La obra se representará del 22 de junio al 11 de septiembre y promete grandes dosis de diversión durante los seis pases semanales, de 125 minutos de duración cada uno, que desgranan la historia del rey Enrique de Navarra
Cuestionado por algunos, odiado por otros y amado por muchos, está claro que la obra de Shakespeare sigue cosechando éxito cinco siglos después. El legado del bardo conserva intactos su atractivo y frescura, bien aderezados con sus particulares toques extravagantes e intelectuales y salpimentado de ocurrencias y brío. La perfecta receta que puede degustarse de nuevo en ‘Trabajos de amor perdidos’, que llega de la mano de la Universidad Internacional de La Rioja.
Un acuerdo entre la UNIR y la compañía Fundación Siglo de Oro patrocina esta pieza que, durante mucho tiempo, fue considerada una obra menor del dramaturgo inglés hasta que en el siglo pasado se le devolvió el merecido lustre gracias al respaldo de la Royal Shakespeare Company, el National Theatre y la comedia musical que Kenneth Branagh llevó a la gran pantalla.
La obra se representa en el teatro Cofidis Alcazar del 22 de junio al 11 de septiembre, con una única sesión a las 20.30 horas de miércoles a viernes, mientras que los sábados se amplían a dos los pases, a las 19 y 22 horas, y los domingos el telón se levanta a las 19 horas. Un gran número de oportunidades para disfrutar del buen hacer del escritor y actor inglés, que ubica la trama de su ‘Trabajos de amor perdidos’ en el reino de Navarra, tal y como existía en su época.
En su historia, el rey navarro Enrique decide dedicarse a la erudición y el estudio durante tres años y medio y apartarse de las tentaciones mundanales, por lo que se recluye junto a tres de sus caballeros en su castillo con la firme intención de rehuir el contacto femenino. Pero el destino, al que a menudo se presupone juguetón, trunca sus planes al presentarse en las dependencias reales la princesa de Francia y un séquito compuesto por tres de sus damas. Entuertos, extravagancias burlescas y situaciones chispeantes a la par que inteligentes -marca registrada de Shakespeare- se sucederán sin solución de continuidad a lo largo de 125 minutos que llenarán de sonrisas y carcajadas a los asistentes.
Todo gracias al buen hacer de un elenco compuesto por trece actores, entre ellos Julio Hidalgo, Alicia Garau, Javier Collado, Lucía Quintana o Pablo Vázquez, dirigidos con mano experta por Tim Hoare y Rodrigo Arribas que llevan con maestría a las tablas la estupenda adaptación realizada por José Padilla.