La iniciativa, denominada Safety.net, es el eslabón principal de un convenio entre UNIR y la Fundación Educativa Francisco Coll (FEFC) para desarrollarla en alumnos de 6º de Primaria a 2º de ESO en sus 17 centros
Todos estamos expuestos a multitud de situaciones conflictivas en Internet. Raro es el día que las noticias no alerten sobre hackeos y fraudes en la red, pero también sobre otros riesgos muy perniciosos. Es el caso del creciente cyberbullying, el sexting, el grooming, las apuestas digitales, la nomofobia, el abuso online dentro del ámbito de la pareja, las apuestas digitales o los problemas con los videojuegos. Muchas de ellas con complicaciones tradicionales que Internet ha trasladado también al ámbito digital. Donde afectan con especial virulencia a los menores de edad, que a menudo carecen de las herramientas adecuadas para hacerles frente y resolver satisfactoriamente dichas problemáticas.
Consciente de ello, desde UNIR se trabaja con denuedo y especial interés en ayudar a prevenir tan perniciosos riesgos relacionados con el inadecuado uso de Internet. Este objetivo es el que subyace en el proyecto denominado ‘Safety.net’. Un pionero programa de prevención que aborda todos los riesgos ya mencionados. “Hasta la fecha son numerosos los diseñados con éxito para reducir problemática concretas, sobre todo el ciberacoso, pero con ‘Safety.net’ se quiere ir más lejos y abordar un mayor número de riesgos. Es como un antibiótico de amplio espectro, porque los adolescentes están expuestos a multitud de problemáticas, y es probable que un menor presente más de un riesgo”, ha introducido Joaquín González-Cabrera, responsable del grupo de investigación de Ciberpsicología de UNIR.
La iniciativa parte de un convenio con la Fundación Educativa Francisco Coll (FEFC) para diseñar, implementar y evaluar esta herramienta multirriesgos de Internet entre los alumnos de 6º de Primaria y 2º de ESO en sus 17 centros educativos repartidos en siete comunidades autónomas. En concreto, se desarrollará durante los cursos 2019-20 y 2020-21 y se beneficiarán más de un millar de estudiantes. Se trata del segundo acuerdo entre ambas entidades después de que, en 2017, se suscribiera uno para impulsar la investigación y formación en materia de acoso y ciberacoso.
Versión web y bloques temáticos
En esta ocasión, el objetivo es más ambicioso aún y dará lugar a este programa, que tendrá también su versión web donde se accederá a todo tipo de materiales, desde documentos de textos a recursos gráficos y audiovisuales. Los mismos que conformarán los cuatro bloques temáticos enfocados a los alumnos en los que se divide el proyecto. El primero de ellos versa sobre competencias digitales generales, seguidos de otros dos donde se desarrollan riesgos como el sexting, grooming, nomofobia, cyberbullying, las apuestas o el abuso online en la pareja. El cuarto y último consistirá en un módulo sobre capacitación personal para proveer a los alumnos de herramientas psicosociales como son la inteligencia emocional en el contexto online o habilidades de afrontamiento de conflictos para superar y negociar estos problemas.
Incluso, habrá un apartado específico enfocado en los observadores, aquellas personas testigo de alguna de estas situaciones pero que optan por no denunciarlos, por lo que su silencio las convierte en involuntarias cómplices. Pero no serán los únicos receptores, puesto que unos 400 profesores de Primaria, ESO y Bachillerato recibirán una formación específica cada año sobre los riesgos de Internet. Además, ambas instituciones trabajan con asociaciones de madres y padres de cada uno de los centros escolares para realizar, al menos, dos sesiones con las que formar y concienciar sobre dicha temática.
Bienestar psicológico de los alumnos
“Llevamos ya cinco meses implicados en este proyecto y tenemos desarrollado un 40% del mismo, para lo cual estamos trabajando activamente con expertos en estas problemáticas, así como con docentes y alumnos de un centro de FEFC”, avanza González-Cabrera. “Queremos dar herramientas y estrategias a los colegios para trabajar con el bienestar psicológico de sus alumnos y mejorar su convivencia, lo que suele asociarse con un mayor rendimiento escolar”, ha añadido el investigador y líder de una iniciativa en la que también participan Aitor Álvarez Bardón y Jessica Ortega-Barón (docentes de UNIR) y Juan Manuel Machimbarrena, de la UPV-EHU. En un futuro, podría utilizarse en cualquier centro educativo que desee prevenir estas situaciones.
“Nuestros colegios se caracterizan por su calidad educativa en un ambiente de acogida, cercanía, diálogo y familia. No podemos dejar que estas problemáticas y el buen nivel de convivencia alcanzado a través de programas de mediación educativa, entre otros, se vean amenazados por el riesgo que supone que los jóvenes se aventuren en realidades virtuales de forma poco consciente”, ha explicado Francisco Barrientos. Para el responsable pedagógico de la FEFC, “todas las actuaciones para educar a nuestros alumnos en la prevención de cualquier situación de conflicto con otros y, en definitiva, con ellos mismos, suponen invertir en su futuro y contribuir a la mejora de la sociedad”.