Ana Gugel
Para el socio director de CMS Albiñana & Suárez de Lezo, la profesión de abogado requiere de una preparación constante. Así lo expuso en su participación en Visión Abogacía, donde también repasó las cualidades que se exigen a los jóvenes o los cambios en la relación con el cliente.
“No basta con terminar una carrera, hacer un posgrado y opositar; eso está fenomenal, pero el abogado necesita estar al día de las modificaciones legales, que cada vez son más habituales; y esto requiere de una preparación continua durante el desarrollo de su carrera”.
De esta manera, abrió su intervención en Visión Abogacía César Albiñana, socio director del prestigioso despacho internacional CMS Albiñana & Suárez de Lezo. Lo hizo en una sesión en la que estuvo acompañado por Lola Arranz, vicedecana de Desarrollo y Organización Académica de la Facultad de Derecho de UNIR, y los estudiantes del Máster en el Ejercicio de la Abogacía, Inés García-Ovies y José Antonio Gutiérrez .
Albiñana considera que la carrera de los abogados en los grandes despachos es un recorrido a largo plazo, una maratón. “Digo esto porque la profesión de abogado es una profesión de talento y conocimiento y ello exige de mucho estudio y de una preparación constante”, subrayó.
Ser abogado requiere tener compromiso, humildad y ambición
A esta formación continua, el abogado debe sumarle una serie de cualidades. Para Albiñana es esencial una actitud de compromiso. “Eso se ve en la carrera, el esfuerzo y las calificaciones obtenidas, aunque tengo que decir que no siempre el mejor estudiante es el mejor abogado, ni al revés”, detalló.
El abogado ha de tener ambición por aprender, por colaborar, por desarrollarse sin reparos ni miedos.
En su opinión, la clave para ser un buen abogado dentro de un despacho colectivo es “tener un compromiso con el despacho, una actitud de esfuerzo, de humildad y de reconocer que no se sabe todo. También, de respeto hacia los compañeros y abogados contrarios. Esto es vital para toda convivencia, pero en un despacho esa actitud es aún más importante”.
César Albiñana con Lola Arranz y los estudiantes del Máster en el Ejercicio de la Abogacía de UNIR.
Además, Albiñana quiso dejar claro otro de los pilares imprescindibles para el abogado, la ambición. “Ambición por aprender, por colaborar, por no escurrir el bulto, por buscar trabajo, por desarrollarse intelectual y profesionalmente con sus compañeros, sin reparos ni miedos, porque nadie nace sabiendo. Esa actitud de compromiso y ambición es primordial”. Una reflexión que cerró con esta frase: “El que viene a verlas venir, normalmente, pierde el tren”.
Los abogados deben especializarse
En el análisis del perfil de los abogados que hoy se demandan, no dudó en repasar el cambio que se ha producido en la profesión: “Siempre he sido partidario de que el abogado se formase en todas y cada una ramas del Derecho. Me ha costado admitir que es necesaria la especialización. Ocurre en la Medicina y aquí también está pasando”.
La razón de esta transformación la marca la evolución del mercado. El cliente exige al especialista que aporte valor, por lo que el abogado debe contar con unos elevados conocimientos en su ámbito concreto.
Tal y como explicó, “hay un cliente muchísimo más exigente, que quiere que se le dé valor añadido. Lo que él ya tiene en su asesoría jurídica interna no lo externaliza. ¿Qué externaliza entonces? La homologación de un despacho para una determinada operación o la necesidad de un especialista que le aporte algo a su actividad esencial”.
Esto obliga a un nuevo modelo y afecta a los perfiles que reclaman los despachos. “Tenemos que buscar abogados especialistas en distintos sectores, que sepan no solo lo que sabe el abogado interno, sino incluso lo que sabe el gestor. Pero esos conocimientos no se consiguen en dos o tres años. El cliente busca canas, porque esos abogados saben darle respuesta a esas cuestiones. Si bien es cierto que, también, hay jóvenes muy preparados porque han empezado a especializarse muy pronto”.
La tecnología y su impacto en la abogacía
En la transformación del mundo jurídico no podemos dejar de señalar el impacto de la tecnología. Esto influye en diversas cuestiones. Una de ellas es, precisamente, la de las especializaciones más demandadas en el sector.
César Albiñana hablando con Lola Arranz, vicedecana de Desarrollo y Organización Académica de la Facultad de Derecho de UNIR.
Albiñana destacó todas las relacionadas con este ámbito de la tecnología y la innovación y señaló, por ejemplo, el legaltech. A estas se suman, también, “muchas de las de siempre. Las infraestructuras, el mercantil corporate, las fusiones o las adquisiciones, así como el boom de las energías renovables, con mucha actividad de fondos”, detalló.
Sobre el impacto de la tecnología, Albiñana también valoró que “hay circunstancias que no podemos obviar. La tecnología ha aportado una mayor agilidad en la gestión de expedientes o la obtención de datos. Facilita el trabajo más rudimentario para los abogados, y se trabaja más deprisa y con mayor seguridad. No hay duda de que tanto los instrumentos que ofrece la tecnología como la ciberseguridad, son campos imprescindibles a los que los despachos de abogados no pueden dar la espalda”.
El derecho societario: más control y transparencia
Desde su amplia experiencia en el derecho societario, evaluó las novedades y tendencias de esta área. Considera que existe una corriente hacia la creación de más mecanismos de control y transparencia. “Sin duda, creo que el camino es el correcto. Toda medida enfocada a una mayor transparencia e información de una sociedad mercantil redunda en una gestión más responsable y vigilada”, aseguró.
En su opinión, “la asunción de esa responsabilidad en el mundo empresarial está muy asumida. Los abogados internos son muy vigilantes del incumplimiento normativo, eso ha calado y resulta muy positivo”.
Aunque matizó que “también es cierto que, en ese afán, no solo en el ámbito de las modificaciones legislativas sino en de las recomendaciones del buen gobierno emanadas de la CNMV o de otras instituciones de regulación de los mercados, quizá algunas de ellas puedan resultar excesivas. Pero lo que en esencia es bueno, no daña”.
Asesoramiento para impulsar los compromisos sociales
Durante la sesión, también puso de relieve el significativo papel de asesoramiento que tienen los despachos de abogados respecto a los compromisos sociales de las empresas.
Si tienes ilusión es más fácil enamorarse de esta profesión, además de competir, siempre, contigo mismo.
“No son solo la conciliación ni la diversidad lo más demandado; ahora se trabaja mucho en lo relacionado con el medio ambiente, el cambio climático o la sostenibilidad. En estas exigencias está el mundo de hoy y una de nuestras tareas es prestar ayuda a las comisiones de sostenibilidad, lo que nos obliga a estar al tanto de las propuestas de ESG (medio ambiente, sociedad y gobierno corporativo)”, afirmó.
No puede faltar la ilusión para llegar lejos
No quiso terminar su intervención en Visión Abogacía sin dar un consejo a los estudiantes que sueñan con ser abogados. Les instó a esforzarse desde la propia carrera y a tener ilusión. “Siempre puede más una ilusión que un deber. Si la tenéis será más fácil estudiar, profundizar y enamoraros de esta profesión. Hace mucho, empuja”.
A esa ilusión, hay que sumarle la ambición, pero “una ambición legítimamente entendida por competir, no con tu compañero sino contigo mismo. Hay que competir, siempre, pero contigo mismo”, destacó.
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