La Biblioteca de Occidente en contexto hispánico que él mismo preside y que organizan la Universidad Internacional de La Rioja, el CSIC y Cilengua.
“No estoy en contra del libro electrónico, pero la comunicación literaria merece la pena ser conservada para que nunca perdamos el esfuerzo de coger un libro de la estantería”. Así de nítido se ha mostrado el investigador del CSIC Miguel Ángel Garrido en la inauguración del CongresoEn una cita que reunirá hasta el viernes a 50 expertos, Garrido ha puesto sobre la mesa de debate los cien títulos que para él toda biblioteca debería conservar en papel. UNIR editará próximamente esos volúmenes imprescindibles. “Hay que encontrar bibliotecas mínimas en el mundo hispanohablante que sean dignas y merecedoras de conservarse en una edición cuidada”, afirma el profesor.
A juicio de Garrido, estas bibliotecas, ante la falta de espacio de nuestros hogares, recogerían el “enriquecedor” placer de la literatura, entendida ésta como un fenómeno cerrado, sin posibilidad de disensión y que recorre los siglos XIX y XX”. Este sentido de la literatura tiene una “nueva competencia” con los hipertextos, pantallas e iconos que, “aunque responde a la misma instancia final, definitivamente son otra cosa”.
“No digo que el libro en papel vaya a desaparecer o sea sustituido por las tabletas u otros soportes… Como cada vez vamos a tener menos tiempo para la literatura, en su estricto término, resulta necesaria una selección de volúmenes de ediciones cuidadas para aconsejar a la gente que lea”, manifestó. Esta idea entronca con el canon occidental que desde el punto de vista hispánico se quiere elaborar en el Congreso.
A la inauguración acudieron también Emilio Lora-Tamayo, presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); Gonzalo Capellán, consejero de Educación, Cultura y Turismo del Gobierno de La Rioja; Jon Juaristi, director general de Universidades e Investigación; y José María Vázquez, rector de la Universidad Internacional de La Rioja.
Mientras Capellán apeló a la historia y el peso específico en nuestra lengua de San Millán de la Cogolla y el trabajo del proyecto de Cilengua, Vázquez defendió la inversión de UNIR a la hora de publicar los títulos de la Biblioteca de Occidente “hispana”, que “encontrará retorno en forma de beneficios culturales a la sociedad a la que va dirigida”.
Por su parte, Lora-Tamayo se mostró muy interesado en los argumentos de los congresistas en torno al “incierto” futuro del libro y recordó que el CSIC se muestra muy orgulloso de conservar un tesoro patrimonial de un millón de libros repartidos en sus bibliotecas y de haberse convertido en la primera editorial española por número de títulos.
Página electrónica del Congreso: https://bibliotecadeoccidente.unir.net/