"Debido a las condiciones climáticas, habrá que poner especial cuidado en mantener la hidratación”, asegura Antonio Murillo, profesor del Experto Universitario en Nutrición Deportiva de UNIR
Son la meta final de todo deportista; el destino por el que, día a día, se esfuerzan con denuedo durante años. Pero una vez lograda la presencia en unos Juegos Olímpicos, aún aguarda el más difícil todavía. Conseguir uno de los preciados metales y, si puede ser batiendo alguna marca, mejor que mejor. Para alcanzar tal triunfo no basta solo con entrenar duro. También juegan un papel importante, por no decir fundamental, los hábitos nutricionales.
Con motivo del arranque de las Olimpiadas de Río, el profesor del Experto Universitario en Nutrición Deportiva de UNIR Antonio Murillo proporciona una serie de pautas para contribuir a que los deportistas triunfen. Entre ellas cobran especial relevancia las conocidas como ayudas ergogénicas, es decir, los procedimientos o agentes “que mejoran la producción, control o eficiencia de la energía”. Aplicado al deporte, significa que “proporcionan una ventaja que permite rendir por encima y más allá de lo que conseguirían los deportistas con su habilidad natural o entrenamiento”.
Se trata de ayudas nutricionales, farmacológicas, fisiológicas, psicológicas y biomecánicas para cuyo uso resulta de vital importancia, tal y como indica la Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE) “consultar con un especialista, porque cada individuo puede responder de diferente forma, dependiendo de las necesidades del deportista y de la disciplina deportiva”. Además, resultaría básico trabajarlas durante la etapa de entrenamiento y ligarlas a la estrategia dietética particular. “Estas ayudas van encaminadas al logro de objetivos como las actividades prolongadas, los largos entrenamientos, acelerar los procesos de recuperación, la regulación hidroeléctrica y la termorregulación, corregir la masa corporal e incluso disminuir las situaciones de estrés”.
Efectividad de los carbohidratos
De ellas, las que mayor evidencia científica tienen, debido a su efectividad, son los carbohidratos, puesto que añadidos a líquidos para la hidratación y a los minerales para la recuperación electrolítica resultan de suma utilidad, ya que retrasan la aparición de la sensación de fatiga, sobre todo en ejercicios de larga duración. Algo muy a tener en cuenta, especialmente en Río, cuyas condiciones climáticas obligan a “poner especial cuidado en mantener la hidratación”.
No se trata, según el experto, de sustituir la dieta; al contrario, hay que consolidarla y complementarla para optimizar el rendimiento y la salud. Y hacerlo por medio de suplementos nutricionales de administración oral que contienen ingredientes dietéticos (vitaminas, minerales, plantas medicinales, etc.). ¿Cómo se clasificarían?:
-Hidratos de carbono
-Bebidas energéticas especialmente diseñadas para deportistas
-Proteínas
-Aminoácidos esenciales
-Aminoácidos de cadena ramificada
-Glutamina
-Hmb
-Cafeína
-Bicarbonato
Y si algo está claro es que, para poder consumirlos, deben cumplir tres requisitos inexcusables. Esto es, ser seguros (para ello habrán sido analizados y certificados por un laboratorio especializado en este campo), ser efectivos (contar con la correspondiente evidencia científica) y ser legales (encontrarse dentro del código mundial antidopaje: AIS).
“Nunca pueden ser consideradas como sustancias dopantes”, remarca Murillo, quien sí advierte de que en estas cuestiones, a veces, se confunden otras sustancias “enormemente peligrosas para la salud del deportista, que son prohibidas en el deporte y cuya venta es ilegal”. Se trataría, por ejemplo, de los anabolizantes esteroides “muy usados, por desgracia, en el culturismo, fitnnes, etc.”.
De mitos y superalimentos
Además, el experto insiste en que no existen alimentos estrella o “superalimentos”, sino que lo que en verdad funciona es una combinación “justa” de alimentos que proporcionen los nutrientes necesarios para desarrollar todo el potencial deportivo. “Y cuando estos alimentos no pueden aportar todo lo necesario, la dieta se suplementa con estos productos y así se consigue una combinación idónea”.
Por todo ello, el profesor de UNIR insiste en la importancia de incrementar las titulaciones que formen a profesionales en nutrición deportiva y así se desechen mitos implantados en la sociedad “como el que dice que las proteínas prevalecen sobre los carbohidratos en cantidad, y es absolutamente falso”. También alerta sobre la costumbre cada vez más extendida entre los asiduos al gimnasio. “Parece que ingresar en uno, aparte de hacer deporte, significa consumir de forma obligada suplementos, especialmente proteínas en polvo y es un verdadero error hacerlo sin el control de profesionales de la nutrición”. ¿Por qué? Debido a que en la mayoría de los casos, el resultado “de ese excesivo consumo no será maravilloso e incluso podría llegar a ser perjudicial”.
Entonces, ¿existe alguna fórmula de éxito para los deportistas olímpicos? Murillo lo tiene claro: una alimentación sana, variada y equilibrada y, si fuera necesario “complementarla con los nutrientes que, por alguna cuestión y tras ser evaluado su caso, se observe que sean necesarios”.