La cantata para coros y orquesta única 'Terra', basada en el texto del Papa Francisco 'Laudato si, sobre el cuidado de la casa común', se estrena el martes 2 de abril en el Auditorio Nacional de Música de Madrid
Una obra musical excepcional y un mensaje profundo y universal sobre el respeto al medio ambiente. Eneko Vadillo Pérez ha sido el primero en musicalizar un texto papal para crear una pieza de carácter no religioso, que irradia hondura y sensibilidad. El profesor del Máster Universitario en Composición Musical con Nuevas Tecnologías de UNIR estrena ‘Terra’ el próximo 2 de abril en el Auditorio Nacional de Música en Madrid. Se trata de una cantata para coros y orquesta única, basada en la encíclica del Papa Francisco ‘Laudato si, sobre el cuidado de la casa común’.
‘Terra‘ es una bella obra musical, que ahonda en las reflexiones que el Santo Padre realiza sobre el trato que los seres humanos damos al planeta y a los animales. Se divide en tres movimientos: Iniquitatem (Requiem pro nostra terrarum orbe, Mutatio y Oratio/Ultra solem).
A través de un lenguaje ecléctico, pero eminentemente contemporáneo y expresivo, el profesor de UNIR indaga en el sentido último de la encíclica papal. Este texto fundamental propone un modelo de ecología integral; al tiempo que denuncia la inacción de los Estados y de las personas ante los peligros y amenazas a los que se enfrenta hoy en día nuestro planeta. Esto es, el calentamiento global, el desaprovechamiento o sobreexplotación de los recursos y el escaso respeto hacia la vida animal.
Carácter dramático
“Se trata de una cantata de carácter dramático, casi operística, en la que por momentos se puede detectar un sentido audiovisual”, explica el autor. Y es que Vadillo ha intentado “reflejar en la música imágenes que pueden llegar a nuestra conciencia sobre lo que significa la tortura de una ballena al ser cazada o la muerte de un elefante para obtener su marfil”.
“Son tantas las imágenes horrendas que provienen de la parte más maligna del ser humano, que no se pueden enumerar todas sin llorar al pensar en ello”, dice. Por eso, detalla que “el llanto, el odio y la angustia se representan en el primer movimiento. El segundo recoge la inmediatez, la urgencia y la desubicación del ser humano en este planeta, mientras que el tercero evoca la posible redención y bondad que podemos alcanzar como humanidad”.
Un reto
Vadillo, con una dilatada carrera a sus espaldas, ha encarado un reto superlativo con este trabajo. Pero, asegura, sintió “la necesidad de hacer algo con un texto tan bello e importante”. “El Papa constituye una autoridad escuchada por todo el mundo y, sobre todo, respetada por la comunidad católica cristiana”, señala. Así, cree que “resulta importante valorar sus indicaciones y considerarlas en nuestras complejas sociedades actuales”.
El Papa explora la parte más profunda y espiritual del ser humano y sitúa la vida animal y los ecosistemas como parte de ese mundo espiritual
Del Santo Padre destaca “su sensibilidad, humanidad, piedad, bondad y amor por nuestro entorno más débil y sensible: la vida animal y vegetal”. “El Papa explora la parte más profunda y espiritual del ser humano y sitúa la vida animal y a los ecosistemas como parte de ese mundo espiritual, por lo que considera primordial su respeto y cuidado por parte del ser humano”, remarca.
La obra, de unos 25 minutos de duración, nace además fruto de la amistad de Vadillo con la compositora y directora del Máster Universitario en Composición Musical con Nuevas Tecnologías de UNIR, Zulema de la Cruz, y del apoyo que ha recibido por parte del director musical de la Orquesta de la Comunidad de Madrid, el maestro Víctor Pablo Pérez. Será esta la que la interprete en el marco del Ciclo Fundación BBVA-ORCAM. “Espero que el Santo Padre pueda acceder a una grabación de la obra y, si le gusta, pues mejor que mejor”, desea.