Este es el título que recoge la conferencia que el profesor de UNIR ha impartido en Barcelona, en la que ha afirmado que “Internet no es un peligro, pero debemos ser conscientes de lo que estamos haciendo”
‘Riesgos de la sociedad de la información: del Big Data a la deep web’. Es el título de la conferencia que esta semana ha impartido en la Universidad de Barcelona Víctor Renobell, profesor del Grado en Derecho y del Máster Universitario en Intervención Social en las Sociedades del Conocimiento de UNIR. Su coloquio ha girado en torno a los riesgos, a nivel social, que aparecen con la gestión masiva de datos en la era digital.
Inconscientemente, cedemos datos sobre quiénes somos, qué hacemos o con quién estamos en Internet. Incluso los móviles son una fuente inagotable de información sobre su usuario. Llegados a este punto, ¿podemos imaginar un ser humano controlando todos esos datos que generamos de forma fácil, clara, visual e inmediata?
Víctor Renobell asegura que Internet no es un peligro, “pero debemos ser conscientes de lo que estamos haciendo. Ofrecemos datos sobre nosotros a un sinfín de empresas en cada aplicación que nos bajamos en el móvil y en cada servicio digital que utilizamos. Apple, Google y otros cientos de compañías saben más sobre nosotros que nosotros mismos: cuántas veces hemos reproducido una canción concreta, nuestros horarios o dónde nos movemos día a día”, advierte el doctor en Sociología y experto en Sociedad de la Información. Y lo dice aún más claro. “Yo soy incapaz de saber dónde estuve el 17 de febrero a las 14:23 y Google o Apple lo hacen”. Por este motivo, el ciudadano ha de asumir los riesgos que entraña el utilizar la tecnología de nuestras aplicaciones en el móvil.
Sociedad oculta
Por otro lado, la gestión de datos masivos es cada vez más fácil y accesible para las empresas. De hecho, en la conferencia se ha analizado el advenimiento de la sociedad informacional y la complementariedad de los artefactos tecnológicos que gestionan nuevas privacidades y nuestras nuevas formas de compartir. “Las empresas están aprendiendo el negocio de la venta de datos. Si soy un supermercado vendo productos de consumo, pero recopilo mucha información sobre lo que quiere la gente de mi barrio: sé todo lo que consumen, conozco los cambios de consumos, los productos que más le gustan, los que menos, cuándo los compran más y cuándo menos”, explica el docente de UNIR.
Por último, existe otro Internet que pocos conocen. Se trata de la Internet profunda (deep web), donde todo es anónimo. Un universo paralelo virtual que esconde una sociedad oculta en la que podemos encontrar de todo a golpe de un solo clic. “Ni la Policía ni los servicios secretos pueden registrar y saber quién publica. Existen mercados negros de todos los productos y servicios: sicarios, venta de armas, de droga… Pero también venta de datos, de tarjetas de crédito, de una información recopilada de forma no legal que allí tiene un precio, etc.”, manifiesta Renobell. “Si la gestión de datos es ya dudosa en el mundo legal no podemos ni imaginarla dentro de un mundo que va más allá de la legalidad y de las reglas sociales”, concluye.