Roberto Alhambra define el primer libro de su trilogía "La Alianza de los Tres Soles", "Siempre amanece por oriente", como "un volumen que está escrito a modo de novela de aventuras, de épica fantástica (como la que hizo enloquecer a don Quijote) llena de acción trepidante". Ya ha visto la luz el segundo tomo, "La niebla que cubre las aguas", y a finales de este año 2013 se publicará el que cierre la saga, "Un brillo de luz negra".
La entrevista a este joven autor madrileño tiene lugar virtualmente, teniendo en cuenta que este medio electrónico “nace” de la primera universidad online de España.
La primera pregunta es necesaria, ¿quién es Roberto Alhambra?
Pues un amante de los juegos de rol que disfruta mucho leyendo fantasía, mitología y todo lo que tenga algún elemento extraordinario. Además, soy un madrileño treintañero, de profesión maestro, con muchas inquietudes y que no puede parar quieto.
En tiempos digitales, de películas en 3D y libros sin hojas, ¿por qué escribir una novela?
Las historias, tengan el formato que tengan (3D, libro electrónico, papiro o tablilla de barro), son historias y siempre habrá alguien que querrá contarlas. Yo no decidí escribir una novela fantástica, decidí volver a jugar a rol con mis amigos de siempre, después de muchos años sin hacerlo, y fue esa partida la que me llevó a la novela.
Está tomando fuerza la producción/creación conocida como “Crowdsourcing”, al tener como origen una partida de rol ¿se puede decir que es una historia escrita por varios autores?
He de decir que sí. Muchos de mis jugadores, que además son mis amigos, me dicen que el cambio de juego de rol a la novela es tremendo, que “flipan” cuando leen aquello que ya han vivido, pero que la narración es solo mía. Yo les contesto que sin sus personajes, sin sus ideas, sin salirse de lo que yo tenía pensado, nada de esto sería como es.
Una vez que piensas en sacar la novela adelante, ¿no te lo replanteas cuando en este país se menosprecia la literatura fantástica hasta límites insospechados?
No, para nada. Tienes razón en que la fantasía es considerada como un subgénero minoritario, para niños y falto de calidad, pero me gustaba tanto la historia que habíamos jugado que no lo dudé un solo instante. Para mí, escribir es un mero hobby y esa fue la clave, puse toda mi pasión sin importarme lo que iba a recibir.
Siendo esta trilogía tu primera obra, te ha tocado convivir con el papel y el libro electrónico. ¿Hay mucha diferencia en el tratamiento, edición y posventa?
Son dos universos que ni siquiera son paralelos. La edición en papel es un sueño, pero nada depende de ti. Con el libro electrónico está todo en tus manos. Yo mismo lo he maquetado y soy consciente de todo el proceso.
Aún no sé ni cuántos ejemplares se vendieron en papel del primer libro de la trilogía (en torno a 500, dice la editorial) y, en cambio, cada vez que vendo uno en edición electrónica, me llega un mensaje al móvil.
Escribes el libro, se lo das al editor y te olvidas hasta que aparece en las librerías. El libro electrónico está vivo. En cualquier momento puedo ir a mis libros con la herramienta que utilizo (byeink) y cambiar lo que quiero, añadir, corregir alguna cosa.
El lector ajeno a los juegos de rol, incluso a la fantasía, ¿por qué tiene que comprar tus libros?
Lo primero que quiero decir es que aplaudo la llegada de Martin y su “Canción de hielo y fuego“. Gracias a él, la literatura fantástica se ha abierto un espacio mayor. Mucha gente tenía la idea de que la fantasía es sólo una historia con magos, tíos con las orejas de punta y dragones, sin embargo, va mucho más allá.
La realidad la conocemos todos. La imaginación tiene que nutrirse de la fantasía y hacia ese lugar, donde nacen los sueños, es donde te lleva la literatura fantástica.