La arqueóloga y profesora del Grado de Humanidades de UNIR, Pilar Sáenz Preciado, celebra el 18 de mayo -Día Internacional de los Museos con un artículo de Opinión en Diario LA RIOJA.
A continuación, reproducimos el artículo de Opinión de la profesora del Grado de Humanidades de UNIR, Pilar Sáenz Preciado, sobre el Día Internacional de los Museos.
Desde 1977, por iniciativa del Consejo Internacional de Museos (ICOM) se viene conmemorando, cada 18 de mayo, el Día Internacional de los Museos. De manera paralela, auspiciada por el Consejo de Europa, el 21 de mayo se celebra la Noche Europea de los Museos, donde el público llega a descubrir de manera insólita todas las riquezas que encierran. También conviene recordar que este mismo día, se celebra el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo.
Irina Bokova, directora general de la UNESCO, lanzó el año pasado el siguiente llamamiento: «La incomprensión mutua de los pueblos alimenta la desconfianza y los malentendidos entre las naciones. La diversidad cultural es nuestro patrimonio común y la mayor oportunidad para la humanidad. Es una invitación al diálogo, al descubrimiento y a la cooperación. En un mundo tan diverso, la destrucción de las culturas es un crimen y la uniformidad un callejón sin salida. Esos crímenes refuerzan aún más nuestra convicción de que los enemigos de la dignidad humana seguirán intentando destruir la diversidad cultural, ya que es el símbolo de la libertad del espíritu y de la creatividad infinita del ser humano».
En el Día Internacional de los Museos, este año se ha elegido el lema ‘Museos y Paisajes Culturales’. En un principio, parece no existir una relación directa entre museos y paisajes, pero es todo lo contrario. No podemos olvidar que los paisajes culturales también son objeto de destrucción: guerras, vorágine constructiva y especulativa, catástrofes naturales…
Recientemente se ha presentado la candidatura ‘Paisaje Cultural del Vino y el Viñedo riojano y La Rioja alavesa’, con la intención de sumarse a la lista de otros paisajes culturales como la región vitivinícola de Tokay (Hungría), la Jurisdicción de Saint-Emilion (Francia) o la Región vitícola del Alto Duero (Portugal).
«Es preciso conocer la evolución histórica del paisaje e identificar sus principales rasgos para poder actuar en su salvaguarda y fortalecer sus valores culturales y ambientales»
Aunque, de momento, la UNESCO ha desestimado la candidatura, se sigue trabajando con optimismo ya que recientemente se ha incluido en la lista el Paisaje Cultural del viñedo Monferrato (Italia). La candidatura en la que trabajan conjuntamente los gobiernos vasco y riojano recoge la excepcionalidad cultural de un paisaje que supera las fronteras autonómicas, una zona singular desde un punto de vista histórico, geográfico y cultural, donde podemos ver desde los primeros lagares rupestres hasta la arquitectura del vino del siglo XXI, verdadero eje del turismo enológico actual.
Pero, ¿qué entendemos por Paisaje Cultural? Es el resultado del desarrollo de actividades humanas en un territorio concreto, donde se produce una continua interacción entre los seres humanos y su entorno natural, los modos de vida, las políticas y las creencias de cada sociedad. Por tanto, es preciso conocer la evolución histórica del paisaje e identificar sus principales rasgos para poder actuar en su salvaguarda y fortalecer sus valores culturales y ambientales.
El se divide en tres categorías. La primera corresponde al ‘Paisaje claramente definido‘, creado y diseñado intencionadamente por el hombre, como son los jardines históricos.
La segunda categoría es el ‘Paisaje esencialmente evolutivo’, donde el hombre actúa sobre la naturaleza, tal es el caso de los denominados paisajes vestigio (o fósil) que forman parte de la historia, aunque sus características siguen siendo visibles físicamente como en las Médulas (León). Dentro de este mismo grupo incluimos los paisajes vivos asociados a modos de vida tradicionales, como ocurre por ejemplo con los arrozales de Camboya.
La última categoría es el ‘Paisaje cultural asociativo’, lugares donde existe una estrecha vinculación religiosa o cultural entre el hombre y el medio natural, por ejemplo los lugares sagrados de los aborígenes australianos.
El Paisaje Cultural se divide en tres categorías. La primera corresponde al Paisaje claramente definido, creado y diseñado intencionadamente por el hombre, como son los jardines históricos.
La segunda categoría es el ‘Paisaje esencialmente evolutivo’ donde el hombre actúa sobre la naturaleza, tal es el caso de los denominados paisajes vestigio (o fósil) que forman parte de la historia, aunque sus características siguen siendo visibles físicamente como en las Médulas (León). Dentro de este mismo grupo incluimos los paisajes vivos asociados a modos de vida tradicionales, como ocurre por ejemplo con los arrozales de Camboya.
La última categoría es el Paisaje cultural asociativo, lugares donde existe una estrecha vinculación religiosa o cultural entre el hombre y el medio natural, por ejemplo los lugares sagrados de los aborígenes australianos.
En España contamos con tres paisajes incluidos en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO: Los Pirineos – Monte Perdido (1997). Situado a ambos lados de la frontera, alberga un paisaje de pastoreo y modo de vida rural tradicional, siendo uno de los pocos lugares de Europa en donde la trashumancia, mediante acuerdos ancestrales, se ha mantenido a lo largo de los siglos; Aranjuez Paisaje Cultural (2001), fruto de las relaciones históricas desarrolladas entre el Palacio Real y la naturaleza silvestre y ajardinada, obra del hombre; La Serra de Tramuntana (2011) situada en la costa noroccidental Mallorca, donde la ausencia de recursos hídricos ha sido sustituida por una compleja transformación del terreno a base de cultivos en terraza.
Los Paisajes Culturales son ejemplos de herencia de tiempos y sociedades pasadas, que perduran en el presente y que no pueden, ni deben, perderse, ya que son reflejo de nuestro pasado, de nuestras raíces, que han contribuido a formar nuestra personalidad y carácter actual.
¿Cómo es posible que una tierra como La Rioja, que lleva en su nombre su personalidad, su temperamento, la base misma de su historia y su cultura, no va ser declarada Paisaje Cultural?. Tiempo al tiempo
