Sara Puerto
El galardón, que reciben en un momento clave de su carrera investigadora, reconoce sus méritos científicos en el estudio y la prevención de las adicciones comportamentales y las enfermedades autoinmunes sistémicas, respectivamente.
El Vicerrectorado de Investigación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) ha otorgado el Premio para Investigadores Noveles del curso 2023/2024 a Gemma Mestre-Bach y Víctor Moreno-Torres Concha.
El galardón reconoce los méritos científicos de los investigadores que se inician en la carrera investigadora. Además, valora su implicación en los proyectos e iniciativas de UNIR, su capacidad de liderazgo en sus respectivos ámbitos de conocimiento y el abordaje de líneas de investigación de gran calado social.
Se presentaron 18 candidaturas (en una proporción del 55% de mujeres y 45% de hombres) desde de todas las facultades (incluyendo ESIT) de UNIR.
“Recibir este premio valida la dedicación y el esfuerzo que he puesto en mi carrera investigadora. Es una motivación adicional para continuar avanzando en mis investigaciones y buscar siempre la excelencia en mi trabajo”, afirma Mestre.
Para Moreno-Torres es “un estímulo y aliciente para continuar con la labor investigadora que estamos desarrollando diversos grupos de la UNIR, incluyendo el grupo de enfermedades infecciosas, liderada por el doctor Vicente Soriano, junto con Óscar de Gregorio, Elena Vázquez o Carmen Álvarez; como el de ciencia de datos, en el que colaboro con Alfonso Ortega, Marina de la Cruz o Xiomara Blanco. Considero que el premio es un reconocimiento a un colectivo, a un proyecto y a mis compañeros de trabajo”.
Trastornos comportamentales
Mestre está especializada en adicciones comportamentales. Su contacto con este campo “comenzó durante mi práctica clínica en el Hospital Quirón Dexeus, donde traté a muchos pacientes con estas problemáticas. Este contacto directo con las personas afectadas despertó mi interés y me llevó a profundizar en el estudio de estos trastornos”, rememora.
El doctorado en el Hospital Universitario de Bellvitge le permitió trabajar de cerca con pacientes que sufrían de diversas adicciones comportamentales, como el trastorno de juego y el trastorno por compra compulsiva.
Actualmente, como investigadora principal del Grupo de Investigación en Adicciones Comportamentales de UNIR, su trabajo se centra en problemáticas emergentes, como el consumo de pornografía entre los jóvenes.
“Las adicciones comportamentales tienen un impacto profundo en la sociedad, afectan a la salud mental y el bienestar de muchas personas. Mi trabajo busca no solo entender mejor estos trastornos, sino también desarrollar estrategias efectivas para su prevención y tratamiento”, explica la investigadora.
“La investigación en este campo es crucial para mejorar la calidad de vida de los afectados y para fomentar una sociedad más saludable y consciente de los riesgos asociados a estas conductas”, apunta.
IA para prevenir enfermedades autoinmunes sistémicas
Moreno-Torres, por su parte, es especialista en enfermedades autoinmunes sistémicas en el Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Puerta de Hierro (Majadahonda). “Me dedico a atender a pacientes con enfermedades como el lupus eritematoso sistémico, el síndrome antifosfolípido o las vasculitis. Son enfermedades crónicas que habitualmente afectan a pacientes jóvenes y cuya incidencia y prevalencia está claramente en aumento”.
Su línea de investigación es el análisis de estas enfermedades y el diseño de estrategias de prevención, así como de tratamientos menos agresivos “que intenten atenuar y aminorar el daño acumulado precoz que sufren estos pacientes”, indica el investigador.
Además, investiga el uso de inteligencia artificial y machine learning para “el estudio del pronóstico, complicaciones y desenlaces maternos y fetales de las mujeres embarazadas que padecen estas enfermedades, ya que la gestación en este grupo de pacientes tiene unas peculiaridades y dificultades adicionales, como el mayor riesgo de sufrir preeclampsia”.
Como señala Moreno-Torres, “la repercusión a nivel sociosanitario de esta investigación se ve reflejada en las publicaciones y citaciones que hemos recibido, ya que se trata de enfermedades prevalentes, que conllevan un alto impacto en la calidad y esperanza de vida en pacientes jóvenes”.
Incentivar la actividad científica
El objetivo de este reconocimiento por parte del Vicerrectorado de Investigación de UNIR es incentivar y recompensar la actividad científica de calidad, realizada por el personal docente e investigador de la Universidad, en la fase inicial de su trayectoria investigadora.
“A pesar de los desafíos, la investigación me ha brindado grandes satisfacciones. Me ha permitido desarrollar una visión crítica, explorar diversas hipótesis en el ámbito de la salud mental y contribuir a un área del conocimiento que considero vital para el bienestar de la sociedad. Ver cómo los resultados de mi trabajo pueden tener un impacto positivo en la vida de las personas es una de las mayores recompensas de esta profesión”, afirma Mestre.
“La carrera investigadora en nuestro medio es todo un reto, no solo por las condiciones de financiación, sino por la estructura institucional y por la feroz competencia de otros organismos con mucha dotación y recorrido”, asegura Moreno-Torres.
“En medicina, habitualmente necesitamos muchísimos medios, personal, infraestructura y capacidad, que son complicados de conseguir fuera de grandes instituciones hospitalarias o institutos de investigación, compañías farmacéuticas o grandes grupos de trabajo. Por ello, creo que tenemos que estar especialmente orgullosos de nuestros logros, publicaciones e impacto, durante este periodo”, añade el investigador.
En su opinión, “el principal desafío de la investigación es la persistencia, puesto que se requiere una labor intensa, continua, muy dedicada y en bastantes ocasiones poco retribuida o reconocida, durante muchos años. Sin embargo, a pesar de las dificultades que me consta que puede tener apoyar a un investigador de mi área, en UNIR solo he encontrado facilidades para desarrollarme”.
Para Mestre un reto significativo es la “falta de estabilidad“: “A menudo, los investigadores noveles dependemos de becas y proyectos de duración limitada, lo que puede generar una sensación de incertidumbre y dificultar la planificación a largo plazo. Además, la competencia para obtener financiación es intensa, y la presión por publicar en revistas de alto impacto puede ser abrumadora”, asevera.
“Contar con el apoyo de UNIR me ha permitido centrarme en mis proyectos y avanzar en mis estudios sin las preocupaciones que suelen acompañar la inestabilidad laboral”, concluye la investigadora.