El vicepresidente de Fundación Repsol entrega un cheque al presidente de FESBAL. En España, según un estudio elaborado por la Fundación La Caixa, casi 30.000 familias con niños pasan hambre, una cifra que se incrementa cada día, y por la que cada vez más personas deben acudir a asociaciones en busca de ayuda para poder alimentarse.
La labor de estas instituciones se antoja más necesaria que nunca y, por ello, precisamente, el pasado Príncipe de Asturias de la Concordia recayó este año en la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), que en 2011 atendió a 1.300.000 personas y que espera cerrar este año con un incremento del 10% de personas atendidas, según Agustín Alberti, responsable de comunicación y relaciones internacionales de FESBAL.
Con la complicada tarea de poder dar comida a los que más lo necesitan, los bancos de alimentos que forman parte de FESBAL la obtienen de donaciones de empresas de distribución o producción alimentaria, de Operaciones Kilo (donaciones personales de alimentos por los consumidores) o del Programa Europeo de Ayuda a los Más Necesitados (PEAD).
Este programa, precisamente, “que representa, en el caso de España, el 40% de los alimentos que reparte la FESBAL, desaparece a finales de 2013 y será sustituido por otro con mucho menos presupuesto y que no será exclusivamente alimentario”, explica el portavoz de la Federación. Este hecho supondría que entre Cruz Roja y los bancos de alimentos se dejarían de atender cerca de un millón de personas.
Este hecho ocurre mientras cada vez más gente acude a asociaciones benéficas en busca de un plato de comida. Aunque desde FESBAL no pueden concretar el número de personas que querría entrar en el reparto y no puede por falta de recursos, “en cuanto a las asociaciones caritativas se refiere, ha aumentado aproximadamente un 40% en número de ellas que querrían entrar en el reparto y que es imposible admitir a todas porque repartiríamos una cantidad ridícula a cada una de ellas”, afirma el responsable de comunicación de la Federación.
Colaboración privada
Por ello se ha hecho imprescindible la participación de empresas privadas que les ayuden a cumplir su objetivo. “Sin esa colaboración sería imposible el funcionamiento de los Bancos de Alimentos con el esquema actual. Este sistema de funcionamiento permite que cada euro que gastamos se convierta en 100 euros de alimentos que repartimos, gratuitamente por supuesto, a las asociaciones de ayuda social a los necesitados”, comenta Alberti.
Con esta finalidad ha surgido una iniciativa de colaboración con la Fundación Repsol: la campaña Ayudemos juntos por la que a través de más de 3.300 estaciones de servicio de la petrolera se podrán hacer donaciones para adquirir alimentos de primera necesidad desde el pasado 17 de diciembre y hasta el próximo 7 de enero.
Además, “la empresa duplicará cualquier donación que hagan sus clientes a los Bancos de Alimentos mediante FESBAL y comienzan la campaña con una donación de 500.000 €. Este dinero irá destinado a un programa de transformación de frutos frescos en productos no perecederos (tales como conservas, compotas, zumos, etc.)”, señala Agustín Alberti.
En un acto simbólico en el que estuvieron presentes el presidente de FESBAL, José Antonio Busto, y el vicepresidente de Fundación Repsol, César Gallo, se hizo entrega a la Federación de un cheque por 100.000 euros para poner en marcha la compra de alimentos de cara a garantizar el suministro en estas fechas navideñas aunque, como indicó Busto durante el acto, se trata de una labor diaria.
Con respecto a la gente que trabaja en cualquiera de los 54 bancos de alimentos que conforman la Federación, la gran mayoría de personas que allí colaboran lo hacen como voluntarios, un número que se ha incrementado desde que fueron galardonados con el Premio Príncipe de Asturias. “Nuestra gran necesidad de voluntariado se concentra en los momentos de las grandes colectas o grandes operaciones Kilo en los supermercados, pero al final siempre hay personas generosas con su tiempo y las cosas salen adelante”, argumenta el portavoz de la entidad.
De cara a la Navidad, suelen invadirnos un espíritu más solidario. Sin embargo, Alberti lo tiene claro: “No solo en estas fechas, sino a lo largo de este año, sobre todo, hemos experimentado un aumento del espíritu solidario que se manifiesta en donaciones de empresas que nunca antes se habrían propuesto ayudar a los Bancos de Alimentos. Hasta pequeñas empresas que el presupuesto de regalos navideños o de felicitaciones lo dedican enteramente a donarlo a los Bancos de Alimentos”, concluye.