Isabel Alvarez Castro
UNIR y el 'Harvard Flourishing Program' mantienen un convenio para impulsar la investigación y desarrollo de la educación del carácter. Ambas instituciones trabajan en dar respuestas al nuevo modelo educativo que integra la visión académica y el desarrollo personal de los estudiantes.
Expertos internacionales se dieron cita en UNIR en el evento “Potencia a tus alumnos”. Un encuentro organizado por el Vicerrectorado de Desarrollo e Impacto Económico y Social en colaboración con el “Harvard Flourishing Program” para exponer los avances en la investigación sobre los nuevos paradigmas de la educación.
Francisco Möller, asesor de estudios cuantitativos de UNIR, destacó durante su intervención que la educación del carácter se está posicionando como un tema de gran importancia en los centros educativos. “Tras diversas encuestas realizadas a profesores y padres, hemos detectado que la formación del carácter es un tema prioritario para ambos, pero faltan programas fiables que prueben su eficacia en el entorno educativo”.
No solo se deben evaluar los resultados académicos, sino las actividades enfocadas en virtudes y carácter. Francisco Möller.
Los profesores son los grandes educadores del carácter y deben formarse en ello, por lo que no solo deben evaluar los resultados académicos, sino las actividades enfocadas en virtudes y carácter como parte del proyecto educativo.
En este sentido, los expertos invitaron a reflexionar que “la búsqueda del desarrollo del carácter en estudiantes no se contrapone a la transmisión de conocimientos, sino que facilita la obtención de mejores resultados académicos. Ahí es donde está el cambio de paradigma”.
La Organización de Naciones Unidas, recientemente ha recordado, en esta línea el interés de reenfocar el conocimiento tradicional, pensado en productividad, hacia un florecimiento humano que se dirija a la persona en su totalidad. “Es decir, aportar herramientas para desenvolverse en un mundo complejo donde los estudiantes puedan sacar la mejor versión de sí mismos”, añade Möller.
La importancia de la investigación en educación del carácter
Los expertos hicieron énfasis en que la investigación juega un papel fundamental para evaluar nuevos enfoques y prácticas efectivas en la educación del carácter. “Es más difícil medir y auditar el carácter frente a conocimientos matemáticos, por eso es importante saber y compartir qué funciona y qué no”, aclara el investigador de UNIR.
A continuación, participó la investigadora principal del proyecto, la profesora Cristina Hinton, doctora en Educación, Neurociencia y Desarrollo Infantil por la Universidad de Harvard. En su intervención resaltó que “la investigación está normalmente desconectada de la práctica y necesitamos centrarnos en las escuelas para implementar actividades dentro y fuera del aula que fomenten de manera explícita el desarrollo de virtudes”. Además, animó a que se incorporen padres, profesores y comunidades educativas para evitar la brecha entre ellos y facilitar la comunicación.
La investigación juega un papel fundamental para evaluar enfoques, prácticas y proyectos más efectivos. Cristina Hinton.
Según Hinton, la investigación juega un papel fundamental para evaluar enfoques, prácticas y proyectos más efectivos. “Los profesores tienen una intuición de lo que pasa en el aula y debería ser evaluado; innovar mediante nuevas formas y aproximaciones; adaptar metodologías a ambientes y culturas diversas; así como generar y sistematizar aprendizajes que trasciendan a un aula en particular”.
Linda Sanders, directora del colegio The Laurels durante su intervención en UNIR.
En el encuentro también participó Linda Sanders, directora de The Laurels School of London, quien contó de primera mano la implantación del programa de educación del carácter en colegios de Inglaterra.
“Es fascinante como la investigación y la práctica de proyectos enfocados en la educación del carácter se refleja en los resultados académicos. Nosotros lo hemos constatado con los últimos resultados obtenidos en las inspecciones realizadas por las autoridades británicas, donde además todos nuestros alumnos respondieron que eran felices en el colegio. Esto nos confirma que nuestro programa ha tenido un impacto positivo en las alumnas, padres y profesores”, concluyó Sanders.
