Ana Gugel
Diego Trillo explicó en Visión Abogacía cuáles son las habilidades más importantes para un abogado de una asesoría jurídica interna de empresa y las diferencias con las que se exigen en los despachos.
“En las empresas tocarás más ramas del derecho, por lo que si tu objetivo es desarrollarte en este ámbito, no tengas prisa por especializarte. Debes estar abierto a distintos campos, con una formación amplia, y luego la vida te irá llevando”. De esta manera resaltó Diego Trillo, director jurídico, secretario general y del Consejo de Enagás, el enfoque que han de tener presente aquellos que quieren dirigir su trayectoria profesional hacia una compañía.
Lo hizo durante una nueva sesión del ciclo Visión Abogacía de UNIR junto a Lola Arranz, vicedecana de la Facultad de Derecho de UNIR, y Ricardo Arranz, director ejecutivo del Máster de Acceso a la Abogacía.
Como ejemplo, repasó lo que ocurre en su organización. “Nosotros tratamos temas variados y distintas controversias que no podemos prever. Somos 10 abogados y todos conocen y saben que deben moverse en distintas ramas del derecho, porque en el día a día vamos saltando del mercantil, al procesal o al regulatorio”.
Hay que asesorar y acompañar al negocio para lograr sus fines
A esto añadió que “en un despacho tienes clientes que van y vienen, algo que no ocurre en las empresas. Allí tu cliente siempre es el mismo, y vas atendiendo a las distintas unidades. Al final, hay que asesorar y acompañar al negocio para lograr sus fines. Por esta razón, el conocimiento de hacia dónde va la compañía y el negocio es esencial”.
Además, tal y como subrayó Trillo, se trabaja en equipos multidisciplinares: “Se conforman grupos de trabajo que desarrollan conjuntamente contratos o propuestas. Y, en muchas ocasiones, se traspasa el derecho, porque no es lo más importante; tú contribuyes, pero hay razones estratégicas o financieras que prevalecen. Por ello, yo me tuve que formar en temas económicos”.
Estas palabras llevaron a la vicedecana de la Facultad de Derecho de UNIR a apuntar que cuando hablamos de especialización en el mundo actual, no solo nos referimos a una rama del derecho sino también a adaptarse al mundo que te rodea. Algo que Trillo destacó igualmente: “Al entrar en una gran empresa es importante entender el entorno y que las cosas ocurren muy rápido. Un ejemplo, la regulación en el ámbito energético”.
La adaptabilidad, la formación y la proactividad son esenciales
Este mundo en movimiento constante implica que la adaptabilidad forme parte de las habilidades que el director jurídico de Enagás considera imprescindibles en un abogado. “Además de la adaptabilidad, es vital la formación continua, ser una persona dinámica y proactiva, y ser capaz de mantener buenas relaciones personales”, aseguró.
En el análisis de su sector quiso incidir en que los cambios son continuos y, que aunque lo energético lo relacionamos con la electricidad, existen muchas otras energías y tecnologías, por lo que es necesario ir más allá. Además, puso sobre la mesa el impacto de acuerdos o proyectos internacionales, que requieren acudir a despachos más especializados o profesionales concretos. Un ejemplo de ello es cuando se cierra un acuerdo que no está sujeto al derecho español.
Para cerrar su intervención en Visión Abogacía, hizo hincapié en que los jóvenes abogados trabajen la actitud y la aptitud, y que estén abiertos a lo que ocurre a su alrededor. Asimismo resaltó que “es importante el sentido colectivo y no tener miedo a no saber, porque el mundo cambia tan rápido, que hacemos muchas cosas por primera vez”.
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