El gobierno de Rajoy ha determinado las 14 ciudades españolas que deberán establecer libertad de horarios comerciales. Con esta decisión se pretende beneficiar el consumo y fomentar el empleo.
El próximo mes de enero, la libertad de horarios comerciales será obligatoria en las ciudades más turísticas de España. Sevilla, Barcelona, Bilbao, Valencia y Zaragoza entre otras nueve capitales más, deberán garantizar la libertad horaria y ampliación de apertura a 90 horas frente a las 70 horas actuales para las tiendas de menos de 300 m². Según el gobierno, esta iniciativa pretende recuperar la confianza en el consumo.
Los ayuntamientos de estas ciudades ya están concretando cuáles serán los parámetros a establecer. El Alcalde de Zaragoza, Alberto Belloch, ha decidido someter la decisión a votación popular a través de una encuesta ciudadana. Esta encuesta refleja actualmente la zona del casco histórico de la ciudad, como la favorita para aplicar la nueva normativa, adicional a este resultado, Belloch ha declarado que se reunirá con las asociaciones de comerciantes y consumidores.
Por otro lado en Valencia, Rita Barberá asegura que la decisión ya está asumida a falta de un par de reuniones y señala las cinco zonas más turísticas de la ciudad, como claras candidatas a la liberalización de horarios.
Ambas decisiones están provocando cierto descontento en las grandes superficies comerciales, que como ha ocurrido en Zaragoza, solicitan a través de diferentes escritos a las instituciones, que se les tenga en cuenta en este aspecto solicitando sus emplazamientos como zona de interés turístico comercial para poder acceder a la libertad de horarios. Los centros comerciales reivindican ser el motor del comercio y se consideran parte importante del entramado comercial de las ciudades.
El debate ahora está en las calles, la sociedad se pregunta si estas son las reformas que requiere la economía española, los comerciantes denuncian que la normativa no va sino a causar mayores gastos imposibles de afrontar, vaticinan que la iniciativa diversificará las ventas entre los días de la semana y reclaman más ayudas para la contratación de personal. El cliente, por otro lado, opina que esta acción les aportará mayor comodidad, aunque la consideran prescindible hoy en día, ya que el poder adquisitivo de las familias será el mismo.
En cuanto a la opinión de los expertos en la materia, Arturo Fernández, Presidente de la CEIM y Cámara de Comercio de Madrid, declara que son tiempos de esfuerzo y que la iniciativa no es más que una adaptación a los nuevos hábitos de compra además de una ampliación de servicios tanto al visitante como al ciudadano.
En el lado opuesto, nos encontramos con las declaraciones de Mª José Tajuelo, Secretaria General de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de UGT Madrid, quien señala que esta medida sólo beneficia a las grandes cadenas que son quienes pueden afrontar más gastos, por lo que el pequeño comercio se verá afectado y se reforzará la tendencia a la desaparición de este, asimismo señala la dificultad añadida de la conciliación de la vida laboral con la vida personal, ya que los pequeños comercios suelen ser gestionados por familias cuyo único día de descanso para disfrutar unidos es el festivo.