Alfonso Basallo
El catedrático de Economía y académico de Ciencias Morales y Políticas participó en el seminario ‘El futuro del capitalismo’, organizado por Nueva Revista y la Escuela de Humanidades de UNIR y dirigido por Francisco Cabrillo.
“No deberíamos hablar de capitalismo sino de libre mercado donde los individuos tienen ideas que pueden triunfar o fracasar”, manifestó Pedro Schwartz, catedrático de Economía en la Universidad Camilo José Cela, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y Premio Rey Jaime I, en una conferencia impartida en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
La sesión, organizada por Nueva Revista y la Escuela de Humanidades de UNIR, forma parte del seminario ‘El futuro del capitalismo’, dirigido por el catedrático emérito de Economía Francisco Cabrillo, que presentó al ponente.
Francisco Cabrillo.
Pedro Schwartz puntualizó que “no es la cantidad de capital la que ha hecho más rica a la sociedad. El motor no es la acumulación del capital, sino los individuos, los inventores. Las personas y sus ideas“. Y puso el ejemplo de Amazon, “que nació como una librería por internet”. Primero “surge la idea, y luego, los capitalistas aportan dinero; pero esa idea puede tener éxito o fracasar”.
Negó que “haya sistemas sociales, de los que hablaba Karl Marx, o que la historia avance por etapas”. Ese fue -añadió- “el error de Marx, que no entendió la historia, y que creía que el socialismo era científico”. El pensador alemán consideraba que “la historia de la humanidad debe analizarse en términos del progreso de un sistema a otro, del imperio romano al feudalismo, y luego al mercantilismo, la Ilustración, el capitalismo burgués y, por fin, el socialismo y comunismo”.
En esta última etapa -agregó el ponente- “se llegaría, según Marx, a una utopía, en la que todos serían rentistas, una sociedad perfecta, sin conflictos entre personas y clases”. La realidad es que “la Unión Soviética exprimió a los trabajadores para acumular capital y crear grandes industrias”.
Pedro Schwartz.
Por el contrario, la sociedad “ha prosperado por las ideas y la audacia de los emprendedores”. En Occidente el progreso vino gracias a “los intercambios comerciales, la conversión de los mercaderes en financieros; y el hecho de que en el siglo XVII, tanto en Holanda como en Inglaterra, las clases negociantes accedieron a la dignidad burguesa, una forma en que para ser respetado ya no era necesario vivir de las rentas y obtener un título nobiliario”.
Schwartz citó a David Hume, que señaló tres condiciones para que las sociedades se civilizaran: “El respeto de la posesión, la transmisión voluntaria de las propiedades y el cumplimiento de las promesas”. A lo que es preciso añadir una cuarta: “Que los individuos respondan a los cambios de precios en vez de intentar congelarlos y resistirse a la transformación”.
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— UNIR | La Universidad en Internet (@UNIRuniversidad) May 30, 2022
Por último, “la gran transformación económica ha sido posible gracias a la división del trabajo, la extensión de los mercados y la innovación técnica, como apuntaba Adam Smith”, indicó el ponente. Todo ello genera competencia, que definió como “una forma de cooperación, que nos transporta a planos de mayor productividad”. Y “que los socialistas detestan y la comparan con la guerra”.
“El sistema es frágil y puede romperse”
La economía libre de mercado ha impulsado “una prosperidad increíble. Su inmensa productividad ha permitido crear el Estado de bienestar”. Sin embargo, advirtió, “el sistema de bienestar tiene en sí semillas de destrucción”. Así, por ejemplo, “las pensiones de reparto dan lugar a dispendios financieros que no pueden seguir acumulándose sin peligro para las libertades y la propia productividad de las sociedades democráticas”.
Otro peligro “nace de la utilización de la economía como un arma de poder y de muerte”. Se vio en “la Alemania de Bismarck y el Kaiser Guillermo; y lo estamos viendo ahora con Rusia y China”.
“El futuro no está escrito. El sistema es frágil y en cualquier momento puede romperse, como lo demuestran los casos de México, Colombia o Chile”, apostilló Pedro Schwartz.