La docente de UNIR y experta en Neuropsicología, Tecnología Educativa y Competencia Digital ha publicado un libro, que edita el Ministerio de Educación, sobre cómo usar la neurotecnología al servicio del alumno y profesor
Experta en Neuropsicología, Tecnología Educativa y Competencia Digital. Con estos mimbres, no era de extrañar que Silvia Pradas decidiera plasmarlos en un libro y, así, acercar estos conocimientos no solo a sus alumnos, sino también a todos los docentes, padres, educadores y, en general, aquellos interesados en aprender sobre cómo lograr el cambio de paradigma educativo que demanda la sociedad. El volumen, titulado ‘Neurotecnología educativa. La tecnología al servicio del alumno y del profesor’, ha sido editado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y puede obtenerse gratuitamente aquí.
En él, la directora del Máster Universitario en Neuropsicología y Educación y del Máster Universitario en Tecnología Educativa y Competencia Digital de UNIR aborda los cambios que afronta el mundo educativo y que llegan de la mano de la neurociencia y la tecnología, cada vez más presentes en las aulas y que contribuyen a facilitar el aprendizaje del alumnado, a adaptarse a sus ritmos y necesidades. En definitiva, una enseñanza más personalizada que busca obtener el máximo potencial de los estudiantes.
P. Neurotecnología educativa. ¿En qué consiste?
La neurotecnología educativa es el enfoque del uso de la tecnología en el ámbito educativo interpretando adecuadamente el procesamiento neuronal. En definitiva, una nueva ciencia del aprendizaje, con base en el conocimiento sobre el funcionamiento del cerebro humano y la metodología utilizada en el empleo de la tecnología en el aula.
Con esta obra, mi intención real es aportar un grano de arena a la Educación desde mi posición y animar a entender que debemos ir hacia una metodología centrada más en el cómo se aprende que en el qué aprenden.
P. ¿Qué implicaciones tiene la Neuropsicología en la educación?
Tu pregunta me remite a la anécdota que sirve como dedicatoria de mi libro: “A mi sobrino nieto Kiran (5 años) que después de sufrir que su hermano jugando le rompiera el tímpano con un juguete le dijo: ‘Beltrán me has hecho mucho daño y me ha llegado hasta el cerebro y ya no voy a poder pensar'”.
La idea es que, si el sentido común de Kiran le lleva a concluir lo que dice, ¿cómo es posible que los profesores no entendamos la importancia de la neuropsicología? ¿Cómo es posible que no caigamos en la cuenta de que la información entra al cerebro por las vías sensoriales? ¿Cómo es posible que no nos llame la atención la transformación de esa información en conocimiento en los cerebros de nuestros alumnos?
P. Los estudiantes actuales tienen un perfil tecnológico. ¿Qué aporta la tecnología a la enseñanza? ¿Y al aprendizaje de los alumnos?
La tecnología tiene que ser invisible, no hay que darle mayor relevancia de la que tiene. Es un medio, un instrumento, un canal de comunicación, un recurso didáctico para el profesor y cognitivo para el alumno. Si a lo que conocemos de la tecnología le añadimos lo que nos brindan las investigaciones de la aplicación de la neuropsicología al proceso de aprendizaje, conseguiremos el verdadero cambio del paradigma educativo que hoy demanda la sociedad.
P. En concreto, ¿cómo aplicar la neurociencia a la neuropsicología infantil?
Utilizar la tecnología desde la etapa de Educación Infantil tiene sus detractores, quienes aluden a que es mejor que jueguen, que hagan las fichas tradicionales, etc. Y quizá lleven razón, pero nosotros estamos de acuerdo con las palabras del científico Antonio Damasio, que dice que “existe una serie de neuronas que se activan o no dependiendo del aprendizaje que las haya esculpido”. Y añade que el hecho de que los niños estén en contacto con las nuevas tecnologías y con las nuevas velocidades en la recepción de la información a tan temprana edad es una maravilla porque aprenden cosas que son mucho más fáciles para ellos en un momento de precisión máxima de elasticidad cerebral.
P. Supongo que, en alumnos con dislexia, discalculia, lateralidad cruzada y altas capacidades los resultados serán notables.
Justo una nueva línea de investigación que quiero iniciar con los profesores del Máster de Tecnología Educativa y Competencias Digitales es precisamente la re educación de trastornos del aprendizaje como la dislexia, discalculia, etc., a través de la tecnología.
Hasta ahora solo se oyen voces que repiten que con la tecnología no mejora el rendimiento de los alumnos. Quizás no conocen una universidad como UNIR, que consigue año tras año resultados académicos notables entre sus miles de egresados. Y sí es cierto que, en el mundo educativo no universitario, hay mucho todavía que investigar y evidenciar. Estoy segura de que nuestros alumnos del Máster realizarán trabajos de fin de Máster (TFM) que aportarán muchas luces sobre estos temas.
P. ¿Estos avances también pueden contribuir a adaptarse a los distintos ritmos de los niños y evitar que queden tan relegados?
Esta pregunta se traduce con una sola palabra, personalización. La tecnología ha permitido que podamos aplicar ese concepto con rigor, por lo menos, ha evidenciado que poder podemos. Otra cosa será si lo queremos aplicar.
P. ¿Se puede minimizar el elevado índice de fracaso escolar?
Si yo tuviera la solución no la escondería. Lo que sí puedo decir es que, con la aplicación de la neuropsicología educativa, trabajamos sobre las causas y no nos despistan los síntomas. Esto es importantísimo porque nos dejamos de etiquetar a los alumnos y les ayudamos a fondo.
P. Y los profesores, ¿se adaptan al uso habitual de las tecnologías?
Se adaptan si les damos buena formación y medios. La formación del profesorado es la clave. De ahí que se debe planificar, organizar e implementar adecuadamente. Y, por supuesto, con la implicación de los equipos directivos que les motiven y lideren para el cambio que implica la incorporación de la tecnología en el proceso de aprendizaje.
Por eso, otra línea de investigación que tengo abierta en el grupo de investigación, cuyo IP es D. Javier Tourón, aborda la formación en competencias digitales del profesorado. Lo primero que hemos diseñado ha sido un cuestionario sobre todas las dimensiones referidas a las competencias. De tal manera que el resultado de las respuestas al cuestionario dibujen el itinerario formativo del profesor que responda.
P. El Flipped Learning está suponiendo una verdadera revolución en las aulas. ¿Por qué?
Precisamente en la línea de formación del profesorado que mencionaba antes, desde la Escuela TIC de UNIR ofrecemos el primer Experto Universitario en Flipped Classroom desarrollado online y en un campus virtual 3D. La clave del Flipped es entender que no podemos enseñar de la misma manera a alumnos que aprenden de distinta manera porque sus circuitos neuronales son diferentes al vivir en un entorno que les ofrece muchos más estímulos.