Sara Puerto
Una investigación de la Universidad Internacional de La Rioja analiza la exposición publicitaria de los menores cuando emplean el móvil, así como su percepción e interacción con la publicidad a través de las redes sociales.
Los menores están permanente expuestos a un bombardeo publicitario mientras están conectados a Internet. La mayoría no considera publicidad aquellos anuncios que se camuflan entre los contenidos y los consume como entretenimiento (por ejemplo, el unboxing o las recomendaciones de youtubers e instagrammers).
Esta es una de las principales conclusiones a la que han llegado los investigadores de la Universidad Internacional de La Rioja que trabajan en el Proyecto Propio de Investigación de UNIR ‘El pensamiento crítico como competencia digital del S.XXI: análisis de la capacidad de los menores para identificar y reconocer la procedencia e intencionalidad de contenidos informativos, divulgativos y persuasivos en redes sociales (Prensacrigital)’.
Este proyecto, dirigido por la profesora de UNIR e investigadora principal Beatriz Feijoo Fernández, quiere llamar la atención sobre la necesidad de promover la alfabetización publicitaria en los menores, de forma que sean capaces de desarrollar actitudes escépticas y un cuestionamiento crítico de los contenidos y la publicidad digital que consumen, sobre todo a través de las redes sociales.
Para profundizar en esta investigación, la profesora Feijoo acaba de recibir financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación, tras concurrir a la convocatoria de Proyectos de I+D 2020 de la Agencia Estatal de Investigación con el proyecto ‘La alfabetización publicitaria ante el teléfono móvil: análisis de la capacidad del público infantil para enfrentarse a los contenidos persuasivos (Ad Kids Mobile)’. Las investigadoras principales son Feijoo y Erika Fernández Gómez, componentes del Grupo de Investigación COYSODI: Comunicación y Sociedad Digital de UNIR.
Más anuncios que en la televisión
Este proyecto investigador parte de un estudio realizado por Feijoo, junto con Charo Sádaba Chalezquer (Universidad de Navarra) y Simón Bugueño-Ipinza (Visiona RSE y Gestión Social Limitada) sobre una muestra de 501 hogares con niños de 10 a 14 años de Santiago de Chile (financiado por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica del Gobierno de Chile) con el objetivo de registrar y analizar su exposición a la publicidad recibida a través de un teléfono móvil con conexión a Internet.
Los investigadores pudieron observar que los menores están expuestos a 14 minutos de publicidad por cada hora de uso, un nivel de exposición superior al de la televisión, llegando en algunos momentos a estar presente más del 80% del tiempo de navegación.
“Las observaciones de este estudio pueden extrapolarse a España, porque la penetración del móvil es semejante. Los menores acceden al móvil a la misma edad, se conectan a las mismas redes sociales, descargan las mismas aplicaciones y, gracias al idioma compartido, siguen a los mismos youtubers e instagrammers”, comenta la profesora Feijoo.
Este estudio muestra que una mayoría de los niños encuestados detecta publicidad de formato estándar en sus dispositivos móviles, sobre todo en YouTube e Instagram. Sin embargo, “no consideran como tal la publicidad camuflada entre los contenidos y la consumen como entretenimiento; por ejemplo, el unboxing o las recomendaciones de youtubers e instagrammers, si no está catalogada como anuncio”, explica Feijoo.
Entretenimiento y publicidad: fronteras difusas
Más de la mitad de los menores ignora completamente la publicidad estándar (54%), mientras que una minoría le presta atención y hace clic sobre ella (3%). “En realidad, la perciben como molesta pues interrumpe su actividad en el móvil y solo le prestan atención si anuncia productos que les interesan (juguetes, comida) y de forma entretenida. Nos encontramos ante un dilema, pues son los propios consumidores quienes demandan comerciales con fronteras difusas entre entretenimiento y publicidad”, afirma la investigadora.
Donde mayor porcentaje de anuncios reciben es en los juegos online (23%), seguidos de la restauración y distribución (18%), entretenimiento (8%) y moda (8%).
Otra variable importante en la investigación es si se impacta a los niños con publicidad inadecuada o dañina. Según Feijoo, “se puede concluir que, a través del móvil, los menores están expuestos a anuncios de productos y servicios no pensados para ellos, como coches o bebidas alcohólicas, especialmente cuando emplean el móvil de sus padres. Hay que recordar que la clasificación por edades de las apps no afecta a la publicidad inserta en ellas”.
Este Proyecto Propio de Investigación de UNIR indaga en el nivel de competencia digital en pensamiento crítico de los menores que participan para identificar la procedencia e intencionalidad de los contenidos que reciben por sus redes sociales. El objetivo es contribuir a la actualización de los programas educativos que potencien el enfoque crítico hacia la información, de forma que aprendan, ante cualquier contenido digital que reciban, a cuestionarse quién produjo la información, por qué, dónde fue publicada y qué intencionalidad tiene.
Participan también en el proyecto los investigadores Álvaro Pérez García, Adela López Martínez, Arminda Suárez Perdomo y Gemma Martínez Fernández, de la Universidad del País Vasco; Aurora García González, de la Universidad de Vigo; y Charo Sádaba Chalezquer y Luisa Dolores Zozaya Durazo, de la Universidad de Navarra.
Referencias bibliográficas:
Feijoo-Fernández, Beatriz; Sádaba-Chalezquer, Charo; Bugueño-Ipinza, Simón (2020). ‘Anuncios entre vídeos, juegos y fotos. Impacto publicitario que recibe el menor a través del teléfono móvil. Profesional de la información, v. 29, n. 6, e290630. https://doi.org/10.3145/epi.2020.nov.30
Feijoo, B., Bugueño, S., Sádaba, C., & García-González, A. (2021). ‘La percepción de padres e hijos sobre la publicidad en redes sociales’. Comunicar, 67, 99-109. https://doi.org/10.3916/C67-2021-08
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