Sara Puerto
En este poemario abunda en la "posibilidad de inventar un sentimiento y ponerlo en el corazón de un personaje de ficción”, a través de un juego de voces entre sus heterónimos Jacobo Sadness, un poeta existencialista, y su maestro, el ermitaño estoico Antero Freire.
El profesor de UNIR Santiago A. López Navia ha obtenido el XXIX Premio Nacional de Poesía Acordes 2021, otorgado por el Ayuntamiento de Espiel (Córdoba), con su poemario Hespérides. (Peregrinaciones, duelos y silencios de Jacobo Sadness).
“Es una alegría especial, después de casi diez años sin presentarme a ningún premio literario. Haber obtenido este reconocimiento en concurrencia con otros ciento cuatro poetas me honra, sin que eso signifique que yo crea que ganar un premio suponga un éxito especial, así como no ganarlo tampoco representa un fracaso. Es extraordinariamente difícil obtener un premio, y el hecho de ser finalista constituye ya un logro en toda regla. Vayan desde aquí mi agradecimiento al jurado y mi reconocimiento y admiración a los demás participantes”, afirma López Navia (Madrid, 1961), docente en la Facultad de Educación, en donde coordina la especialidad de Lengua Castellana y Literatura del Máster en Formación del Profesorado, y director académico del Máster en Retórica y Oratoria de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades”.
Es doctor en Filología por la Universidad Complutense de Madrid, doctor en Ciencias de la Educación con Premio Extraordinario por la UNED y doctor honoris causa por la Universidad SEK de Santiago de Chile, en la que es titular de la Cátedra de Estudios Humanísticos Felipe Segovia Martínez. Además, es miembro asesor del Consejo de Dirección de Trinity College Group. Sus principales líneas de investigación son el cervantismo y la retórica, a los que ha dedicado varios libros y numerosos trabajos académicos.
Sentimiento inventado
En su poemario Hespérides abunda en una de sus líneas creativas: “La posibilidad de inventar un sentimiento y ponerlo en el corazón de un personaje de ficción”.
Desarrolla un “nuevo juego de voces de dos de mis heterónimos: Jacobo Sadness, un poeta de tono romántico y existencialista, y su maestro, Antero Freire, un ermitaño estoico que instruye, advierte e incluso reconviene a su discípulo. Con este juego de heterónimos pretendo demostrar que la poesía puede ser también un espacio de ficción, desde el momento en que pongo en el corazón y en la voz poética de Jacobo un sentimiento amoroso que he inventado especialmente para él”.
Ya en 2008 empezó a ahondar en este uso de la voz poética para “poner un sentimiento inventado en voz de un personaje inventado”. Fue en Canción de ausencia rota de mi señor Silente.
“Es importante hacer notar que el poeta no siempre proyecta sus sentimientos, no siempre abre su corazón, sino que muy bien, y con todo derecho, puede fingir las tensiones, las crisis y las conmociones de los personajes que crea”, sostiene este poeta madrileño, autor de otros doce libros de poesía y uno de relatos, entre los que se encuentran Tremendo arcángel (2003); Sombras de la huella (2006); El cielo de Delhi (2007); Ensueño y mediodía (2011); Arte nuevo’ (2013); Impresiones de paso (2015); la antología Vivir es llegar tarde a todas partes (2017), y Tregua (2020).