Diego Caldentey
El exvicepresidente del país sudamericano participó recientemente del 'I Encuentro Global de Consejos Asesores' de esta institución, donde afirmó que "UNIR es un punto de encuentro con la Colombia que no vemos".
Su nombre trasciende las fronteras de Colombia, debido al reconocimiento y prestigio internacional del que goza, gracias a una encomiable labor en su país y en el mundo. El General (RA) y exvicepresidente de la república Óscar Adolfo Naranjo Trujillo ha recibido infinidad de premios y reconocimientos a lo largo de su vida. Entre otros, fue destacado como uno de los 500 personajes más influyentes en el mundo por la revista Foreign Policy.
Una de sus más importantes labores estratégicas la realizó años atrás, mientras era vicepresidente del país, cuando en 2017 impulsó el cumplimiento de los acuerdos de paz, la lucha contra el crimen organizado y la protección de los derechos humanos en Colombia.
En mayo de este año, la Junta Permanente de Gobierno de UNIR le nombró presidente del Consejo Social de la Universidad Internacional de La Rioja en Colombia. Desde entonces lidera este organismo, que además está integrado por destacadas personalidades del ámbito educativo, económico y social colombianos.
Recientemente, Naranjo Trujillo visitó España para participar del ‘I Encuentro Global de Consejos Asesores de UNIR’. Protagonizó diversos encuentros en Madrid y en Logroño. En esta ciudad, precisamente, asistió a la Investidura de los primeros Doctores Honoris Causa de esta institución educativa. La ceremonia coincidió con los 15 años de la aprobación oficial de UNIR como universidad.
En un paréntesis de su intensa agenda de actividades, mantuvo la siguiente entrevista para hablar de los principales desafíos que el Consejo tiene por delante:
Pregunta: ¿Por qué es tan importante que UNIR haya conformado un Consejo Asesor en Colombia?
Respuesta: La importancia de conformar Consejos promovidos por UNIR, como por ejemplo en Colombia, nace con la idea de conectar este proyecto (la posibilidad de una universidad en internet en América Latina, y particularmente en Colombia) sobre un conocimiento y una realidad. El Consejo acerca la realidad colombiana a la universidad. Transmite diversas opiniones sobre esa realidad y crea canales para que haya una conexión con las necesidades del país.
P: Aunque su creación es reciente, ¿qué avances se han conseguido?
R: Las bases del Consejo se fundamentan en la diversidad de sus consejeros. Muchos de ellos vienen del mundo de la educación, otros han tenido cargos de responsabilidad política, otros vienen de la empresa privada, otros son académicos… Por lo tanto, en medio de esa diversidad, la masa crítica de conocimientos se dirige a explorar en función de la transformación de los jóvenes colombianos, que realmente necesitan conectarse con la educación.
P: ¿Cuáles son los retos más importantes de la educación superior en Colombia?
R: En Colombia (y en toda América Latina) tenemos un competidor que nace del crimen organizado. El principal reto es ver cómo conecta la educación con los jóvenes para que ellos no sean reclutados por el crimen. Al final se trata de crear oportunidades a los jóvenes para abrirles un horizonte de vida y legalidad a partir del Estado de Derecho y -en todo caso- evitar que ese competidor por fuera de la Ley finalmente termine arruinando la vida de miles de jóvenes.
“La educación debe ser una prioridad en América Latina”, subrayó Óscar Naranjo en el Rectorado de UNIR.
P: ¿La educación puede ejercer un rol pacificador en las sociedades latinoamericanas, que evite la violencia y la intolerancia entre sus integrantes?
R: La educación, como principal movilizador de la competencia, debería ser una prioridad en América Latina. Pensar que uno puede llevar los conflictos a un estado de convivencia, de tolerancia, de respeto, sin educación es imposible. Por lo tanto, la educación está en la base de la superación de la conflictividad armada y no armada en América Latina.
P: ¿Qué perspectivas y posibilidades tienen las universidades digitales en Colombia?
R: En un país como el nuestro, tan fracturado geográficamente, es clave. Colombia es un país de regiones, donde claramente hay ciudades emblemáticas, yo diría metropolitanas, como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla… ciudades del eje cafetero, que obedecen a los parámetros en un mundo donde el hábitat urbano se ha ido consolidando. Pero no es tan así en la mayor parte del territorio colombiano.
Hay una Colombia profunda, donde existen unas brechas muy grandes y una desconexión de lo urbano y lo rural. Por lo tanto, universidades a distancia como UNIR son realmente el punto de encuentro con esa Colombia que no vemos. Particularmente con esas comunidades que no vemos, que sufren y que están reclamando derechos y acceso a los servicios y a la educación.
P: ¿Considera entonces que UNIR, en su condición de universidad nativa digital, tiene mucho terreno por recorrer y servicios que brindar?
R: Creo que esta travesía que ha iniciado UNIR por Colombia está apenas comenzando. El potencial es enorme. Cuando hemos asistido a la última graduación de poco más de 2.000 hombres y mujeres colombianos que recibieron títulos de UNIR, la cara, el rostro de los jóvenes, pero también el de los no tan jóvenes, de personas que están en plena productividad laboral, era de tal satisfacción que realmente señalaba que el horizonte de UNIR está todavía por terminar de consolidarse en esos territorios.
P: El ‘I Encuentro Global de Consejos Asesores’ de UNIR en España ha permitido a sus integrantes de México, Ecuador, Colombia y Perú compartir experiencias muy positivas. ¿Cuál es su valoración al respecto?
R: Valoro mucho que UNIR sea el punto de encuentro de esos países. Cada uno tiene su historia y realidades, pero al final todos poseen un punto en común: la identificación de que la educación es la base de la transformación social, económica y política de nuestros países.
Valoro que este sea un escenario de encuentro para que -en medio de las diferencias- exploremos con UNIR caminos para seguir avanzando en América Latina y transformando vidas a través de la educación.
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