José María Fillol Cuadrado
La universidad financia la restauración de la techumbre del albergue adyacente a la basílica, que es Patrimonio Nacional. La iniciativa es una muestra del compromiso por ayudar a la conservación del patrimonio cultural del país andino.
La Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), junto con la Fundación Parentes, han impulsado la rehabilitación del albergue de peregrinos de la Basílica de Copacabana, declarada Patrimonio Nacional, ubicada a orillas del lago Titicaca.
El proyecto forma parte del programa de responsabilidad social que la institución educativa desarrolla en Bolivia con el propósito de conservar el patrimonio cultural del país; gracias al cual ha sido restaurada una parte esencial de conjunto arquitectónico del santuario, donde se atiende a cientos de peregrinos que vienen a ver a La Candelaria, la Virgen más venerada de Bolivia.
Para celebrar esta iniciativa, se llevó a cabo en la basílica una misa solemne de bendición de la obra, donde intervino el Coro de Campesinos que interpretó música en honor a la Virgen. A la misma asistieron autoridades eclesiásticas, políticas y culturales.
Monseñor Jorge Herbas oficia la misa de bendición de la obra en la basílica, junto con el párroco Abelino Yeguaori.
Luis Iriarte, representante de UNIR en Bolivia, protagonizó el acto protocolar de entrega de la obra al hermano franciscano Abelino Yeguaori, párroco de la basílica, y a monseñor Jorge Herbas, obispo de la Prelatura de Aiquile-Cochabamba, quien se mostró agradecido por el apoyo obtenido para mantener este Patrimonio Nacional. “Lamentablemente no siempre recibe las ayudas necesarias por parte de las instituciones públicas. Por eso damos las gracias a UNIR y a la Fundación Parentes, y ojalá esta sea la primera de muchas colaboraciones”, declaró.
Por su parte, Iriarte resaltó la labor realizada por la institución que representa: “Esta rehabilitación promovida por la Universidad Internacional de La Rioja permite seguir preservando un edificio de gran valor patrimonial y espiritual para Bolivia que corría riesgo de derrumbe por el estado en el que se encontraba el techado”, afirmó.
Rehabilitado para recibir peregrinos
La rehabilitación del albergue permitirá recibir en condiciones adecuadas de alojamiento y servicios a cientos de fieles que durante el año llegan de peregrinaje de todas partes de Bolivia y de otros países, especialmente de Perú.
La obra ha supuesto una inversión cercana a los 160.000 dólares y estuvo bajo la supervisión del arquitecto César Zambrana, quien destaca lo que supone la catedral como motor económico de la zona: “Cada año acuden miles de visitantes en peregrinación, porque el amor que sentimos los bolivianos por Nuestra Señora de Copacabana es inmenso. Mejorando las condiciones que ofrece la basílica para los peregrinos no solo ayudamos al ejercicio de la fe, sino que impulsamos el desarrollo de este pueblo”, remarcó.
Además de la techumbre (imagen), fueron restauradas las habitaciones y baños del albergue.
El proyecto se desarrolló en cuatro fases, la más importante la reposición completa de la cubierta del albergue, compuesta por cuatro faldones a dos aguas, bajo las que se cobijan galerías en plantas baja y alta, y generan un contorno de patio rectangular. También se instaló un nuevo sistema eléctrico en sustitución de cables expuestos que suponían un riesgo para los visitantes. Por último, se acometieron reformas en los aseos, en avanzado estado de deterioro, y en habitaciones con goteras, dotándolas de nuevo techo, paredes y mobiliario.
Para el desarrollo planificado de la obra fue necesario aprovisionarse de material de calidad, teja colonial, arcilla y paja, además de movilizar a personal especializado en cubiertas desde la ciudad de Cochabamba.
Una restauración con grandes desafíos
El mayor reto estuvo en la restauración de la cubierta, ya que por ser patrimonio histórico no se podía retirar todo el entretecho a fin de corregir la deformación existente en la superficie. La intervención debía ser lo más fiel al acabado original, por lo que se decidió utilizar la técnica tradicional de construcción de la época en un proceso delicado y de alta precisión para no dañar otros elementos.
El párroco y hermano franciscano, Abelino Yeguaori, pronuncia unas palabras en la bendición de la hospedería.
“Las condiciones en las que estaba el tejado hacían muy difícil el hospedaje por las goteras, las humedades…. Ahora, además de los peregrinos, podrán venir a formarse estudiantes o personas que deseen realizar ejercicios espirituales”, comentó dichoso el párroco Abelino Yeguaori.
La obra entregada presenta una hospedería que recupera toda su funcionalidad para que los visitantes puedan alojarse confortablemente y disfruten de la espiritualidad y del arte que desprende el santuario en su conjunto, donde destaca la basílica.
Esta construcción única de 1550, originalmente renacentista y luego de estilo morisco tras ser restaurada en el siglo XVII, atesora altares y retablos del barroco colonial de gran valor artístico, así como la Capilla Abierta o Capilla de Indios, adosada a la nave del templo y llamada así por tener los fieles indígenas la costumbre de celebrar sus ceremonias religiosas al aire libre.
Actividad educativa y de responsabilidad social corporativa
El compromiso de UNIR en Bolivia se manifiesta a través de su actividad académica 100% online, con más de 66.000 alumnos en más de 90 países; y en el impulso de proyectos de desarrollo social y cultural en el país.
Grupo de indígenas en el patio de la hospedería.
Como institución de Educación Superior, UNIR tiene entre sus fines contribuir al progreso de la sociedad mediante la creación y transmisión de conocimiento y la promoción de la cultura, capacitando a las personas con una formación integral y proporcionando al entorno territorial recursos y herramientas que favorezcan la transformación social y el desarrollo.
En Bolivia ya cuenta con más de 150 alumnos que pueden acceder a más de 200 titulaciones oficiales reconocidas por las universidades nacionales, bajo un modelo pedagógico de calidad europea, innovador y práctico, que busca la mejora continua centrada en la empleabilidad y la excelencia.
Luis Iriarte, representante de UNIR en Bolivia, interviene en el acto de reapertura del albergue.
De igual modo, el compromiso de UNIR se extiende a impulsar proyectos de desarrollo social y cultural en el país. Algunos ejemplos son la restauración de cuatro lienzos del pintor del siglo XVI, Bernardo Bitti, en colaboración con el arzobispado de Chuquisaca; y la celebración del concierto ‘Tenebrarium’ en Sucre y Potosí en 2023, tras recuperar valiosas partituras del barroco nunca interpretadas con anterioridad.
Ya más reciente, UNIR ha impulsado las instalaciones de un nuevo sistema eléctrico y otro de megafonía en la Basílica de Concepción, concluidas en enero de este año, nuevamente junto con la Fundación Parentes del Grupo educativo Proeduca, al que también pertenece la universidad. Como se ha hecho con la Catedral de Copacabana, ambas instituciones celebraron de forma conjunta el 25 de febrero un acto de entrega de la obra.
El altar mayor es una de las joyas que atesora la Basílica de Copacabana.
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