La Universidad Internacional de la Rioja, UNIR, patrocina un ciclo de conferencias organizadas por el Consejo de Trabajadores Sociales de España. El martes 21 de mayo en Bilbao y el jueves 23 en Valladolid, son las próximas citas.
En estos encuentros se abordarán temas de suma actualidad en el sector como la Ley de Reforma de la Administración Local, las salidas profesionales del trabajo social, los desahucios o la mediación. Estas conferencias se impartirán en los distintos colegios de trabajo social del territorio nacional. Una actividad derivada del acuerdo que tiene UNIR con […]En estos encuentros se abordarán temas de suma actualidad en el sector como la Ley de Reforma de la Administración Local, las salidas profesionales del trabajo social, los desahucios o la mediación.
Estas conferencias se impartirán en los distintos colegios de trabajo social del territorio nacional. Una actividad derivada del acuerdo que tiene UNIR con el Consejo de Trabajadores Sociales para implementar diversa actividades formativas.
Manuel Herrera, director del Máster Universitario en Intervención Social en las Sociedades del Conocimiento de UNIR, que acudirá como ponente en estos coloquios, ha hablado con Suma Diario.
¿Cuál es el papel del trabajador social en tiempos de crisis económica y malestar social?
Tiene que diseñar paquetes de servicios acercando contemporáneamente las exigencias tanto de las personas en estado de necesidad como de aquellos que les ayudan, es decir, paquetes desde una óptica de redes. Su función es asegurar la efectiva distribución de los servicios no simplemente actuando como distribuidores directos, sino desarrollando el rol de compradores, coordinadores y controladores de agencias de diverso tipo, de tal forma que puedan conseguir que los grupos primarios y secundarios sean lo más autónomos posibles. Su objetivo es hacer el seguimiento de la calidad y de la eficiencia de los servicios, siempre considerados desde una óptica de redes. Y ello implica organizar incluso formas de intercambio social de asistencia con los usuarios, y entre los usuarios, de tal manera que se creen recursos de redes.
¿En qué consiste la Reforma de la Administración local en lo que al trabajo social se refiere?
El lema con el que se la presenta es el siguiente: una Administración, una competencia. Ante él, en apariencia, nos encontramos ante un principio claro de racionalización, un principio a valorar positivamente en el momento en el que estamos. Ahora bien, en el terreno de los servicios sociales se atribuye la competencia exclusiva de los mismos a las comunidades autónomas. La norma reduce el papel de los municipios a la “valoración, evaluación e información de situaciones de necesidad social y la atención inmediata a personas en situación o riesgo de exclusión social”.
¿Cuál es el sentir general en el sector ante esta?
El sector, como buena parte de los municipios de este país, contempla está norma con preocupación. Las asociaciones de trabajadores sociales temen que el trasvase de competencias del ámbito municipal al autonómico, implique que haya servicios que desaparezcan. O se privaticen.
¿Hasta dónde llega, o debería llegar, el papel del Estado en lo que a Trabajo Social se refiere?
En una sociedad del bienestar, en la que están presentes muchos actores en su producción (Estado, Mercado, Tercer Sector, redes primarias), el Estado debe ser el garante de que se implementen dichas prestaciones. El Estado debe de mantener una red de seguridad fundamental, respetando siempre el principio de subsidiariedad, y permitiendo una ciudadanía activa que sea algo más que una simple receptora de prestaciones.
¿A qué retos se enfrenta el trabajador social?
Estamos inmersos en la crisis económica más fuerte y rotunda de los últimos tiempos, una crisis entre cuyas consecuencias está el desbordamiento de la capacidad de respuesta de la red asistencial. El trabajador social del siglo XXI, en un contexto de malestares, deber realizar una apropiada evaluación de las necesidades personales en colaboración con médicos, enfermeras y otros operadores, antes de decidir qué servicios deberían darse a la persona, sobre todo en una sociedad como la nuestra en la que emergen nuevas necesidades al tiempo que se demandan nuevas fórmulas de intervención.
