El Centro de Convenciones de Lima se hizo eco durante dos días de las reflexiones y propuestas de expertos de más de 40 instituciones de varios países. Un gran foro de diálogo organizado por UNIR sobre los retos que afronta la universidad en las próximas décadas.
La universidad debe afrontar su transformación digital si quiere ser relevante en el futuro y cumplir la misión que la sociedad le ha encomendado. Es una de las conclusiones más destacadas a la que llegaron expertos internacionales reunidos en el Congreso ’Los futuros de la Educación Superior’, organizado por la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), que fue clausurado el pasado viernes.
Durante dos días, el Centro de Convenciones de Lima, Perú, se convirtió en un gran foro de diálogo y debate acerca de los retos que afronta la enseñanza superior en las próximas décadas. Desafíos como la digitalización, la empleabilidad, la adaptación a las necesidades del territorio o hacia dónde va la educación en línea, han sido algunos de los contenidos tratados en el Congreso.
El encuentro, que reunió a más de 20 rectores peruanos, además de dos centenares de autoridades académicas y personalidades de distintos países, tuvo como objetivo reflexionar sobre los retos que afronta la enseñanza superior en las próximas décadas.
La primera mesa redonda de la jornada fue moderada por Rubén González Crespo, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado en UNIR y director académico global en PROEDUCA. En la misma se abordó el tema: “La transformación digital de las universidades”.
“La transformación nunca termina, porque la tecnología siempre avanza”, afirmó antes de presentar a Efraín Gonzalez de Olarte, exrector y catedrático de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y miembro del Consejo Asesor de UNIR, quien rompió el hielo en el primer turno de reflexión y debate.
“Primero quiere hablar sobre mi definición de transformación digital. Desde mi óptica, es la integración de tecnologías de la información en todas las áreas de la universidad, que lleva a la transformación disruptiva estratégica y cultural de sus actividades y funciones. En definitiva, se trata de una revolución”, dijo.
Rubén González Crespo, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado en UNIR y Director Académico Global en PROEDUCA.
A continuación, amplió esa idea: “Uno de los grandes desafíos es saber cómo integrar las universidades a la cuarta revolución industrial. Los cambios tecnológicos generan cambios estructurales. En muchos casos, los cambios tecnológicos nos están sobrepasando. Ese es el primer desafío de la transformación digital de las universidades”.
“¿Es posible transformar una universidad digital en una virtual?”, se preguntó Efraín Gonzalez de Olarte. Desde su visión, La solución es una universidad hibrida. La idea es hacer los cambios de manera progresiva y rápida, porque el tiempo nos está cercando”, recalcó.
El exrector y catedrático de la PUCP, dedicó una parte destacada de su intervención a la enseñanza y la formación. “El desafío es cómo enseñar y aprender en ámbitos digitales, y no perder la función humanista de la universidad”. Ese reto, afirmó, también plantea dilemas: “La transformación digital es un proceso que está aumentando la divergencia en el desarrollo de las universidades, las más desarrolladas, públicas o privadas, se alejarán de las menos desarrolladas”. Por eso, “el papel del Estado y del empresariado comprometido con el desarrollo humano será crucial”, afirmó.
No faltó en su ponencia la perspectiva ética para afrontar las desigualdades internas que existen entre países en materia educativa. “Para ello se requiere activar la triple hélice: universidad, empresa y Estado“, subrayó.
Posteriormente tomó la palabra Juan Miguel Malpartida, director general de Educación Superior Universitaria (DIGESU), del MINEDU (Ministerio de Educación) de Perú. “Las Universidades del Perú, como las conocemos, enfrentaron como mejor pudieron el problema del COVID-19. La nueva realidad forzó a que los cursos y seminarios fuesen convertidos al formato virtual, y hasta se debió cambiar la ley universitaria. Pero el proceso de digitalización ya se estaba dando. La digitalización es un reto que todos estamos asumiendo, y la transformación digital precovid ya estaba en marcha, pero es muy diferente a la de hoy, en la era poscovid”, concluyó.
Los ponentes de la mesa redonda “La transformación digital de las universidades”.
Después se dio paso a la intervención de Sandro Marcone, consejero del Consejo Nacional de Educación del Perú, quien afirmó a la audiencia que era válido formular determinadas preguntas: “¿Los móviles deben estar o no en el aula? ¿La educación hibrida solamente es un cambio de paradigma o vamos realmente a incorporar un cambio profundo en la didáctica de la enseñanza? Debemos recordar que la tecnología no es un fin en si mismo, sino un medio. Lo mismo ocurre con la transformación digital”, subrayó.
Acto seguido fue el turno de Margarita Villegas, directora de Tecnología e Innovación de UNIR, quien destacó los componentes humanos a la hora de desgranar su visión sobre la transformación digital de las universidades: “Debemos seguir transformándonos permanentemente. Para ello, hay que tener criterio del cómo y hacia dónde. Hace falta generar también criterio para la toma de decisiones, con nuevas miradas y maneras de hacer. Y dentro de ese criterio se requieren conocimientos de la tecnología”.
