La Fundación Siglo de Oro (compañía RAKATá) cumple su primera década con un doble programa de Lope de Vega en los Teatros del Canal: El perro del hortelano y El castigo sin venganza. Después de la primera, actores y público celebraron, el 7 de marzo, el teatro clásico español.
“Huye, Tristán, por aquí”. El primer verso, teóricamente heptasílabo, que por gracia de la métrica suma ocho sílabas, da buena cuenta del trepidante ritmo de El perro del hortelano, escrita por el año 1613. Teodoro le espeta a su criado que pongan pies en polvorosa del palacio de Diana, condesa de Belflor. La porfía de Teodoro hacia la dama Marcela seguirá después porque ahora han sido descubiertos. Pero los celos, el amor y el honor se enredan en Teodoro, Diana y Marcela y sólo la farsa del criado Tristán podrá solventar este intrincado laberinto de pasiones.
Estamos ante una auténtica joya literaria que, tamizada por la compañía RAKATá-Fundación Siglo de Oro, impulsa un revuelo de parlamentos y diálogos en una escena dominada por tapices con motivos mitológicos. Estos elementos decorativos son también personajes que esconden a seres de carne y hueso, que escuchan sin ser vistos. Un acertado recurso que el propio Lope de Vega destaca en boca de Teodoro: “Mira lo que haces y dices,/ que en palacio los tapices/ han hablado algunas veces”.
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Laurence Boswell y Rafael Díez-Labín dirigen esta versión en la que actúa el siguiente elenco de RAKATá: Elena González (Diana), Fernando Gil (Teodoro) -que sustituye a Rodrigo Arribas, de baja temporal-, Jesús Fuente (Octavio y Conde Ludovico), Alejandra Mayo (Marcela), Alejandro Saá (Tristán), Julio Hidalgo (Marqués Ricardo), Daniel Acebes (conde Federico), Alicia Garau (Dorotea), Andrés Bernal (Celio), Silvia Nieva (Anarda), Pablo Cabrera (Leónido, Furio y Camilo) y Diego Santos (Fabio).
En un coloquio que UNIR promovió después de la función con los espectadores y el equipo artístico de la obra, todos elogiaron la capacidad de trabajo de una compañía que ha alcanzado hitos tan meritorios como representar Enrique VIII en el Shakespeare´s Globe Theatre, coso que pisará de nuevo en septiembre con El castigo sin venganza, de Lope de Vega. También están previstas este verano las plazas de Düsseldorf (Alemania) y San Petersburgo (Rusia).
En el encuentro que rompió la cuarta pared en los Teatros del Canal, Ignacio Amestoy, director de UNIR Teatro, abogó por “recuperar una ciudadanía culta, una sociedad civil que pida teatro, que aprecie más a nuestros cómicos como hacen los ingleses y los franceses”. A su juicio, siempre que nos referimos a los corrales de comedias del Siglo de Oro nos centramos en los mosqueteros que siempre armaban follón, pero nos olvidamos de los espectadores que entendían y solicitaban las obras de Lope de Vega, con sus mitos, y más tarde las de Calderón de la Barca.
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El actor Jesús Fuente, el más veterano de la compañía, confesó su debilidad por el verso del teatro clásico español y su agradecimiento por haber pisado las tablas de Almagro o el Globe Theatre. “Además, este trabajo en El perro del hortelano me ha hecho madurar”, citó Fuente, cuya experiencia y calidad fueron glosadas profusamente por los actores principales Elena González y Fernando Gil.
La actriz Alejandra Mayo no dejó pasar la oportunidad de reseñar el “excepcional” diseño de vestuario de Lorenzo Caprile y el esfuerzo de su compañero Fernando Gil, que “de cortar cabezas en su pasado papel de Enrique VIII ha pasado a ponerse de rodillas a Diana con Teodoro en El perro del hortelano”.
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