Luis Alegre es desde hoy el nuevo vicepresidente de la Fundación UNIR, la Universidad Internacional de La Rioja.
Durante dieciséis años, Alegre ha sido consejero de Educación de La Rioja. Esta mañana ha declarado que siente una gran alegría por “poder colaborar de forma más intensa y más estrecha” con esta universidad. “Si de alguna cosa me siento orgulloso es de haberla impulsado”. Alegre subraya que la UNIR “no ha reportado más que beneficio para La Rioja, un beneficio muy considerable porque ha generado muchísimos puestos de trabajo y ha ofrecido unas posibilidades de formación en el ámbito universitario hasta ahora inexistentes”. De su etapa en el gobierno regional, Alegre destaca otro hecho más: la declaración de los monasterios riojanos como patrimonio de la Humanidad.
Alegre ha añadido: “La Universidad Internacional de La Rioja cumple un gran papel y no cabe duda de que ha mejorado el panorama cultural de nuestra comunidad autónoma. Eso, desde la iniciativa privada, lo que es doblemente de agradecer. Al contribuyente no le ha costado ni un duro. El gobierno de La Rioja no ha gastado ni un céntimo en poner en marcha esta universidad”.
UNIR no ha reportado más que beneficio a La Rioja. No cabe duda de que ha mejorado su panorama cultural. Ha generado muchísimos puestos de trabajo
Antes de hablar de su nueva función, le interesa señalar que “la UNIR se ha adelantado al futuro. Es una universidad en Internet que abre un ámbito insospechado para actuar e intervenir”.
Uno de ellos es en el mundo del teatro. “El mundo universitario ha vivido de espaldas al teatro. La UNIR lo pone como una de sus actividades culturales más importantes. Esto me parece un hito”. Luego hay otro programa “en el que quiero profundizar más, que es el de la formación a clases desfavorecidas, de otras sociedades o de otros continentes. A través de las nuevas tecnologías podemos llegar a estratos sociales donde la educación brilla por su ausencia. Gracias a esta forma de abordar el aprendizaje se puede redimir a mucha gente”.
El mundo universitario ha vivido de espaldas al teatro. UNIR lo pone en el centro. Esto me parece un hito. También quiero profundizar en la formación a las clases más desfavorecidas
El ex consejero quiere potenciar “los programas de emprendedores y de emprendimiento, de los que esta sociedad nuestra está tan necesitada”. Cuenta su experiencia en este terreno: “La creación de pequeñas empresas cooperativas por parte de los alumnos, que piden un crédito de 300 euros, que hay que ir amortizando”. Después, “se pide permiso al Ayuntamiento y van a los mercadillos. Allí venden, y saben lo que es el precio de coste, y saben lo que es el beneficio, saben lo que es la ganancia, intercambian productos, por ejemplo, latas de atún con los de Asturias, o mejillones de La Coruña.”. Se convierten en “pequeños empresarios”. “A mí me parece que eso tiene un gancho y un interés grande. A nosotros nos dio un resultado magnífico”.
Pretendo potenciar la creación de pequeñas empresas cooperativas. Ha ido muy bien en La Rioja.
Alegre piensa impulsar, del mismo modo, la realización práctica de la Biblioteca de Occidente. Y ligar la cultura del vino a la UNIR. “En La Rioja, el fenómeno vino lleva aparejado cultura. Buenos vinos se hacen en todas las comunidades autónomas. Lo que le falta a esos buenos vinos es la gran historia que el Rioja atesora y acumula después de ciento y pico años. Pero el valor añadido y el plus que hoy tanto se busca lo dan las iniciativas culturales, de tal manera que el ochenta por ciento de las grandes bodegas de La Rioja tienen algunos aspectos muy interesantes desde el punto de vista cultural. Si estamos hablando de una universidad y estamos hablando de cultura, estamos hablando de teatro, se nos brinda un campo extraordinario para poder intervenir, no solamente catar”.
En La Rioja, el fenómeno vino lleva aparejado el de cultura
Finalmente habla de la paz que se respira en su tierra. “Educar es querer. Hay que generar climas. La industria en La Rioja son pequeñas empresas que se transforman de la noche a la mañana cuando llegan momentos de crisis. Es una comunidad pequeña donde los abuelos recogen a los nietos en el colegio y juegan en el columpio, donde a la hora de comer, que es una hora en la que se educa muchísimo, no se habla del RH negativo ni de si en mi lengua somos especiales. Cuando se distorsionan los climas para educar, si se politiza la educación, es cuando se pone en peligro la paz social”. Algo que no ocurre, al contrario, en La Rioja, una suerte de Edén dentro del territorio nacional.