Sara Puerto
Es autora del estudio ‘Mujeres jóvenes y trastornos de conducta alimentaria’, publicado por el Instituto de Mujeres y presentado en el Ministerio de Sanidad. Los resultados muestran que el 70% de las mujeres con trastornos alimentarios que participaron no recibe tratamiento.
Más de 660 mujeres entre 18 y 30 años, que padecen o han padecido algún trastorno de conducta alimenticia (TCA), participaron en el estudio ‘Mujeres jóvenes y trastornos de conducta alimentaria. Impacto de los roles y estereotipos de género’, elaborado por María Calado, investigadora de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), y publicado por el Instituto de las Mujeres.
El 38,9% de las participantes con trastorno alimentario manifestó que no había sido diagnosticada y hasta el 70,5% no recibe ningún tratamiento.
La investigación muestra cómo redes sociales, medios de comunicación, entorno y familia puede pueden apoyar una imagen ideal, homogénea e irreal que afecta a la salud mental de las mujeres.
“Vivimos en una sociedad en la que compensa que estemos preocupadas por nuestro cuerpo para que sigamos consumiendo”, afirmó la autora, este martes, durante la presentación del informe en el Ministerio de Sanidad.
En el estudio ha permitido poner de manifiesto cómo diariamente las jóvenes reciben comentarios que descalifican sus cuerpos, multiplicando su insatisfacción corporal y baja autoestima. El 90% de las personas que padecen este tipo de trastornos son mujeres.
La investigadora de UNIR, María Calado, comentó las principales conclusiones del estudio.
“El ideal social de las mujeres, por el que se nos presiona desde diferentes ámbitos, no solamente los medios de comunicación y las redes sociales, también está en nuestras familias, nuestras compañeras de trabajo o de estudios, los medios de comunicación y las redes tiene que ver con delgadez, con belleza, con hipersexualización”, aseveró Calado.
De esta manera, afirmó la investigadora, “aunque no todas las mujeres desarrollan un trastorno, todas interiorizamos el discurso y se crea una insatisfacción que en muchos casos termina en enfermedad”.
Culpabilización de la mujer
El estudio evidencia algunas de las formas de discriminación hacia la mujer debido a que su fisionomía no se ajuste a ese ideal homogeneizante. “No aparecen en medios y redes sociales mujeres con diferentes formas y tamaños corporales. Y, por otro lado, nos encontramos con las imágenes irreales, retocadas con filtros”, señaló Calado, que lamentó que por este “estigma del peso” se asocie “el éxito a este ideal”.
La culpabilización de la mujer es otra vuelta de tuerca en este proceso de discriminación. “Si no encajamos en ese ideal es porque no hacemos lo que debemos, como si el peso solo estuviera relacionado con la alimentación”, aportó la autora del informe, que hizo hincapié en el “estigma del peso”: “se asocia éxito al peso”.
Discriminación en la consulta
Durante su investigación, comprobó que muchas mujeres evitaban ir al médico por miedo a ser humilladas y a que se les someta a interminables ciclos de dietas, situaciones de discriminación e infravaloración, que afectan a la salud mental.
El 90% de las encuestadas compartía la percepción de que no se está actuando para evitar esta “violencia estructural” desde ningún entorno, ni médico, ni laboral, ni administrativo, por lo que reclaman “una mayor concienciación en la sociedad”.
Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, con la enfermera y asesora Alda Recas (izq.) y la psicóloga Eli Custó (dcha).
El secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, incidió en la necesidad de “contar con un sistema Sanitario menos prescriptivo y más cuidador, habilitador y desculpabilizador” que permita reducir “el porcentaje de mujeres que acude a una consulta y sufre situaciones de infravaloración”.
“Dentro de la consulta se amplifica esta discriminación de género. Tenemos avanzar hacia una práctica clínica totalmente desculpabilizadora”, agregó el responsable sanitario.
Por su parte, Cristina Hernández, directora del Instituto de Mujeres, resaltó la existencia de “un mercado que alimenta la insatisfacción corporal de las mujeres. Se espera que estemos delgadas, la conducta de la dieta es una conducta que determina nuestra forma de estar en el mundo: insatisfechas. Que las mujeres podamos disfrutar, aceptar y querer nuestros cuerpos es la tarea pendiente que nos deja este estudio”.
Tras la presentación del informe tuvo lugar un coloquio que reunió a las psicólogas Ana Rosa Sepúlveda y Eli Custó, y Alda Recas, enfermera y asesora en la secretaría de Estado de Sanidad.
La presentación puede volver a verse aquí.