La Universidad Internacional de La Rioja, a través de su Campus Solidario, ha participado en una de las acciones que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo ha organizado con motivo de su 25 aniversario. Se trata del encuentro "Voluntariado educativo, un viaje de ida y vuelta" de la Red de Educadores de la Fundación Jóvenes y Desarrollo.
La Fundación UNIR fruto de su voluntad de fomentar la solidaridad, tiene entre sus apuestas el Campus Solidario, un espacio virtual donde profesores y alumnos voluntarios ofrecen educación gratuita a quienes necesiten formación general, personas con necesidades básicas, o más específicas, profesionales en formación en países en desarrollo y a colectivos necesitados en España.
En representación del Campus Solidario acudieron a este encuentro profesores, alumnos y responsables del Campus, que expusieron la labor que realizan desde hace más de un año en el ámbito de la educación para el desarrollo.
El encuentro tuvo lugar en el Centro Cultural Conde Duque. Su objetivo principal fue mostrar que el voluntariado y la cooperación internacional, ejercidos por voluntarios que imparten educación, suponen el ejercicio de una responsabilidad social y un valor añadido a la práctica docente, pues incorporan una experiencia vital a este proceso. “Se trata de prácticas necesarias para la transformación y la justicia social, beneficiando a personas y colectivos excluidos y promoviendo capacidades para el desarrollo personal, comunitario y social”, como apuntaron algunos de los asistentes.
La sesión fue clausurada con la experiencia del Campus Solidario perteneciente a la Fundación UNIR. Carmen Gómez-Caldito, en representación del Campus Solidario, contó la labor que vienen desempeñando desde septiembre del 2012. “Nuestro voluntariado es innovador, combina los beneficios del voluntariado presencial y del online. Los profesores voluntarios imparten clases en directo desde su domicilio a través de las aulas virtuales de UNIR, acompañan y motivan al alumno en directo. Enseñar es sobre todo motivar y abrir el apetito por saber”.
Voluntarios, profesores, alumnos y amigos de UNIR, contaron de primera mano sus experiencias de aprendizaje-servicio, y el sentimiento de orgullo de formar parte del Campus Solidario. Destacaron la importancia de que “UNIR no sea una torre de marfil que encierre sus conocimientos para unos privilegiados, sino que haya creado este punto de encuentro para llevar la educación a todo el que lo necesite”.