El profesor del Máster Universitario en Liderazgo y Dirección de Centros Educativos de UNIR incide en la importancia de una formación previa para acceder a los diversos cargos directivos, no únicamente al de director
El modelo educativo español es, un día sí y otro también, noticia de portada en los medios de comunicación. Y entre otras muchas cuestiones que se debaten estos días, resulta de sumo interés la de la formación específica en el ámbito de la dirección de centros educativos. Sobre esta materia ahonda Alfonso López Pulido, profesor del Máster Universitario en Liderazgo y Dirección de Centros Educativos de UNIR y director de un centro de ESO y Bachillerato, en una entrevista concedida al director académico del Máster, Daniel Rivadulla.
P. Una cuestión que todo el mundo se pregunta estos días es para cuándo la tan deseada reforma del modelo y sistema educativos.
En realidad, yo me plantearía la pregunta de un modo distinto: ¿Cuáles son los niveles o en qué ámbitos sería preciso incidir a través de la reforma? Esta reforma no es la solución por sí misma, sino que va a depender de las prioridades y de los objetivos que se establezcan a partir de ellas.
P. Totalmente de acuerdo. Voy al fondo de la cuestión. ¿Dónde situaría, dentro de la reforma, la necesaria articulación de la formación de los equipos directivos?
Sin duda alguna, como una de las prioridades básicas: la formación de nuestros equipos directivos sigue siendo clave dentro de esa tan deseada reforma. Precisamente, desde diversos sectores relacionados con la educación, se viene insistiendo en la necesidad de una formación previa para acceder a los cargos directivos, no solo al de director, y de una actualización periódica de esa formación.
P. Más en concreto todavía. En 2014 el Real Decreto 894 establecía cuáles era los objetivos, contenidos y competencias de esa formación, orientada a un liderazgo más eficaz. ¿Qué valoración mantiene hoy, a su juicio, ese Real Decreto, respecto de las autoridades educativas como de los compañeros en equipos directivos?
En algunos casos, la existencia de un curso de formación, y de los correspondientes de actualización, ha creado la sensación de que, al fin, se está considerando a los equipos directivos como lo que realmente son, un elemento fundamental en la gestión educativa, ya que se va a requerir una formación específica y sólida para poder acceder y desempeñar el puesto de director, con lo que se les va a dotar de un mayor prestigio y consideración.
Desde el punto de vista de la Administración, la posibilidad de contar con equipos directivos más formados y cualificados es vista como un avance, ya que ello garantiza una gestión más eficaz y eficiente. Por parte de quienes ya integran algún equipo también es muy bien valorada esta cuestión, ya que viene a complementar la formación recibida y, especialmente, a actualizarla. Además, la cuestión de la formación previa y la de la actualización permanente no ha sido puesta en tela de juicio por ninguno de los diversos sectores educativos, que la consideran necesaria y prioritaria.
P. Entiendo que, en su opinión, siguen siendo válidos sus planteamientos de fondo.
Sin duda. Sobre todo porque viene a cubrir un vacío, especialmente en todo lo referente a la elaboración de un proyecto de dirección de centro educativo. La formación que se ha venido impartiendo hasta ahora no contemplaba este aspecto.
Capacitación para cualquier cargo directivo
P. ¿Desde su perspectiva de director de centros públicos, cómo encajaría aquí nuestro Máster?
Es una oportunidad magnífica para quien desee obtener las capacidades necesarias para desempeñar cualquier cargo directivo con eficacia. Además, no solo es válido para los centros públicos, sino también para los privados y privados concertados, ya que aporta las competencias genéricas y específicas que se necesitan para gestionar cualquier tipo de centro educativo.
Además, formativamente hablando, el Máster Universitario en Liderazgo y Dirección de Centros Educativos cubre todos aquellos aspectos que enumera el Real Decreto 894/2014, sin descuidar ninguno de ellos. Contiene todos los elementos necesarios para que, quienes deseen acceder al ejercicio de funciones directivas, e incluso los que ya lo hacen, adquieran unos conocimientos y destrezas que les permitan asumir con éxito estos tres elementos básicos: liderazgo, dirección y gestión. Incluso en algunos aspectos va más allá.
P. ¿Podría desarrollar esa explicación poco más?
Por supuesto. Considero oportuno mencionar aquí que, tal y como contempla el Real Decreto 894, quienes posean un Máster oficial como el nuestro quedarán exentos de la realización y evaluación de todos los módulos del curso de formación, a excepción del «Módulo VI: proyecto de dirección». Y, precisamente, nuestro Máster culmina con un Proyecto de Dirección, que se realiza en el Trabajo Fin de Máster. Por tanto, aquellos que lo superen, además de lograr la exención del curso de formación, ya tendrán elaborado el proyecto que se les requerirá en el único módulo obligatorio que se indica en el Real Decreto.