El director del Máster de Seguridad Informática de UNIR, recién galardonado con la Medalla al Mérito Policial, habla sobre la labor que le ha hecho merecedor de este metal que se suma a otros dos previos
No ha participado en ninguna Olimpiada, pero en su haber cuenta ya con nada menos que tres medallas, tan representativas, emocionantes y satisfactorias como las de los deportistas en los Juegos. Porque no todos los días uno obtiene condecoraciones por el buen hacer profesional. Es el caso de Manuel Sánchez Rubio, director del Máster de Seguridad Informática englobado dentro de la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), que el pasado 5 de octubre recibió la Medalla al Mérito Policial por sus aportaciones y desarrollos realizados en temas de ciberseguridad para hacer frente a la actual problemática de la ciberdelincuencia.
El acto, presidido por el Ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, contó con la presencia de varios familiares del también investigador principal del Grupo de Investigación Cybersecurities de UNIR Research y científico titular del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), quien no pudo estar presente debido a sus compromisos profesionales. No obstante, su ausencia no restó ilusión al hecho en sí mismo. “Fue muy emotivo, es un gran orgullo a nivel personal porque significa el reconocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a las diversas colaboraciones que mantenemos”, valora un satisfecho Sánchez Rubio, quien no duda en mostrar su “satisfacción y agradecimiento a las personas que han creído que era merecedor de, para mí, este gran galardón”.
Un metal que se suma a otros dos previos. Porque ya hace tres años, en 2013, que la Guardia Civil le condecoró con su Cruz al Mérito con distintivo blanco a raíz de una “estrecha colaboración en la grave problemática del mundo de la pornografía infantil a través de Internet, así como formación específica a distintos colectivos del Cuerpo Armado”. Un año más tarde, en junio de 2014, obtuvo la Cruz al Mérito Aeronáutico con distintivo blanco. “Como funcionario del Estado por mi trabajo en INTA, estoy inmerso en tareas de ensayo en vuelo y armamento en aeronaves tripuladas y no tripuladas”, explica.
Herramientas de apoyo a la investigación
Pero, ¿qué incita a un civil a ayudar con tanta dedicación a las fuerzas policiales? La explicación es bien sencilla. “Comencé desde los distintos estamentos que he dirigido, sobre todo a nivel de cátedras de investigación”, relata. En un primer momento se trató de algo “puntual” y que afectaba a “determinadas áreas de la red”. Pero pronto los resultados desembocaron en una mayor confianza “y nos propusieron investigar en redes de intercambio de ficheros (peer to peer) para indagar en el campo de la pornografía infantil a partir de desarrollar alguna herramienta que les resultó útil y operativa“. A partir de entonces fueron avanzando “a otros campos de investigación”, si bien en su mayor parte centrados en redes sociales y redes anónimas.
Pese a tan fructuosa conexión, el profesor de UNIR prefiere mostrarse cauto a la hora de señalar que su labor y la de su equipo “no es determinante, se trata más bien de herramientas de apoyo a la investigación con el resto de las que ellos -en referencia a los cuerpos policiales- poseen” y que demuestran que, en España, “los investigadores podemos estar a la altura de herramientas internacionales”. No obstante, se enfrentan a un hándicap añadido, porque en el desarrollo de estas aplicaciones cibernéticas nunca se sabe cuál será su tiempo de vida. “Internet es cambiante, un ‘ser vivo’ en constante actualización y es casi igual de complejo, si no más, tener actualizado el software“.
Si entras a servicios de manera gratuita, el producto de interés somos nosotros mismos, en forma de información, lo que las grandes compañías quieren
Sus conocimientos, su experiencia y su labor diaria le permiten hablar con potestad de la red de redes. Además de incidir en lo que tanto la Policía como diferentes expertos están advirtiendo, esto es, que los delitos en Internet están creciendo a gran velocidad, Sánchez Rubio apunta a la necesidad de ser conscientes cuando accedemos a la web. “Si entras a servicios de manera gratuita es que el producto de interés somos nosotros mismos, en forma de información, que es lo que quieren las grandes compañías”, explica.
Aplicar el sentido común
No obstante, tranquiliza, porque “Internet no puede ser sinónimo de miedo, su utilidad es al 99% positiva, aunque siempre hay una componente, mínima, que nos obliga a ser cautos y estar concienciados“. Lo aclara con un sencillo ejemplo, extrapolable de la vida cotidiana a la virtual. “Si estamos con nuestros amigos o familia en una plácida terraza tomando un refrigerio nos sorprendería mucho que alguien desconocido se sentara con nosotros en la misma mesa ¿por qué en las redes sociales sí lo vemos normal?”, cuestiona.
El banco nunca nos va a pedir una contraseña por Internet y no te puede tocar una lotería que no has jugado
El mismo sentido común valdría para evitar ser víctima de un fraude. “El banco nunca nos va a pedir una contraseña por Internet, no te puede tocar una lotería que no has jugado o quizás, esa hermosa relación que tenías online no es tan idílica”, insiste, si bien reconoce que, a veces, el ingenio de los ciberdelincuentes “es asombroso y siempre debemos ser humildes porque en cualquier momento podemos ser víctimas“. Como ejemplo, recurre a un simpático dicho de un amigo e integrante de la UCO de Guardia Civil: “Si llega la campaña de Hacienda y quieres el programa PADRE, ‘bájatelo’ de la web del Ministerio de Hacienda; de otros sitios, es posible que te bajes al PADRE, el HIJO y el ESPÍRITU SANTO”.