vivas de la ciudad toman partido y usan el conflicto como tabla de resonancia de sus intereses lo que convierte el problema en un sobredimensionado asunto de implicaciones filosóficas, teológicas, económicas, sociales y políticas.
El broche final, nada menos que con triple sesión, lo pone la obra Yo no quiero líos, de Antonio y Enrique Paso, que se representará el viernes 28 de abril y el sábado 29 de abril a las ocho de la tarde y el domingo 30 de abril a las siete de la tarde. Si el año pasado la compañía Tirinto & Co nos deleitara con Susana quiere ser decente, de Jorge Llopis, en esta edición lo hace con esta pieza en la que un apuesto doctor aficionado en México decide regresar a España. Son los años veinte del siglo pasado y su retorno obedece a un matrimonio que ha concertado su tío con una amiga de la infancia a la que no ve desde hace veinticinco años. Por miedo a que la boda no agrade a su futura esposa decide cambiar su personalidad y presentarse como el nuevo criado a quien nadie conoce.
Decisión que da lugar a numerosas confusiones y malos entendidos para convertir la historia en una disparatada comedia que dirige José María García-Luján, el cual también será homenajeado. Abogado de prestigio y escritor, García-Luján es también vicepresidente de la CEIM y de ESCENAMATEUR. Desde 2007 está unido a Tirinto&Co, con la que ha llevado a escena una decena de obras muy premiadas.