Isabel Alvarez Castro
Ambas universidades lideran una investigación que involucra a más de 25 universidades internacionales para analizar la orientación familiar, clave para la prevención de conflictos y mejora de la salud.
La Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), en colaboración con la Universidad Católica de Salta (UCASAL) de Argentina, ha puesto en marcha un proyecto de investigación destinado a consolidar, desde el rigor científico y académico, la orientación familiar como recurso esencial en la prevención de conflictos en el entorno matrimonial y familiar.
Según Carmen Martínez Conde, codirectora del proyecto e investigadora de UNIR, “una intervención familiar adecuada puede evitar que muchas disfunciones de pareja y familia deriven en patologías, así como también puede prevenir o retrasar la intervención clínica o farmacológica”.
Por esta razón, la investigadora destaca la importancia de delimitar el concepto y las funciones del orientador familiar dentro de la práctica profesional en el ámbito público, educativo y social.
Este proyecto se desprende del Instituto de Transferencia e Investigación (ITEI) del Vicerrectorado de Transferencia de UNIR y cuenta con la participación de más de 25 universidades internacionales.
La familia es un lugar de acogida y vida. En determinados momentos de su ciclo vital, necesita una figura que la acompañe en sus pasos. Carmen Martínez Conde.
Carmen Martínez Conde explica que “la familia es un lugar de acogida y vida. En determinados momentos de su ciclo vital, necesita una figura que la acompañe en sus pasos. En los diferentes estados de su formación, crecimiento y evolución pueden surgir situaciones que desestabilicen la convivencia, y es precisamente en estos momentos donde la disciplina de la orientación familiar encuentra su razón de ser”.
El orientador familiar se presenta como una figura de prevención, formación y guía para el grupo familiar.
Esta investigación tiene como objetivo atender a un problema social actual. Según explica Yolanda Latre Campos, codirectora del proyecto e investigadora de UCASAL, “la familia se enfrenta a un contexto de aumento de conflictividad y vulnerabilidad, por lo que consideramos necesario contar con un recurso previo a la aparición de situaciones disfuncionales”.
Así como buscamos la salud física y mental a nivel individual, también debemos cuidar la salud familiar para prevenir posibles enfermedades o situaciones derivadas de un mal manejo previo.
El conflicto, la ruptura o la falta de entendimiento son solo algunos ejemplos de las problemáticas familiares que pueden afectar su funcionalidad. Yolanda Latre Campos.
“Cuando los vínculos familiares se debilitan, surgen problemáticas que afectan negativamente a la dinámica familiar. El conflicto, la ruptura, la falta de entendimiento y la no asunción de roles de cuidado son solo algunos ejemplos de las problemáticas familiares que pueden afectar su funcionalidad”, añade Yolanda Latre Campos.
La prevención es fundamental para crear y mantener la funcionalidad de la familia, y una forma de prevención es la formación. Cuando las familias se forman, encuentran formas de adaptar su día a día y sus circunstancias a su proyecto familiar.
“Si un problema se agrava, pueden surgir nuevas afecciones que contribuyan a la creación de problemáticas mayores. En muchos casos, una crisis inicial podría transformarse en una fortaleza si se cuenta con la orientación de un buen profesional. Sin embargo, cuando no se proponen soluciones ni se actúa, los problemas se agravan y pueden derivar en patologías que podrían haberse prevenido con una adecuada orientación”, concluye Martínez Conde.