El exdecano del Colegio de Abogados de Madrid y socio director de Alonso & Díez-Hochleitner Abogados repasó en Visión Abogacía los desafíos de los despachos y las habilidades esenciales para triunfar en este ámbito.
“Ahora estamos ante una abogacía muy diferente, con muchos retos, y es más difícil ser abogado ahora que cuando yo empecé; pero también hay muchísimas oportunidades”. Para José María Alonso, esta profesión es vital y tiene un papel extraordinario en la sociedad, siempre cerca de la ciudadanía.
En una nueva sesión del ciclo Visión Abogacía de UNIR, explicó junto a Lola Arranz, vicedecana de la Facultad de Derecho de UNIR; Ricardo Arranz, director ejecutivo del Máster de Acceso a la Abogacía; y la estudiante Belén Muriel, los desafíos actuales de los abogados, que resumió en tres principales: globalización, multidisciplinariedad y nuevas tecnologías.
Tal y como detalló durante su intervención, “el primero exige un dominio del inglés; el segundo, la multidisciplinariedad, requiere conocimientos más allá del derecho, sobre todo económicos, porque las relaciones jurídicas se han complicado mucho; y el tercero, impacta en todos los ámbitos”.
Alonso quiso poner de relieve la significativa evolución de los abogados: “Antes, su rol era ser un asesor de un consejo o de directivos, ahora verdaderamente entran a formar parte del órgano de administración, en un modelo muy americano. Tienen facultades decisorias”, remarcó.
Cuáles son las cualidades de un gran abogado
El exdecano del Colegio de Abogados de Madrid destacó, además, que el abogado debe estar muy pegado a la realidad social y ser muy versátil, y valoró las habilidades que más aprecia en esta profesión. En su opinión, es clave “que sepa trasladar confianza a su cliente, como hacen también los médicos. La empatía y la inteligencia emocional son fundamentales, aunque a veces no son lo suficientemente valoradas. Y, por supuesto, los conocimientos jurídicos, si bien esto último es evidente”.
A estas competencias añadió otro aspecto importante: “Deben saber identificarse con el problema del cliente, y este tiene que ver que eres parte de la solución a su problema. Es esencial hacerlo respetando la ética, porque no hay ningún cliente que merezca la pena para que tú alteres tus valores y principios”. Una idea que el socio director de Alonso & Díez-Hochleitner Abogados resumió con una frase de su maestro, el gran jurista, Luis Díez-Picazo: “Los pleitos hay que ganarlos como propios y perderlos como ajenos”.
La entrada a los grandes despachos
En el caso de los más jóvenes y su acceso a los despachos, afirmó que lo más complicado es entrar. “Para hacerlo necesitas un magnífico expediente académico. Antes, la influencia era importante, ahora no. Pero sin un excelente currículum y el dominio del inglés no pasarás; y tendrás más opciones de entrar si has hecho, por ejemplo, un doble grado”.
Una vez dentro, explicó la importancia de la capacidad de aprender y formarse lo máximo posible, con un consejo claro a los que empiezan: “Deja a un lado el individualismo, sé proactivo, colabora con los demás, haz buenos papeles y sé valiente”.
Las firmas se organizan ahora por industrias
Sobre la situación de las distintas áreas del derecho, el exdecano del Colegio de Abogados de Madrid destacó que en este momento está todo muy interrelacionado. “Los despachos ahora no solo se están organizando por especialidades, sino por tipo de industrias; son transversales. Y si estás en el mundo de la energía, tienes que tener abogados mercantilistas, fiscalistas, del mundo regulatorio… No basta con saber mucho de derecho mercantil o societario, sino también sobre el tipo de industria”, subrayó.
En su opinión, no debemos olvidarnos de las disciplinas clásicas, ya que, por ejemplo, “el derecho mercantil sobresale en la facturación de las firmas, siendo el core business de cualquier despacho”. También mencionó a los fiscalistas, que deben ser además buenos civilistas y mercantilistas.
José María Alonso señaló, entre las áreas interesantes de crecimiento el arbitraje internacional o las vinculadas a las nuevas tecnologías, la inteligencia artificial o la ciberseguridad, en las que los clientes piden ayuda para resolver situaciones complicadas. No obstante insistió en matizar que, “hablar de compartimentos estancos es un error, porque todo está interrelacionado”.
Formación vinculada a la realidad
Este escenario hace necesario formarse de manera continua, lo que implica un papel relevante de las universidades. El socio director de Alonso & Díez-Hochleitner Abogados, apuntó que “deben enseñar el mundo práctico y real, abordando los problemas reales. No es que se lo aprendan, es que lo vean. Porque un abogado es un solucionador problemas, y no le vale solo con la teoría, sino que tiene que llegar más allá”.
José María Alonso quiso acabar su intervención en Visión Abogacía dejando un mensaje claro a los estudiantes: “Preparaos muy bien, aprovechad el tiempo, sacad bien las asignaturas y, si podéis hacer otras cosas, hacedlas. Cada uno se labra su propia carrera”.
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