Sara Puerto
Nuevo presidente de la Real Sociedad Geográfica, inauguró el curso 2024 en la institución con una conferencia en la que reflexionó sobre la necesidad de replantear el envejecimiento demográfico y establecer las condiciones que permitan a los trabajadores sénior prologar su actividad.
“Necesitamos un gran pacto social entre la Administración y las empresas para conseguir que se den las condiciones que permitan la prolongación de la actividad de los trabajadores sénior, como por ejemplo la posibilidad de compatibilizar la pensión con el empleo o el trabajo tiempo parcial”, defendió Rafael Puyol, presidente de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), durante la Conferencia inaugural del curso 2024 de la Real Sociedad Geográfica.
“El envejecimiento ha venido para quedarse. Se puede decir que empieza cada vez más tarde, pero su importancia relativa aumenta sin cesar debido a que disminuye el número de jóvenes y aumenta el de las personas mayores como consecuencia de una longevidad creciente”, afirmó Puyol, que se estrenaba con esta ponencia como el 29 presidente de la centenaria institución, que en dos años celebrará su 150 aniversario.
El catedrático en Geografía Humana disertó acerca de ‘El envejecimiento demográfico: estereotipos, prejuicios, mitos y oportunidades’ en el auditorio del Instituto Geográfico Nacional, tras la introducción por parte del vicepresidente de la RSG, Fernando Arroyo, quien destacó la evolución que hemos vivido “desde la preocupación en los años 70 y 80 por la explosión demográfica a, paulatinamente, la España vacía y vaciada y el actual invierno demográfico”.
Rafael Puyol, presidente de la RSG, y Fernando Arroyo, vicepresidente de la misma institución.
Se refirió Puyol al envejecimiento como “en realidad, un proceso de rejuvenecimiento” y afirmó que “el envejecimiento y la longevidad ya no son lo que eran. Los 65 años ya no nos sirven para marcar el inicio de ese envejecimiento. Debería redefinirse de acuerdo con los indicadores de esperanza de vida e ir recalculándose a medida que estos vayan subiendo”.
Proceso de “rejuvenecimiento”
“Una cosa es la edad cronológica y otra, la edad biológica y mental. A la gente hay que juzgarla por sus capacidades intelectuales, no por los años que tiene”, reflexionó el presidente de UNIR, y continuó diciendo que “cada vez hay más personas que viven más años y se sienten más jóvenes durante más años. Esto es lo que me permite afirmar que el envejecimiento podría ser definido como rejuvenecimiento”.
Puyol destacó dos características principales del envejecimiento en nuestro país: su feminización y el envejecimiento de la propia vejez. “Ya ha nacido la generación que tendrá cien años de esperanza de vida y que estará compuesta fundamentalmente por mujeres”, aseguró.
El presidente de UNIR y de la RSG.
El nuevo presidente de la Real Sociedad Geográfica abordó el fenómeno del edadismo. “Muchos ven el envejecimiento como un fenómeno prioritariamente negativo y lo evalúan en términos de gastos, de pensiones, sanitarios, de dependencia, y muy poco de oportunidades y beneficios”.
Puyol puso de manifiesto “la existencia de una cierta discriminación contra las personas mayores, que está basada en estereotipos, mitos y falsas percepciones”.
Edadismo laboral
Hizo hincapié en el “edadismo laboral”, una “visión deformada de los trabajadores sénior que conforma una actitud despectiva hacia ellos: resultan más caros, no están actualizados, quitan puestos de trabajo a los más jóvenes…”.
Argumentó el experto que los trabajadores sénior no reducen las oportunidades de los jóvenes en un mercado laboral que se considera equivocadamente de dimensiones invariables. “Jóvenes y mayores pueden multiplicar, a la vez, los efectivos de la población activa y ocupada como lo demuestra el caso de muchos países de la Unión Europea, especialmente los nórdicos”, aseveró.
Asimismo, Puyol desmintió que se trate de “analfabetos virtuales y desconocedores absolutos de los procedimientos informáticos, que manejan adecuadamente” y abogó, como remedio para la diferencia salarial con los más jóvenes, el aporte que supondría el trabajo a tiempo parcial, “modalidad en la que muchos se sentirían cómodos y además sería un tránsito razonable hacia la jubilación definitiva“.
Turno de preguntas tras la ponencia.
Además del pacto entre Administración y empresa para prolongar la actividad de los sénior, Puyol consideró que deberían promoverse “acciones para una concienciación de los propios trabajadores, que deben mantenerse ocupados hasta la edad legal de la jubilación o incluso y con carácter voluntario, después de ella . No tiene sentido que con una esperanza de vida que pronto será de 90 años una persona se jubile a los cincuenta y tantos”.
A modo de conclusión, el presidente de UNIR y de la RSG resaltó la oportunidad que constituye la silver economy -el conjunto de productos y servicios creados para atender a una población mayor en sectores como el sanitario, el inmobiliario, el turístico o el de las nuevas tecnologías- para la sociedad. “La silver economy es una economía que crece y todavía lo va a hacer más porque el envejecimiento de la sociedad es irreversible”.
Fotos: Carlos de Rojas.