Sara Puerto
El ex director general de la UNESCO aludió al “deber de memoria” con respecto a los hechos históricos que han devenido en la situación de conflicto actual. Además, mostró su preocupación por la inacción ante el cambio climático.
Logroño-Madrid, 3 de junio de 2022.-
“Hay que cambiar la cultura de la fuerza por la cultura de la palabra. Ahora más que nunca tenemos que ser actores de nuestras vidas, educados, libres y responsables”, ha afirmado Federico Mayor Zaragoza, presidente de la Fundación Cultura de Paz y ex director general de la UNESCO (1987-1999), en la jornada ‘Cultura y sociedad: binomio para el bienestar’, organizada por la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
Mayor Zaragoza habló de la creación del Programa de Cultura de Paz que incorporó la UNESCO en 1989 para trabajar por la educación para la paz, los derechos humanos y la democracia; contra la exclusión y la pobreza, así como la prevención de conflictos y la consolidación de la paz.
“Tenemos el deber de memoria”, indicó tras recorrer algunos de los hechos históricos más relevantes de la política internacional, desde la Primera Guerra Mundial hasta la reciente cumbre climática de Glasgow.
El ponente se mostró preocupado por “el multilateralismo, pero con veto” de las Naciones Unidas y también de la Unión Europea, y tachó de “disparate” tener que tomar las decisiones por unanimidad. Indicó, no obstante, a este respecto que el reciente discurso del presidente francés Emmanuel Macron que señalaba la necesidad de una “Unión Europea sin unanimidad” le había “dado esperanzas de lograr un multilateralismo democrático”.
Mayor Zaragoza estuvo acompañado por la vicerrectora de Acción Cultural de UNIR, Teresa Santa María, quien reflexionó acerca del papel de la cultura como “artículo de primera necesidad, que debemos conservar para el bien de la sociedad, estemos en el escenario o situación que estemos”.
Frenar el cambio climático
Catedrático de bioquímica, Mayor Zaragoza hizo hincapié en la importancia de actuar para frenar el cambio climático. “En 2015, Obama firma el Acuerdo de París. Este es el cambio de cultura, la apuesta por la Agenda 2030”, afirmó. A su vez, deploró la decisión de Trump de no suscribir este acuerdo: “Pensé que habría una reacción de ‘nosotros los pueblos’”, dijo, en referencia a la Carta de las Naciones Unidas.
“La expresión suprema de cultura es nuestro comportamiento cotidiano -agregó-. En los últimos años ha habido un reconocimiento de la igualdad de derechos y de la igualdad de género. Ahora somos más que nunca ‘nosotros los pueblos’, pues todos somos iguales en dignidad y, además, ahora tenemos voz. Pero para ser actores de nuestras vidas, tenemos que ser educados, en el sentido en que lo indica el artículo 1 de la Declaración de la UNESCO: educado es aquel que es libre y responsable”.
Mayor Zaragoza citó las palabras de Giner de los Ríos: “La educación es dirigir la propia vida”.
También recordó su conversación con Nelson Mandela, ante las dificultades para recabar apoyo a su proyecto del Programa de Cultura de Paz: “Me dijo: es que son todos hombres. En 14 o 18 años, la mujer será la piedra angular de la nueva era. ¿Por qué? Porque la mujer solo excepcionalmente utiliza la fuerza, mientras que el hombre solo excepcionalmente no la utiliza”.
“Espero que podamos decir progresivamente que ahora todos somos iguales y que todos utilizamos excepcionalmente la fuerza”, concluyó Mayor Zaragoza.
Mesa redonda
Tras la conferencia, se organizó una mesa de debate que contó con la participación de Natalia Armijos, directora general de cultura de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), Roberto Lozano, cineasta y miembro de la Academia de Cine Europeo; Fernando Olives-Gomila, director de Promoción Cultural y Nuevas Audiencias del Teatro Real; Natividad Buil, directora de Trayectos. Danza en Paisajes Urbanos; y Alberto Gamoneda, representante del área de Educación del Museo Nacional Thyssen Bornemisza.
Durante sus intervenciones, los invitados expusieron cómo trabajan las sinergias entre lo social y lo cultural en sus diferentes proyectos.
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