"272" />Con 34 años, Viktor era un recién casado feliz. Sus 400 folios de tesis doctoral estaban terminados. Entonces, las cosas en Viena empezaron a complicarse. Viktor pensó que tenía que sacar a su familia de allí, pero no consiguió suficientes salvoconductos. Finalmente, decidió quedarse junto a sus padres a pesar de la posibilidad de huir hacia EEUU con Ana, su mujer. Esa misma noche, durante la cena, los nazis llegaron.
A las puertas del campo de concentración, literalmente desnudo, con toda su familia muerta y su tesis ardiendo en una hoguera, Viktor Frankl se dirigió a uno de los guardas y le dijo: “Quítamelo todo menos mi pensamiento”.
Días más tarde, podrido por las fiebres del tabardillo, Viktor consiguió permiso para aislarse en un despacho de aquel infierno inhumano. En 16 días reescribió los 400 folios de su tesis doctoral.
El speaker Carlos Andreu ha elegido la historia del autor de “El hombre en busca de sentido” para transmitir a los asistentes al evento TEDxUNIR que plantearnos nuestra misión en la vida nos llevará a alcanzar el éxito en todo lo que hagamos.
El formador y licenciado en Derecho ha subrayado la importancia de mantener la serenidad en la tormenta porque, bueno o malo, “todo acaba pasando”.
Para Andreu, existen dos tipos de personas; primero, los que utilizan un foco de control externo: “El niño que dice me han suspendido, el que ante un problema busca un culpable, mira al pasado y por lo tanto hace el tonto, porque el pasado no se puede cambiar”.
Y después, explica el ponente, están los que dicen “he suspendido”. Aquellos que “cogen el toro por los cuernos y utilizan un foco de control interno en el que la vida depende de ti”, los que piensan en futuro y buscan soluciones, en vez de excusas. Los triunfadores.
“Viktor Frankl reutilizó la frase de Nietzsche ‘el que tiene un porque encuentra cualquier como’ al averiguar que la motivación interna de las personas les ayudaba a sobrevivir en medio de aquel infierno nazi. Empezad a marcaros vuestros porqués y os aseguro que no os parará nadie”, ha sentenciado el ponente aludiendo de nuevo al ejemplo del judío.
Andreu ha aconsejado a todos los asistentes que una manera de hacerlo es que cada noche, escriban en una hoja las cuatro razones por las que se levantan cada día. Un sistema muy fácil para que esos “porqués” no se pierdan entre la tormenta del día a día.