La gestión del cambio, otro factor clave
También destacó como factor clave “la gestión del cambio. Hablar del cambio significa que las personas y los equipos de las instituciones tienen que comprender el motivo de ese cambio. Queda claro que a nuestros docentes hay que ponerles al día y transformarles. Y no olvidemos que hablar de tecnologías es hablar de procesos. La tecnología viene a transformar esos procesos. Hay grandes empresas tecnológicas que vienen a hacernos la vida más fácil. Entonces, escuchémoslas… Las startups son un claro ejemplo. Cuando uno innova y se transforma, eso implica pensar distinto. Entonces tenemos que estar preparados para ello”, manifestó.
Fernando Valenzuela Migoya, Global Digital Education Thought Leader del Instituto ASPEN.
Fernando Valenzuela, global digital education thought leader del Instituto ASPEN, destacó que “la única manera de ganar agilidad es perder el control. Con el Covid hemos perdido el control. Si no hubiera ocurrido esto, no hubiéramos adquirido mayor agilidad. La transformación no viene de la tecnología, sino de la forma de colaborar. Hay 21 billones de dólares invertidos en proyectos educativos. Pero las universidades no estamos colaborando aún en esa vía”.
Aseveró además que “hoy tenemos un exceso de contenido. Deberíamos dejar de ser universidades en las que se inscriben alumnos, sino instituciones en la que se suscriben personas para toda la vida. En las universidades somos buenos en colaborar con aquellos que se parecen a nosotros, pero estamos a cinco o siete años de una nueva generación en las empresas y en los gobiernos, que no van a valorar tanto a la educación. Una universidad no es un espacio físico o virtual. Es una fuerza que nos debe acompañar”, señaló.
De izquierda a derecha de la imagen: Rubén González Crespo, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado en UNIR; Sandro Marcone, consejero del Consejo Nacional de Educación del Perú; Fabricio Guevara, Rector de la Universidad Estatal de Milagro (Ecuador); Fernando Valenzuela, global digital education thought leader del Instituto ASPEN; Margarita Villegas, directora de Tecnología e Innovación de UNIR; Efraín Gonzalez de Olarte, exrector y catedrático de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y miembro del Consejo Asesor de UNIR en Perú; y Manuel Herrera, director académico de Relaciones Internacionales de UNIR.
Fabricio Guevara, rector de la Universidad Estatal de Milagro de Ecuador, habló del miedo: “Es lo que tenemos que superar para lograr una ventaja disruptiva en las universidades del futuro. En Ecuador empezamos a sufrir la presión normativa con la educación en línea. El miedo a lo desconocido y a las propuestas de cambio disruptivas son reales, pero hay que vencer esos miedos. Las universidades tenemos que transformar al docente. Una cosa es ser docente presencial, y otra es ejercer la docencia en línea. Eso requiere vencer el miedo y el rechazo al cambio”.
Para él, “la pandemia ofrece un momento ideal para el cambio. Es la tormenta perfecta para que todas las universidades puedan aprovechar el momento y transformarse digitalmente. El sistema de educación superior en mi país requiere superar las brechas de acceso. Y no tengo dudas en afirmar que el sistema de educación en línea puede superar en la calidad a la presencial. Somos lo que hacemos, para cambiar lo que somos”, cerró su intervención.
Una ‘fotografía’ de la educación en línea en el Perú
Otro de los momentos más destacados de la jornada fue la presentación del estudio ´CAPPES. El futuro de la educación universitaria a distancia en el Perú: retos y posibilidades’, a cargo de Jorge Mori, exdirector general de Educación Superior Universitaria del Ministerio de Educación de Perú.
Jorge Mori, exdirector general de Educación Superior Universitaria del Ministerio de Educación del Perú.
Mori mostró los resultados de un trabajo de investigación encargado por UNIR, que incluye una encuesta profunda realizada a representantes de 61 universidades. En su introducción aseguró que “la educación remota de emergencia es muy distinta a la educación a distancia permanente. Aquella se asemeja mucho más a la educación presencial. Nos abocamos a desarrollar un estudio para conocer la opinión de los actores fundamentales que integran la educación superior en el Perú”, manifestó.
Y señaló que el objetivo de ese estudio fue “identificar los posibles escenarios de la educación universitaria a distancia en el Perú y proponer recomendaciones de política pública para superar los retos hacia 2030”.
En la descripción del escenario universitario actual en el Perú explicó que, “de un total de 145 universidades, 51 no lograron el licenciamiento de SUNEDU. En seis regiones del país solo hay universidades públicas licenciadas”. Para lograr el licenciamiento, resaltó que “las instituciones de educación superior disminuyeron sus programas a distancia”.
Una visión positiva de las universidades
Mori después se detuvo en algunos de los datos más significativos del estudio. Para “el 81% de los encuestados existe una visión positiva de las universidades, en un escenario con mayor participación de la educación a distancia en el sistema universitario peruano”.
“En los procesos de reforma universitaria, mientras uno avanza más, el piso se pone más empinado. El reto que tenemos ahora es más grande que el del de 2014, cuando empezó la reforma universitaria. Pero ahora ya no estamos solos”, señaló.
Otra presentación que concitó el interés de los más de 200 invitados presentes en el Congreso fue la del sello de acreditación de la calidad de la Educación Superior a distancia ‘Kalos Virtual Iberoamérica”. Ana Capilla, directora de Educación Superior y Ciencia de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), en conexión por streaming, habló de la necesidad de crear un distintivo que reconozca la calidad en la educación en línea. “Es básico que la universidad online se someta a evaluación con unos objetivos claros de calidad”.
Su ponencia fue una “visión sobre la educación superior a distancia”, precisamente, en la que aseguró que “durante la pandemia en la mayoría de los casos se ha aplicado un aprendizaje remoto de emergencia” o “una virtualización de emergencia, no una verdadera educación virtual”.
Universidad, sociedad y empresa: redefinir las relaciones
Un nuevo panel del día cerró el ciclo de mesas redondas que fueron desarrollándose durante el Congreso. Bajo el título ‘Universidad, sociedad y empresa: redefinir las relaciones’, Joaquín Goyache, rector de la Universidad Complutense de Madrid, hizo un pormenorizado análisis de la relación entre la educación y la empresa en el contexto social (uno de los pilares del Congreso). “Tenemos que crear ciudadanos y tenemos un compromiso con la sociedad que cree en la igualdad”. Se lamentó de los efectos del Covid y de cómo frenó la investigación, “que ha hecho de la gobernanza algo completamente distinto. Pero se ha demostrado que somos capaces de dar servicio, de reaccionar y de adaptarnos a las circunstancias”.
Efraín Gonzalez de Olarte, exrector y catedrático de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y miembro del Consejo Asesor de UNIR.
Goyache también reivindicó el papel institucional de la universidad, alejando esos “mantras” que nos ven como estructuras anticuadas que no saben relacionarse con la sociedad. “Trabajamos con, para y por la sociedad. Por eso hoy día somos más proactivas, más estratégicas y tenemos que ser más atractivas y útiles para las empresas, para generar confianza y redefinir las relaciones con la sociedad”. No se olvidó de subrayar lo que en última instancia se busca desde la enseñanza: transformar personas. “No podemos olvidarnos del componente ético-humanista de la institución”.
El moderador de esta mesa fue Santiago Cueto, miembro del Consejo Asesor UNIR Perú. Participaron en la mesa Ricardo Vega Llona, miembro del Consejo Asesor UNIR Perú; Gabriel Miró Quesada, presidente del Grupo peruano El Comercio; Juan Fernando Correa, director de CONFIEP, la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas de Perú) y de COMEX; y Catalina Vélez, consejera del Consejo de Educación Superior (CES) de Ecuador.
Correa aseguró: “Ahora contratamos en una misma empresa a filósofos y matemáticos, y nos abrimos a más actividades y especialidades porque los profesionales quieren seguir aprendiendo y desarrollándose. La empresa privada tradicionalmente se dedicaba en exclusiva a crear puestos de trabajo, pero ese rol está cambiado y ahora empieza a apoyar a la educación”.
Gabriel Miró Quesada, presidente del Grupo El Comercio, enfatizó que la pandemia “permitió romper muchos tabús y paradigmas, poniendo en valor el potencial de desarrollo de las empresas con el nuevo entorno de la virtualidad”. No obstante, dijo que “hay un trabajo pendiente de la sociedad, de hacer bien las cosas. Y eso empieza desde la educación”.
Ricardo Vega Llona, miembro del Consejo Asesor UNIR Perú, puso sobre la mesa su experiencia en la actividad privada y como servidor público -fue senador de la República-, para que los caminos de universidad y empresa se encuentren. “Caminemos juntos, que se pierda la desconfianza”, enfatizó.
Catalina Vélez, consejera del Consejo de Educación Superior (CES) de Ecuador, destacó ciertas neblinas, pero también muchas certezas. “El desarrollo del Ecuador al margen de la universidad es imposible. Ante los problemas de la empresa, la universidad tiene facultades y departamentos, tiene espacios de transformación social. Y la sociedad va donde van sus universidades”.
Como colofón al Congreso, Francesc Pedró, director de UNESCO-IESALC, impartió la conferencia ‘La educación superior en América Latina’. Se refirió a la reducción de matrículas como consecuencia del COVID, perdiendo por el camino “no solo estudiantes, sino también aprendizajes. Entre el 10 y 15 por ciento de las matrículas se dieron de baja en América Latina y Caribe, afectando especialmente al estudiante femenino”.
El cierre oficial del encuentro estuvo a cargo de Américo Guevara, rector de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) y presidente de la Asociación de Universidades Nacionales del Perú (AUNAP); Hugo Díaz, quien fue presidente del Consejo Nacional de Educación del Perú entre 2014 y 2017; y Rafael Puyol, presidente de UNIR, quien se despidió recordando a Nelson Mandela: “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, parafraseó Puyol para concluir.
Hugo Díaz Díaz, expresidente del Consejo Nacional de Educación del Perú y miembro del Consejo Asesor de UNIR en Perú.
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